Propuesta
de la competencia de innovación de procesos educativos: una vía para la
formación de profesionales creativos y emprendedores
Developing innovative competences in educational
processes: A route for the preparation of enterprising
and creative professionals
*Jorge Antonio Corral-Joniaux
**Carlos
Augusto Moya-Joniaux
***Luis
Aníbal Alonso Betancourt
*Universidad
Laica Eloy Alfaro de Manabí. Manta. Ecuador. Magister en enseñanza del Idioma
Inglés. Bachelor of Business
Administration. jorge.corral@uleam.edu.ec ORCID: https://orcid.org/0000-0001-6969-6024
**Universidad
Laica Eloy Alfaro de Manabí, Manta, Ecuador. Magister en Dirección de Marketing
y de Proyectos. Economista. Doctor en Ciencias Pedagógicas (Ph. D.). carlos.moya@uleam.edu.ec
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-3515-6713
***Universidad de Holguín. Cuba. Licenciado en
Educación en Mecánica. Máster en
Pedagogía Profesional. Doctor en Ciencias Pedagógicas (Ph. D.) Profesor
Titular. lalonsob@uho.edu.cu
ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0989-746X
|
Resumen El presente artículo propone la competencia de
innovación de procesos educativos como una vía para la formación de
profesionales de la educación que sean creativos y emprendedores durante sus
desempeños como docentes, a través de la integración contextualizada de la
docencia con la vinculación e investigación. Constituye un resultado del
proyecto de investigación: Innovación y desarrollo de procesos educativos de
la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, Manta, Ecuador. Se sustenta en el
enfoque de formación profesional basada en competencias y sobre la innovación
de procesos educativos. Fue concebida mediante los métodos de análisis,
síntesis, revisión de documentos, el enfoque de sistema, el pre-experimento
pedagógico y la prueba Chi-cuadrado (X2) que permitieron constatar
su validación en la práctica educacional. Puede generalizarse a cualquier
carrera de ciencias de la educación a nivel nacional e internacional con la
debida contextualización a las exigencias de su proceso formativo. Palabras clave: innovación; procesos educativos;
competencia; creatividad; profesional; emprendimiento |
Abstract This article proposes the innovative competence in
educational processes as a route for the preparation of educational
professionals to be creative and entrepreneurial during their performance as
teachers, through the contextualized integration of teaching with community
services and research. It constitutes a result of the research project:
Innovation and development of educational processes of the Universidad Laica
"Eloy Alfaro" de Manabí de Manta, Ecuador. It is based on the
approach of professional training based on competence and on the innovation
of educational processes. It was conceived through the methods of analysis,
synthesis, document review, the system approach, the pedagogical
pre-experiment and the Chi-square test (X2) that allowed verifying
its validation in educational practice. It can be generalized to any major in
educational sciences at national and international level with due
contextualization to the demands of its formative process. Keywords: Innovation; Educational
Processes; Competence; Creativity; Professional; Entrepreneurship |
Introducción
Uno de
los retos actuales de la educación superior consiste en formar profesionales de
la educación con competencias para la innovación y desarrollo de proyectos
educativos que contribuyan a resolver problemas de la dirección del proceso
educativo de sus estudiantes. De ahí que se reconoce como una competencia a
formar en los profesionales de la educación básica durante su formación
inicial.
Hoy
día, a decir de Mery (2014) se plantea la necesidad de “[…] incorporar la
innovación educativa como eje articulador de la formación inicial docente y del
quehacer de un educador (…)” (p.1)
Es
esencial en la época actual potenciar en los docentes la formación de
competencias asociadas a la innovación de procesos educativos, o sea, que sean
capaces de innovar, gestionar cambios en dichos procesos que eleve la calidad y
la gestión de los sistemas educativos, aspecto que condiciona la necesidad de
potenciar la investigación, la creatividad y el emprendimiento como cualidades
esenciales que configuran el desarrollo de competencias para la innovación de
procesos educativos.
En este
orden de ideas Cabra & Marín (2015) consideran que “[…] la investigación y
la innovación aparecen vinculadas tanto con la formación como con la producción
de saber pedagógico.” (p.156)
Durante
la dirección del proceso educativo, el docente debe salirse de los cánones y
paradigmas tradicionales existentes para enseñar y aprender, debe mediante el
uso de métodos de investigación y otros propios de su trabajo profesional,
generar estrategias de innovación del proceso educativo que dirige, como
expresión de las competencias que va alcanzado en esta dirección.
En el Reglamento de Régimen
Académico que regula y orienta el quehacer académico de las Instituciones de
Educación Superior (IES) en el Ecuador en sus diversos niveles de formación, en
la facultad de Ciencias de la Educación de la
Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (ULEAM), se plantea como encargo
social: “Formar profesionales en la
docencia, capacitados para la dirección del proceso de Educación Inicial,
General Básica y de Bachillerato, asumiendo un rol protagónico, con liderazgo
en la sociedad como educadores de las nuevas generaciones”. (ULEAM, 2013, p. 4)
En esta
facultad se desarrollar el proyecto de investigación denominado: Innovación y
desarrollo de procesos educativos, el cual en una de sus líneas de
investigación se plantea la referida a formar profesionales creativos y
emprendedores desde el tratamiento a la formación de la competencia de
innovación de procesos educativos. Es por
ello que resulta necesario contribuir, desde el proceso de formación inicial, a
desarrollar la competencia de innovación de procesos educativos como una
alternativa para formar profesionales de la educación que sean creativos y
emprendedores.
El diagnóstico inicial realizado como parte del proyecto de
investigación anteriormente referido, permitió constatar un problema referido a
que los estudiantes de la facultad de Ciencias de la Educación de la ULEAM,
presentan insuficiencias en la formación de la competencia de innovación de
procesos educativos, lo que limita su formación como docentes creativos e
innovadores.
Una de las causas que generan esta problemática lo constituye la ausencia
en el perfil del egresado de la carrera, de la competencia de innovación de
procesos educativos a desarrollar en estos estudiantes, como vía para lograr su
formación como docentes creativos y emprendedores.
Este
resultado hizo pertinente realizar una búsqueda en la literatura científica
sobre el estudio de los procesos de innovación educativa realizado por los
autores que se mencionan a continuación:
Margalef & Arenas (2006), Escudero
(2014), Mery (2014), Martín y Castro (2014), Pazos, Tenorio &
Ramírez (2015), Cabra & Marín (2015), Hernández, Alvarado & Luna (2015),
Quizhpe, Gómez y Aguilar (2016),
Basallo (2016), Pagés, Hernández, Abadía, Bueno, Ubieto, Márquez, Sabaté &
Jorba (2016), Parra (2017), Maggio (2018), Ararat & Camelo (2019).
En
estas obras científicas se ofrecen criterios, recomendaciones, reflexiones,
estrategias y vías a considerar para la innovación educativa, sin embargo, no
se fundamenta y propone la competencia de innovación de procesos educativos que
se debe formar en estudiantes de Licenciatura en Educación, como una vía para
que sean profesionales creativos y emprendedores.
Por su
parte, la consulta de investigaciones que han abordado la formación de
competencias realizadas por: Tejeda & Sánchez (2012), Tobón (2013), Flores &
Juárez (2017), Salcines, González, Ramírez & Martínez (2018), Perevoshchikova,
Samoilova, Lapin, Elizarova & Panova (2019), Moya, Alonso, Vera, Corral &
López (2019), Machado & Montes de Oca (2020), Roca y Alonso (2020),
Navarro, Bayona & Pacheco (2020), han aportado modelos, estrategias,
concepciones, métodos y metodologías para la formación de competencias
comunicativas, específicas, de marketing y de emprendimiento; sin profundizar
en el abordaje del estudio de la formación de competencias de innovación de
procesos educativos en estudiantes de las carreras de Ciencias de la Educación.
Es por ello que el presente
trabajo tiene como objetivo: proponer la competencia de innovación de procesos
educativos como vía para la formación de profesionales en el campo de la
educación que sean creativos y emprendedores.
Materiales y métodos
Para
la elaboración del artículo se emplearon los siguientes métodos:
El
análisis, la síntesis, la inducción y deducción para el análisis de la
literatura científica, la justificación del problema, y para comprender,
explicar e interpretar el desarrollo de la competencia de innovación de
procesos educativos. Se utilizó además el enfoque de sistema para el diseño y
propuesta de la competencia de innovación de procesos educativos.
También
se emplearon el pre-experimento pedagógico según el enfoque cuantitativo
asumido de Hernández, Fernández & Baptista (2014), la prueba Chi-cuadrado
(X2) y la observación al desempeño docente para validar la propuesta
de la competencia de innovación de procesos educativos en una muestra de 20
estudiantes de la carrera de Pedagogía de los Idiomas Nacionales y Extranjeros
del séptimo semestre de la ULEAM.
Resultados y discusión
En
esta parte se ofrecen en primer lugar los referentes teóricos asumidos en la
investigación, la propuesta de la competencia de innovación educativa y el
pre-experimento pedagógico aplicado que permite constatar la validez de su
aplicación en la carrera de Pedagogía de los Idiomas Nacionales y Extranjeros
de la ULEAM.
1. Reflexiones teóricas sobre la formación de la competencia de innovación
tecnológica.
Lao & otros (2020) expresan que “[…] la formación de los profesionales de nivel
superior es el proceso que, de modo consciente y sobre bases científicas, se
desarrolla en las instituciones de educación superior para garantizar la
preparación integral de los estudiantes universitarios.” (p.123)
Una de
las aristas que caracterizan a la preparación integral de los estudiantes
universitarios, lo constituye el demostrar competencias para la innovación de
procesos educativos.
Margalef
& Arenas (2006) plantean que “el concepto de innovación aparecerá
relacionado a estos tres usos: la creación de algo desconocido, la percepción
de lo creado como algo nuevo y la asimilación de ese algo como novedoso”
(p.13).
Por su
parte, Quizhpe, Gómez & Aguilar (2016) consideran que “los procesos de
innovación son capaces de generar nuevos conocimientos (saber didáctico
profesional) y están mediados por procesos de sistematización (investigación
de, para y en la acción)” (p. 3)
El proceso educativo, a partir de las consideraciones ofrecidas por
Jurado de los Santos (2019) se basa en la transmisión-apropiación por vía
formal o no formal de saberes (saber, ser, hacer, estar, convivir), es decir,
de conocimientos, habilidades y valores en una dinámica de vinculación de la
teoría con la práctica, el mundo laboral, el cual ocurre mediante relaciones de
interacción social entre estudiantes, docentes, tutores, familiares, miembros
de la comunidad y de las entidades de la producción y los servicios. Se
necesita de un docente que sea capaz de generar nuevas estrategias (innovación)
para el desarrollo de los procesos educativos en los cuales está insertado, que
contribuya a elevar los rendimientos académicos de sus estudiantes y a lograr
su formación integral.
Según Mery
(2014) “la innovación educativa se vincula a un sinfín de términos como
indagar, descubrir, reflexionar, criticar, proponer, introducir, cambiar,
transformar y mejorar. Cualidad esencial que debe poseer un docente que es
especialista en su área de estudio; la educación.” (p.2)
La
innovación educativa se caracteriza por ciertos atributos que van a definir el
cambio educativo, en este sentido Pazos & Tenorio (2015) señalan que “la
innovación puede tener cuatro poderosos atributos internos no contingentes: la
idea de lo nuevo, el fenómeno de cambio, la acción final y el proceso”. (p.4)
En consonancia con lo anterior, se requiere de un docente que sea capaz de
innovar para lo cual es esencial que sea creativo, en este aspecto llama la
atención lo planteado por Hernández, Alvarado & Luna (2015) quienes
plantean que “creación e innovación, dos vocablos que no son sinónimos y no se
deben tratar como tal. En la creación, el vértice es la generación de ideas, y
en la innovación, dicho vértice es la implementación de las ideas.” (p.138).
En este
mismo orden de ideas, Hernández, Alvarado & Luna (2015) plantean que:
Ser creativo tiene que ver con la competencia
para hacer asociaciones, establecer relaciones, combinaciones e integración de
ideas y conceptos de manera desacostumbrada, disímil, diferente o única, cuyo
resultado sea revolucionario. Para ser innovador se requiere tomar una idea
creativa y convertirla en producto, servicio, método, estrategia o técnica que
sea de utilidad. Por consiguiente, la creatividad no se debe asimilar a una
habilidad; es más que eso, es la utilización plena de la inteligencia. (p.139)
Generar
la innovación educativa, además de ser creativo, presupone la necesidad de que
el profesional sea emprendedor, lo cual, a decir de Durán, Rosado y Quintero
(2019) “el emprendimiento es uno de los tópicos a fomentar durante la formación
de cualquier profesional, (…) busca generar en los individuos competencias para
solucionar problemáticas a través de la creatividad (…)” (p.3) Por su parte,
Parra (2017) afirma que “el emprendimiento es una forma de creatividad y puede
ser etiquetado como “creatividad emprendedora” (p.1)
Martínez,
Padilla & Suárez (2019) sostienen que “el emprendimiento es entendido como
un proceso que comienza con la generación de una idea y continúa con su puesta
en práctica y su lanzamiento al mercado.” (p.130). En tanto, Pedroza y Silva
(2019) expresan que “la universidad está en un proceso continuo para integrar
la ciencia y la tecnología en la innovación y el emprendimiento (…)”. (p.100)
Se
considera que, para innovar procesos educativos, además de ser creativo, se
requiere que el profesional de la educación sea emprendedor, que los cambios e
ideas creadoras que genere desde el uso de métodos de investigación y otros de
su trabajo profesional, contribuyan a elevar la calidad de la educación, de la
formación de sus estudiantes.
En
resumen, se puede plantear que, en la innovación de procesos educativos, se
destacan tres atributos esenciales a formar en el estudiante: creatividad, innovación
y emprendimiento mediante el trabajo en equipos, el uso de las TICs
(herramientas informáticas) y de la investigación científica.
Por otra parte, la innovación de procesos educativos forma parte de las
competencias profesionales que deben caracterizar a un profesional de la
educación durante sus desempeños docentes.
La competencia
profesional tal y como plantean Tejeda y Sánchez (2012) “es una cualidad humana
que se configura como síntesis dialéctica en la vinculación funcional del saber
(conocimientos diversos), saber hacer (habilidades) y saber ser (valores y actitudes)
que son movilizados en un desempeño idóneo (…)”. (p. 21).
Según Tejeda y
Sánchez (2012) las competencias se
clasifican en profesionales específicas, básicas y transversales, estas últimas
“son
aquellas que se articulan en la lógica de la interacción del profesional en su
actuación específica y básica.” (p. 43)
En consonancia con este
posicionamiento teórico asumido, se considera que la competencia de innovación
de procesos educativos se interpreta como una cualidad que le permite al profesional de la educación integrar
saberes de distinta naturaleza (saber, hacer, ser, estar y convivir) que le
permitirán innovar, cambiar, transformar y mejorar las diversas estrategias,
variantes que emplea para la dirección del proceso educativo, los cuales son
movilizados y expresados en su desempeño docente en un ambiente socioeducativo
y humano en correspondencia con las características y exigencias complejas de
la institución educativa en la cual labora.
La
competencia de innovación de procesos educativos es transversal, ya que los
saberes que la configuran se vinculan y articulan con los saberes asociados al
área de formación básica y específica. A continuación, se hace su propuesta.
2.
Competencia de innovación de procesos educativos: una propuesta abierta a la reflexión
y el debate
En la
siguiente figura se muestra la competencia que se propone:
Figura 1. Perfil de la competencia de
innovación educativa. Fuente: Autores
Para la
determinación de la competencia de innovación de procesos educativos, se
tuvieron en cuenta los criterios siguientes: estudio actual y prospectivo de
las carreras de Ciencias de la Educación, los perfiles profesionales y de
egresados, la malla curricular, los sílabos, así como el criterio de docentes,
tutores, especialistas y de los propios estudiantes de estas carreras
universitarias.
La
competencia de innovación de procesos educativos tal y como se muestra en la
figura 1 queda expresada de la manera siguiente:
Sistematiza
alternativas de innovación educativa para la solución de problemas relacionados con la educación, enseñanza,
aprendizaje y desarrollo de la personalidad de niños, niñas, adolescentes,
jóvenes y adultos, cuyos resultados generen cambios en la estructura
organizacional, gerencial y en el proceso educativo que se lleva a cabo en la
institución educativa para la mejora de su calidad, eficiencia, rentabilidad,
sostenibilidad y posicionamiento a escala local, nacional y extranjera por el
valor agregado de la innovación realizada (nuevo productivo educativo) que se
crea o mejora
Para
innovar procesos educativos se requiere en un primer nivel de diagnosticar el
estado del proceso educativo que se desarrolle en una determinada institución
educativa, o sea, las variantes que se empleen, los resultados obtenidos,
fortalezas, principales problemas que afectan su calidad.
En un
segundo nivel se diseña con creatividad, emprendimiento, autonomía, en trabajo
en equipos y con el uso de las TICs y la investigación, alternativas para la
innovación educativa, la cual se interpreta como una elección, creación o
mejora de las variantes de enseñar,
aprender, educar que se emplean para la planificación, organización,
ejecución, control y evaluación del proceso educativo de una determinada
institución educativa, la cual se convierte en una decisión que toma e
implementa el docente de forma creativa, emprendedora y mediante un análisis
dialógico reflexivo de la relación costo – beneficio – percepción del riesgo,
que contribuya a elevar la calidad, eficiencia y sostenibilidad del proceso
educativo. Dentro de las variantes de enseñar, aprender, educar que se pueden
innovar para generar cambios, transformaciones en el proceso educativo, se
encuentran, entre otras, las siguientes: actividades, proyectos educativos,
técnicos, investigativos, tareas, planes de clases, estrategias, métodos,
metodologías de enseñanza – aprendizaje, formas organizativas, sistemas de
evaluación, uso de las TICs, entre otras, de ahí el término de alternativa.
Posteriormente, en un tercer nivel se procede a implementar la alternativa
diseñada y en un cuarto nivel se evalúa los impactos que esta ha generado en el
proceso educativo o una parte de él, debido al valor agregado del producto
creado o mejorado (estrategia, metodología, actividades, guías de estudio,
entre otras) que va a contribuir a mejorar su calidad y el posicionamiento y
reconocimiento social de la institución educativa. Cada una de las evidencias
de desempeño asociadas a la competencia
(figura 1), deben ser tomadas en consideración durante la solución de problemas
profesionales y tratados metodológicamente a partir de los contenidos que
aprende el estudiante durante la docencia, la vinculación (práctica
pre-profesional, extensionismo) e investigación.
3. Resultados alcanzados en la implementación de la competencia de
innovación educativa.
Se realizó un
pre-experimento pedagógico desde la experiencia de Roca y Alonso (2020).
Mediante
el muestreo aleatorio simple se seleccionó una muestra intencional de 20 estudiantes de la carrera de Pedagogía de los Idiomas Nacionales y
Extranjeros del séptimo semestre de la ULEAM.
Para la observación se
trazaron las siguientes escalas: muy buena cuando logra los 4 niveles de
desarrollo de la competencia, buena: hasta el tercero, regular: hasta el
segundo y deficiente: cuando llega solo al nivel 1. A partir de estos elementos
se realizó la observación a los desempeños
docentes de la muestra de estudiantes. En la siguiente tabla se ofrece el
resultado obtenido:
Tabla 1. Estado de la competencia de innovación
educativa antes de ser implementada
Fuente: autores
Tal y como se observa en los datos de la tabla, se puede constatar que
la observación realizada demostró que los estudiantes manifiestan
insuficiencias en la innovación de procesos educativos.
Se procedió a introducir el perfil aportado de la competencia de
innovación educativa (figura 1) durante las actividades que realizaron los
estudiantes en la docencia, la vinculación e investigación en un semestre
lectivo. Una vez culminado el semestre, se procedió nuevamente a observar los
desempeños docentes de la misma muestra de estudiantes en sus prácticas
pre-profesionales, a partir del perfil de la competencia propuesta,
apreciándose el resultado mostrado en la siguiente tabla.
Tabla 2. Estado de la competencia de innovación
educativa luego de aplicada la propuesta.
Fuente: autores
En la tabla 2 se aprecia mejoras
en la innovación educativa. En el siguiente gráfico se muestra una comparación
del diagnóstico de entrada (tabla 1) con el de salida (tabla 2)
p (X2) < α ; p (X2)
= 0.03345 < 0.05 ; diferencias significativas
Figura 2. Comparación del estado de la competencia
de innovación educativa, antes y después de implementada la propuesta en la
muestra tomada.
Como se aprecia en el gráfico de la figura 1, luego de introducir y
desarrollar el perfil de la competencia de innovación educativa en la muestra
de estudiantes, se constata mejoras en la innovación educativa que realizaron
durante sus desempeños docentes (práctica pre-profesional).
Con el objetivo de constatar si las diferencias de los datos obtenidos
antes y después de introducida la propuesta de la competencia fueron significativos
o no (gráfico 1), se aplicó la prueba Chi-cuadrado (X2) a un 95,0%
de confiabilidad (α), la cual obtuvo un valor de p (X2) =
0.03345, el cual está por debajo del grado de confiabilidad asumido que es de
α = 0,05, por lo que se reconoce que las diferencias obtenidas son
significativas y se prueba la pertinencia y validez de la propuesta.
Como transformaciones logradas en la competencia de innovación educativa
se pudo constatar que la misma constituye una vía para formar profesionales más
creativos y emprendedores ya que: Desarrollaron
su curiosidad intelectual, autonomía e imaginación creadora durante el diseño
de alternativas para la innovación de los procesos educativos que llevaron a
cabo, manifestaron fluidez de ideas durante la aplicación de métodos de
investigación para el diseño e implementación de alternativas de innovación
educativa, lograron indagar e
identificar necesidades y oportunidades para la mejora de los procesos
educativos, asumieron riesgos durante la implementación de las alternativas de
innovación educativas diseñadas, venciendo los obstáculos y barreras que se les
presentaron.
Conclusiones
A
partir de los aspectos presentados se arriba a las siguientes conclusiones:
La
innovación educativa constituye una competencia profesional de carácter
transversal que debe formar parte del perfil del egresado del Licenciado en
Educación y ser desarrollada a partir de las potencialidades educativas del
contenido que aprende durante la diversidad de procesos sustantivos: docencia,
vinculación e investigación.
La
competencia de innovación educativa constituye una cualidad que debe tener un
docente para sistematizar alternativas dirigidas a innovar, transformar,
mejorar o crear nuevas estrategias o variantes que se empleen para enseñar,
aprender, educar y desarrollar la personalidad de los estudiantes, que
contribuyan a elevar la calidad del proceso educativo.
El
resultado obtenido con la aplicación del pre-experimento pedagógico y la prueba
Chi-cuadrado (X2), demostraron a un 95,0% de confianza, que con la introducción
y desarrollo de la competencia de innovación educativa que se aporta en el
trabajo, se contribuye a la formación de profesionales más creativos y
emprendedores durante la dirección de los procesos educativos en las
instituciones educativas en las cuales ejercen sus funciones docentes y
educativas.
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