Extensión Universitaria y Cultura General Integral: enfoques imprescindibles en la formación de profesionales de la educación en condiciones de universalización.

Autores:

Lic. Yané Álvarez Rómulo

romulo@hlg.rimed.cu

MSc. David Ricardo Pupo

david@hlg.rimed.cu

 

Resumen

La sociedad del siglo XXI y la del futuro se estructura bajo un nuevo paradigma, donde el conocimiento se convierte en motor principal del desarrollo. El gobierno revolucionario cubano enfrenta el reto de brindar acceso a todos los sectores de la sociedad, a partir de la idea surgida desde el mismo triunfo de 1959 de universalizar el conocimiento en todo el país. Uno de los mayores retos de la universalización en su nueva etapa es lograr la permanencia y culminación de estudios de los educandos. La concepción del nuevo modelo del profesional en formación concibe un sujeto revolucionario y comprometido con el mejoramiento de la sociedad, poseedor de conocimientos generales acerca de la lengua materna, la política, la ciencia, la tecnología, las artes, en fin, con una elevada cultura general integral. La extensión universitaria es, sin lugar a dudas, un proceso orientado a la labor educativa (en su más amplia y abarcadora acepción), que permite promover y elevar la cultura integral del profesor en formación, la comunidad universitaria y su entorno social.

Palabras claves: Extensión universitaria, cultura general integral.

 

Abstract

The society of the 21 st century and of the future is structured under a new paradigm, where knowedge is essential for development.The revolutionary goverment in Cuba faces the challenge of offering to all walks of life access to knowledge, on the bases on the principle of its universalization, on idea of a Revolution. One key goal in this process is keeping and satisfactorily graduating students: the new model of teacher presupposes a person who is committed to society, has a general integral education and values. University cultural formation is an educational process in all senses of the fhrase, allowing to promote and enrich the culture of the teachers to be, the university alumni and the social context.

Key words: University cultural, general integral education.

 

       “.... la madre del decoro, la savia de la libertad, el mantenimiento de la República y el remedio de sus vicios, es, sobre todo lo demás, la propagación de la cultura”.

                                                                                    José Martí

 

La cultura constituye un saber general, encierra en sí la necesidad de tener una idea del universo, de la naturaleza, de la vida, del hombre, de su obra y de la sociedad, en fin, de la propia vida. Es además un proyecto de mejoramiento y superación, por cuanto enfatiza en la transformación y el cambio de los aspectos contenidos en sí misma.

Ser culto requiere tener un espíritu abierto, indagador, exploratorio, curioso hacia todo lo existente, lo conocido y lo desconocido, lo viejo y lo nuevo; es también estar abierto y ser receptor de todas las dimensiones y perspectivas temporales, apreciar lo bueno y positivo.

La sociedad del siglo XXI y la del futuro, se estructura bajo un nuevo paradigma donde el conocimiento se convierte en motor principal del desarrollo. El gobierno revolucionario cubano enfrenta el reto de brindar acceso a todos los sectores de la sociedad, a partir de la idea surgida desde el mismo triunfo revolucionario de 1959 de universalizar el conocimiento en nuestro país.

La universalización de los conocimientos, recientemente expresada en términos de cultura general integral, y del estudio durante toda la vida, comprende el quehacer de la sociedad dirigido a cultivar al máximo la inteligencia de nuestro pueblo a través de las vías establecidas; obviamente, la universalización de la enseñanza superior forma parte indisoluble de este concepto.

La universalización de la educación superior fue promovida y desarrollada desde los primeros años del triunfo de la Revolución. Actualmente tiene lugar una nueva etapa en la universalización cualitativamente superior, que redimensiona y amplía la misión de la universidad. Esta etapa se caracteriza por un proceso de cambio que transforma viejas concepciones e incorpora otras nuevas dando apertura a la universidad nueva, en correspondencia con las exigencias de nuestra sociedad.

La nueva universidad cubana, revolucionaria, internacionalista y científica, abierta a la sociedad, se distingue de la universidad clásica, básicamente porque trasciende sus muros tradicionales y desarrolla sus procesos en íntima relación con las comunidades, perfeccionándolos continuamente como parte de una interacción de la que todos participan.

Uno de los mayores retos de la universalización en su nueva etapa es lograr la permanencia y la culminación de estudios de los alumnos. La concepción del nuevo modelo del profesional en formación concibe un profesor revolucionario y comprometido con el mejoramiento de la sociedad, con una elevada formación político-ideológica y cultural, capaz de encaminar exitosamente el proceso docente-educativo a partir de una adecuada comunicación y vínculo con los alumnos y con la familia de estos. En resumen, un hombre culto capaz de abrir el entendimiento, el corazón y los brazos a las realizaciones de la humanidad para nutrirse y enriquecerse del legado del pasado y de los aportes presentes de la cultura universal mundial.

El hombre culto es aquel que penetra en el saber de las causas y las razones, el que sabe reconocer lo especial de las cosas, y profundiza en el núcleo de las causas reales. Según el Dr. en Filosofía y Letras, Gustavo Torroella, profesor de la Facultad de Filosofía de la Universidad de La Habana:

“Ser culto es tener en la vida, en las diferentes situaciones y problemas que se afrontan, una posición, una concepción del mundo, un conjunto de convicciones que nos ofrezcan:

ü      Criterios para juzgar y valorar las cosas, situaciones, personas.

ü      Fundamentar y tomar decisiones.

ü      Resolver problemas.

ü      Emprender conductas.”

Reconocemos entonces que la cultura libera al hombre de sus defectos e imperfecciones, y contribuye al desarrollo de sus potencialidades y a una vida más plena, para aportar al mundo su cuota de verdad, belleza y justicia.

El surgimiento de la Batalla de Ideas generó un número significativo de acciones concretas encaminadas al bienestar social de la población, conocidas como Programas Sociales de la Revolución. Aquellos dirigidos específicamente al sector educacional persiguen el propósito de formar honorables hombres y mujeres cada vez más cultos, más preparados; es decir, con una vasta  cultura general integral. Nuestro Comandante en Jefe ha relacionado este término a  un conjunto de conocimientos generales acerca de la lengua materna, la política, la ciencia y la tecnología, así como las tendencias de su desarrollo, lo ha asociado además a los valores de las diferentes manifestaciones artísticas que le permiten su apreciación, disfrute y expresión, la economía, la filosofía, la historia local, nacional y general, el deporte, la ecología, la protección y conservación del medio ambiente, de un estilo de vida sano con un empleo del tiempo libre enriquecedor, del ordenamiento jurídico nacional e internacional, dominio de la Constitución de la República, y de los deberes y derechos ciudadanos, los valores humanos que rigen las relaciones humanas, las nuevas tecnologías de la informática y las comunicaciones, la búsqueda de la información, el estudio independiente y la investigación, que le permitan mantenerse actualizado en todos los ámbitos de la vida cotidiana.

La Universalización de la Enseñanza Superior, en esta “nueva etapa” y la apertura de un significativo número de Sedes Universitarias Municipales, posibilita ampliar el acceso de todos los sectores de la población a la educación. La universidad cubana está llamada, a través de su interacción con el individuo, a la defensa de nuestros valores patrios e identitarios, a contribuir a su formación social, a demostrar la superioridad humanista de nuestro pueblo, a la formación de valores, lo que implica mejorar la calidad de vida espiritual, así como  la reafirmación de la identidad cultural y nacional.

 De esta manera, su encargo social está directamente relacionado con la madurez y significación que como institución cultural alcance esta en su interrelación con la sociedad; en este aspecto, la extensión universitaria es un factor clave, pues garantiza un vínculo dinámico y más abarcador, el que propicia la comunicación, identificación y actividad conjunta de los universitarios y la población en general.

La extensión, al igual que la docencia y la investigación, constituyen funciones sustantivas importantes para la universidad. El componente extensionista se convierte, a partir de su práctica, en el elemento que integra y dinamiza el flujo cultural universidad-sociedad. Como proceso integrador tiene como ley orgánica la prioridad de difundir la cultura e integrarse, de forma activa, a la dinámica cultural de su entorno.

Eliazar Ontiveros, prestigioso intelectual y estudioso del campo de la extensión, expresaba que nada le era ajeno a la Extensión Universitaria, ni lo que acontecía dentro de la universidad ni lo que más allá de esta. Consideraba además que la cultura universitaria y su difusión constituyen entes protagónicos.  Es por ello que la extensión, desde su perspectiva particular, puede y debe nacer de cada aula, llenar también cada espacio, cada pared, cada plaza interior.

La extensión, por su naturaleza, constituye un espacio para la vocación universitaria, por su contenido y procedimiento se complementa con el conjunto de estudios de actividades filosóficas, científicas, artísticas, deportivas y técnicas, y por sus finalidades debe proponerse como metas insustituibles:

1.      Proyectar la cultura de manera dinámica y coordinada.

2.      Vincular a todo el pueblo con la universidad.

Además de todo esto, debe estimular el desarrollo social, el nivel espiritual, intelectual, moral, físico-sanitario y técnico de la nación, promoviendo las soluciones fundamentales a las problemáticas de nivel general; o sea,  la extensión universitaria cumple con el importante encargo social de proyectar, en la forma más amplia posible, y en todas las esferas de la sociedad, los conocimientos, estudios e investigaciones de la universidad para facilitar el acceso y la participación de la comunidad en la cultura universitaria, y la elevación del nivel espiritual, moral e intelectual del pueblo.

La universalización de la Educación Superior amplía la gestión de la institución por cuanto permite el acceso de un número creciente de personas a la dinámica de la universidad. Actualmente, las Sedes Universitarias Municipales Pedagógicas concretan un número importante de acciones extensionistas que, si bien carecen de mayor coherencia y proyección estratégica, revelan resultados alentadores en materia de la realización de importantes actividades culturales, políticas, deportivas y recreativas, entre otras.

El enfoque integral para la labor educativa y político-ideológica en la universidad, constituye objetivo esencial de la Educación Superior en Cuba; ello es expresión de la importancia que se le concede a la formación de un profesional integral, revolucionario, capaz de responder a las exigencias que plantea la sociedad, con una amplia cultura política, profesional, ideológica y sociohumanista. Este enfoque integral implica a todos los niveles, estructuras y formas organizativas de la universidad pedagógica. La dimensión extensionista debe formar parte de la estrategia principal del centro, la sede universitaria y la microuniversidad.

 Esta dimensión tiene como soporte principal, para el desarrollo del modelo del profesional, la promoción cultural. Complementa entonces la formación y desarrollo de valores, conocimientos y habilidades en correspondencia con los objetivos educativos previstos.

En las Sedes Universitarias Municipales Pedagógicas, en la propia universidad, la función extensionista potencia y enriquece la formación cultural por diferentes vías; al mismo tiempo convierte al estudiante en protagonista de la promoción cultural, deportiva, y recreativa en su territorio al introducirlo como factor de cambio en la comunidad, y recibir en reciprocidad los mejores valores conservados y enriquecidos a partir de su propia historia.

La extensión universitaria posibilita insertar, en el desarrollo del proceso docente- educativo, un conjunto de elementos asociados tanto a lo instructivo como a lo educativo, que junto a la función motivacional, contribuyen a generar aspectos de la cultura general, la historia patria, el desarrollo ético, la identidad nacional, las habilidades comunicativas y la cultura de la profesión; esto favorecerá el enriquecimiento del currículo y a la vez complementará la formación cultural integral en cada generación de estudiantes.

El actual proceso de universalización de la universidad cubana accede a potenciar acciones dirigidas a la superación profesional de la población y graduados universitarios; todo ello en total armonía con los avances científicos, tecnológicos, artísticos y deportivos. Es por ello que se considera una alternativa viable para le educación permanente de la comunidad por medio de la educación de postgrado y los cursos de extensión universitaria.

La planificación, organización, ejecución y control del proceso extensionista se desarrolla en diferentes niveles de dirección que guardan estrecha relación entre sí y tributan de manera directa e indiscutible al cumplimiento de esta función de la universidad:

La universidad

ü      Constituye el primer nivel del trabajo extensionista; se produce la interacción más dinámica y global entre la institución y el conjunto de instituciones y organizaciones sociales, estatales, y entidades del territorio y del contexto nacional e internacional.      

ü      Espacio cooperativo y colegiado que marca las pautas para las relaciones que deben establecerse con los restantes niveles.

ü      Se produce el vínculo más directo entre la comunidad universitaria y los restantes agentes sociales.

ü      Se planifican las estrategias y definen los objetivos de trabajo, así como se establecen las pautas para la actuación del resto de los niveles.

Las facultades y los departamentos docentes 

ü        Entre estos niveles se establece una estrecha relación, por cuanto el departamento tributa a la planificación estratégica de la facultad, en correspondencia con sus necesidades, objetivos y particularidades.

ü        La facultad parte de una planificación modelada a este nivel, pero no deshace el vínculo con el nivel universidad.

ü        La facultad está llamada a  garantizar la integración de los procesos sustantivos en sus estudiantes y contribuir a la formación integral de estos desde la perspectiva del proceso extensionista, posibilitando contribuir a la solución de problemas de su entorno.

ü        Es en este nivel donde el estudiante se prepara para su tránsito a la Sede Universitaria Municipal Pedagógica, adquiriendo una importante preparación.

Las Sedes Universitarias Municipales Pedagógicas

ü        Constituyen estructuras de dirección territoriales que diseñan sus estrategias a partir de lo indicado para el programa de la universalización, en plena correspondencia con las particularidades de cada territorio, las potencialidades que ofrece este, los objetivos propuestos y la planificación de sus microuniversidades, sin olvidar los objetivos planteados en el programa de la universidad, así como las orientaciones emanadas de este nivel.

La microuniversidad

ü        Este nivel resulta esencial por cuanto materializa los diferentes componentes o relaciones desde la base, permitiendo una participación más amplia.

ü        Es un espacio de relación más estrecho entre docentes, tutores y estudiantes, donde las estructuras de base de las organizaciones juveniles y estudiantiles son un motor impulsor del desarrollo de estas acciones.

ü        Los estudiantes tienen un protagonismo directo en la materialización de los proyectos educativos.

ü        Interviene directamente en la solución de problemáticas de su entorno, a partir del vínculo directo y cotidiano con la población.

Resulta entonces importante el vínculo directo e indisoluble que se establece entre estos niveles (complementados entre sí), donde se transita de eslabones superiores a inferiores y viceversa, logrando una mayor concreción de las acciones y ampliando la participación de la comunidad intrauniversitaria y extrauniversitaria. Ellos contribuyen al desarrollo exitoso del proceso extensionista, a la vez que conciben una relación de doble vía con la sociedad.

La extensión universitaria propicia una relación dialéctica entre la universidad y la sociedad, que se da en el propósito común de promocionar la cultura; se expresa entonces como sustantiva de la universidad en su movimiento y en sus relaciones con el medio social.

La línea que sigue esta función sustantiva en condiciones de universalización es precisamente promover un movimiento extensionista de interacción sociocultural con su entorno, a partir del protagonismo de los profesionales de la educación en formación; implica además el fortalecimiento del vínculo escuela-familia-comunidad. Su esencia radica en convertir a niños y jóvenes en el centro del hecho educativo, y en agentes activos y transformadores de la vida espiritual, intelectual y política de su entorno; en verdaderos protagonistas de las transformaciones sociales y de su propia educación.

La extensión universitaria es, sin lugar a dudas, un proceso orientado a la labor educativa (en su más amplia y abarcadora acepción), que permite promover y elevar la cultura general integral del profesor en formación, de la comunidad universitaria y de su entorno social.

 

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