Dos predicciones de Martí en torno a las aplicaciones de la Electricidad
Autor:
DrC. Carlos Ezequiel Pino Pupo
Resumen
Se aborda la vinculación de José Martí con la
Electricidad como resultado de su multifacética obra, específicamente con su
labor periodística. Se enfatiza en dos predicciones interesantes que hace el
Maestro acerca de futuros empleos de esta ciencia, bastante alejados en el
tiempo, de la época que le tocó vivir: una, la aplicación de la Ciencia
Eléctrica al arte militar con el correspondiente recrudecimiento de la guerra,
lo que se ha materializado y se ha acrecentado en las últimas décadas; la otra,
la posibilidad que tendría el hombre de portar consigo, como el reloj en los
tiempos de Martí, otros equipos diminutos portadores de luz, calor o fuerza. Se
pretende mostrar la capacidad de predicción del Maestro, no ya desde el punto
de vista político, sino desde el punto de vista tecnológico.
Palabras claves: Electricidad, Martí-electricidad, Martí-periodista,
Ciencia Eléctrica.
It refers to Jose Marti´s
closenes to the field of Electronics within his journalist works. Emphasis is
made on two interesting predictions made by this great teacher about future
uses of this science that were advanced in relation to the times he lived: the
aplication of Electronics in military warcroft with the inminent worsening of
warfase wich has been materialized and multiplied in the last few decades. The
other: the posibility man could have of carrying on him, like the watch on
marti´s epoch some other tiny equipments carriers of ligth, heat or power. An
attemp is made on showing the predictive capacity of the Teacher, not only from
a political stardpoint, but rather from a technological one.
Key words: electricity, Marti- electricity, Marti-
journalist, Electronics.
Puede resultar extraño, insólito y hasta risible relacionar a José Martí
con la Electricidad y menos aún, como él la llamara, con la Ciencia Eléctrica.
Es que se está tan acostumbrado al Héroe, al Martí poeta, orador, dirigente
político, crítico de arte, cronista, traductor, dramaturgo, polemista, Maestro,
que todo ese talento ha oscurecido otra faceta; la del hombre interesado
vivamente en el conocimiento científico y tecnológico, la del periodista
popularizador de la cultura científica. Así sucede, Martí fue un gran
periodista, un asiduo investigador. Divulgó lo que se expuso, en materia de
Electricidad, en la Exposición de París en 1883 y lo que sería exhibido en
Viena de agosto a octubre del propio año. Son varios los artículos en que el
Maestro se adentra en el mundo de las ciencias; sin embargo en este artículo sólo
se hará referencia a lo relacionado con la Electricidad.
El primer trabajo publicado por Martí vinculado con la Electricidad fue
“Escuela de Electricidad” (1), en noviembre de 1883. Es aquí donde aparece una de las definiciones más
acabadas acerca del arte de educar: “Educar es depositar en cada hombre toda la
obra humana que le ha antecedido: es hacer a cada hombre resumen del mundo
viviente, hasta el día en que vive: es ponerlo a la altura de su tiempo, para
que flote sobre él, y no dejarlo debajo de su tiempo, con lo que no podrá salir
a flote; es preparar al hombre para la vida.” (2). A los amantes de la Electricidad
les cabe el orgullo de que, escribiendo sobre esta ciencia, fue que el Apóstol
de Cuba manifestó su concepción tan profunda sobre la Educación.
Hay un aspecto muy interesante en la mencionada obra. En Europa, para los
años ochenta del siglo XIX, ya se han dado los primeros pasos en la Educación
Técnica y Profesional, en lo que Inglaterra había sido pionera, y Martí compara
la universidad tradicional con las nuevas escuelas que han surgido. “Estas que
hemos venido llamando universidades científicas empiezan a ser llamadas en
Europa ‘escuelas técnicas’.” (3). Una de esas escuelas técnicas es la de Darmstad, que ya tenía, a decir de Martí (1975, p.
283), una subescuela de electrotecnia, que en el lenguaje de la Educación
Técnica y Profesional equivale a una especialidad técnica, de las que hoy día
existen varias. Al analizar las asignaturas del currículo de esta subescuela y
cerciorarse de la complejidad de las mismas, de su elevado contenido
científico, el Maestro comenta con asombro: “Tal parecemos viajeros perdidos en
un bosque inmenso -por tantos otros hombres habitado.” (4)
Un trabajo que vincula al Martí periodista con la Electricidad es
“Exposición de Electricidad.” (5). Aquí hace un recuento de otras exposiciones anteriores, como fueron a fines
de los setenta e inicios de los ochenta del siglo XIX, las de Sydenham, Münich, París y Londres; pero divulga con notable acierto
técnico, lo que se expondrá en Viena.
Sobre la Exposición de Viena, cual técnico experimentado, Martí relata:
“En un grupo irán las máquinas magnetoeléctricas y dinamoeléctricas. En otro,
las entrañas fecundas donde se elabora la electricidad: las pilas y todos sus
accesorios.” (6). Hace una explicación detallada de cada una de las aplicaciones de la
Electricidad en la época.
Algo llama especialmente la atención: es que el Maestro supo, desde su
tiempo, vislumbrar lo que serían las actuales guerras con sus tecnologías de
muerte. Esta es la primera gran predicción martiana sobre las futuras
aplicaciones de la Ciencia Eléctrica. Cuando Martí comprendió las amplias
posibilidades de empleo de la naciente ciencia a todas las ramas de la vida,
reflexionó especialmente sobre “... las aplicaciones de la electricidad al arte
militar, que llegarán a ser tantas, que harán la guerra de puro excesiva y
tremenda, imposible.” (7). No se equivocó, por desgracia para la humanidad, y sobre todo desde la
Guerra del Golfo hasta la fecha, todas las conflagraciones que han tenido
protagonismo imperialista, han sido guerras con aplicaciones ultramodernas de
la Electrónica, ciencia derivada de la Electricidad.
En la década de los años ochenta del siglo XIX, al arte militar estaban
vinculados algunos adelantos de la Electricidad, como era la comunicación por
hilos, la generación de energía eléctrica mediante máquinas dinamoeléctricas y
magnetoeléctricas, la utilización de baterías para mover lanchas que bien
pudieran utilizarse como torpedos y bombillas para alumbrado. Ya se hablaba de
aplicaciones de la Electricidad a la Meteorología, a la Astronomía y a la
Geodesia; pero todas estas aplicaciones distaban mucho de ofrecer claridad
alguna al Maestro sobre alguna utilización evidente en la guerra que pudiera
hacerla más difícil, desde luego, para los más débiles.
Independientemente de que el 7 de mayo de 1895, Alexánder
Stepánovich Popov presentó un informe a la Asamblea de la Sociedad
Fisicoquímica de San Petersburgo, sobre la invención de la radio, Martí no tuvo
tiempo de familiarizarse con este invento. Ya estaba todos los días en peligro
de dar su vida por su país y por su deber, como le expresara en su testamento
político en carta a Manuel Mercado, horas antes de caer en combate,
precisamente el día 19 del mismo mes y del mismo año. La aplicación de la radio
al arte militar sólo ocurrió después de que John A. Fleming patentara el diodo
rectificador como elemento detector, en 1904. Esto fue clave para aplicaciones
futuras porque muchos adelantos militares posteriores a esta fecha están
vinculados a las radiocomunicaciones. ¿Cómo Martí imaginó entonces que esa
ciencia naciente representaría tal desarrollo para el arte militar? Es por
ello, entre otras razones, que es posible hablar de una visión tecnológica en
José Martí, en lo que a la Electricidad se refiere.
Hoy día existe un dominio radioelectrónico del arte militar, iniciado por
la puesta en práctica del radar en 1940, bautizado como el primer aparato
electrónico concebido para la guerra, usado por los ingleses frente a los
nazis; hasta los cohetes inteligentes ensayados por las tropas norteamericanas en
la operación Tormenta del Desierto, los aviones con disparo por comparación de
imágenes del campo de operaciones con el objetivo grabado en memoria, otros
aviones no piloteados, las bombas inteligentes, entre otros artefactos, que
luego de perfeccionados se probaron nuevamente en Yugoslavia, Afganistán e
Iraq. Las escenas vividas en los países mencionados, (recuérdese, por ejemplo,
la bomba que perforó el túnel en Iraq en 1991, donde se protegía la población
civil) corroboran la predicción
martiana.
La anterior predicción no es la única del Maestro desde el punto de vista
eléctrico. La segunda, reflejada en su trabajo “Últimos adelantos en
Electricidad” (8), publicado en octubre de 1883, al comentar lo que se había expuesto en
materia de adelantos de Electricidad en la Exposición de Viena, luego de
explicar magistralmente el principio de funcionamiento de la electricidad sin dinamo,
la estufa termoeléctrica, el teléfono perfeccionado y el transmisor microfónico
de Berlinier, Martí es capaz de sentenciar: “Día llegará en que pueda llevar
consigo el hombre, como hoy el tiempo en el reloj, la luz, el calor, y la
fuerza en algún aparato diminuto.” (9)
¿Es que acaso Martí soñó con la Microelectrónica? En ninguna parte se ha
declarado; sin embargo, la materialización de sus predicciones son cosas tan
comunes en esta época, como deben haber sido de asombrosas en la que le tocó
vivir a él. En 1883 había muy pocos aparatos portátiles, sobre todo por la
desventaja del tamaño y la masa de las pilas y acumuladores de entonces, pero
como ya fue explicado aún no existía la radiocomunicación, aspecto clave para
el control remoto.
Hoy el hombre puede llevar consigo lo mismo que un teléfono celular, un
equipo reproductor de música con lector de rayo láser o un sencillo detonador
electrónico para una potente bomba que cabe en una calculadora, una cámara
fotográfica digital o un transmisor satelital, por sólo citar algunos ejemplos.
Con estas geniales predicciones de Martí acerca de las aplicaciones
futuras de la Ciencia Eléctrica se descorre una parte de la cortina que cubre
facetas poco conocidas del Héroe Nacional de Cuba. Para un hombre dedicado a la
lucha por la libertad de su pueblo, que vivió en los Estados Unidos tantos años
y conoció este monstruo, pudiera resultar fácil predecir la fuerza con que
caerían sobre América para saquearla, pero predecir desde el punto de vista
tecnológico futuras aplicaciones de la Electricidad, en las que intervendrían
otras ciencias que en la década de los ochenta del siglo XIX no habían nacido,
es un tanto difícil. Sólo es posible en un genio, y Martí, sin dudas, lo era.
El periodista José Martí no sólo fue un artífice de las letras, un
autodidacta en el aprendizaje de aquellos temas que le eran ajenos, sino que
era un visionario, un hombre con un talento incomparable, un descubridor de
futuro.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
(1)MARTÍ
PÉREZ, J. Obras completas. Tomo VIII, p. 281.
(2)Ibid.
(3)Ibid., p. 283.
(4)Ibid., p. 284.
(5)Ibid., p. 347.
(6)Ibid., p 348.
(7)Ibid.
(8)Ibid., p. 415.
(9)Ibid., p. 416.
BIBLIOGRAFÍA:
MARTÍ PÉREZ, J. Obras completas. Ciudad de La
Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 1975. Tomo VIII.
GIMÉNEZ MARTÍNEZ,
J. L. Curiosidades en la historia de la Electricidad y la Electrónica (I). Revista Mundo Electrónico,
(Madrid), No. 24, abr. 1973, p. 68.
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Curiosidades en la historia de la Electricidad y la Electrónica (II). Revista Mundo
Electrónico, (Madrid), No. 144, oct. 1984, p. 201.
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Curiosidades en la historia de la
Electricidad y la Electrónica (III). Revista Mundo Electrónico, (Madrid),
No. 152, abr. 1985, p. 139.
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Curiosidades en la historia de la Electricidad y la Electrónica (IV). Revista Mundo Electrónico, (Madrid), No.
152, jul. 1985, p. 138.
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Curiosidades en la historia de la Electricidad y la Electrónica (V). Revista Mundo
Electrónico, (Madrid), No. 155, oct. 1985, p. 76.