ALCA significa más neoliberalismo.
Autoras:
Lic. Ana Portuondo
Zapata
Lic. Elba Lazo
Varela
Resumen
El trabajo aborda los términos de globalización y
globalización neoliberal. Se hace referencia al significado de la aplicación de
dicha política para los países de América Latina y el Caribe, así como las
graves consecuencias que entraña la misma. Se analiza el fenómeno del ALCA como
aplicación dogmática del neoliberalismo
en los países del hemisferio.
Palabras claves: Globalización, neoliberalismo, imperialismo,
ideología, capitalismo.
Abstract
The work deals
with globalization and neoliberal globalization. Reference is made to its
implementation and impact on the Latin American and Caribbean countries, as
well as the sequels of such implementation. Also, an analysis is made on the
dogmatie application of neoliberalism through the Agreement, in the countries
of the hemisphere.
Key words:
Globalization, neoliberalism, imperialism, idiology, capitalism.
Durante el siglo XX se fueron instaurando regímenes socialistas
en un número creciente de países a partir del triunfo de la Revolución
Socialista de Octubre de 1917 en Rusia, que devino en el primer país socialista
del mundo: la Unión Soviética. Durante más de 70 años se fue testigo de la
lucha entre un campo de países socialistas y uno de países capitalistas. Las
relaciones entre ellos se caracterizaron por el enfrentamiento, unas veces de
forma solapada y otras, de forma abierta y directa. Durante todo este tiempo el
capitalismo continuó transformándose y agudizando sus contradicciones internas;
el socialismo por su parte, acumuló experiencias teórico-prácticas.
El contexto sociopolítico que se da a finales de los
años ochenta y principios de los noventa, pudiera marcarse por tres grandes
acontecimientos: la caída del Muro de Berlín
en noviembre de 1989, la Guerra del Golfo a principios de 1991 y junto con ellos, a
finales de ese mismo año, la desaparición de la Unión Soviética, la cual
constituyó un durísimo golpe para el movimiento revolucionario y socialista
mundial. A partir de ese momento se abre un nuevo período histórico, un mundo
nuevo, en el que Estados Unidos pugna
por convertirse en la única superpotencia mundial en lucha con poderosos
centros capitalistas como la Unión Europea y Japón, por solo citar algunos,
poniéndose a partir de entonces mecanismos económicos de otro tipo. En estas
condiciones, cuatro países proclaman conscientemente la continuación, en su
territorio, de la construcción del socialismo: Cuba, China, Corea del Norte y
Viet Nam. Se creó así, a fines del siglo XX y principios del XXI, una peculiar
situación económica y política internacional: un mundo unipolar, la humanidad
bajo el dominio de una enorme superpotencia
hegemónica, Estados Unidos, y una correlación de fuerzas a favor del
capitalismo.
Cuando aparece el capitalismo a fines del siglo XVI,
suscita una serie de fascinaciones y expectativas, por una parte hay
tecnologías nuevas, la máquina de vapor y nuevos medios de comunicaciones, como
el ferrocarril; pero por otra parte, también genera un desarrollo fantástico de
enriquecimiento de aquellos que se benefician de estos aportes técnicos. Los
obreros, clase más avanzada y progresista de la sociedad capitalista,
necesitaba una teoría para comprender al capitalismo. Esa teoría es el
Socialismo, la que caracterizó los últimos dos siglos vividos: XIX y XX.
Hoy día se está en una fase que se caracteriza
también por la aparición de nuevas tecnologías que han permitido que surja un
nuevo medio de comunicación. Igual que el capitalismo que primero propició el
nacimiento del ferrocarril como vía de comunicación nueva, por Internet
circulan objetos invisibles como los avances científico-técnicos alcanzados por
la industria, la electrónica, la computación, la aeronáutica, el comercio y las
comunicaciones, que es en gran parte lo que tiene que ver con el mundo de la
información, la telefonía, la electricidad, la comunicación vía satélite, y
otros. Por consiguiente, la comunicación puede considerarse hoy una industria
pesada, pues son círculos de poder económico que impulsan la expansión
internacional de las actividades
económicas comerciales, financieras y de inversión, así como la rapidez en la transmisión de información de ideas,
noticias, teorías, conceptos sobre los más disímiles campos del saber.
Los medios de comunicación abusan de la libertad de
expresión, en la medida que ponen toda su fuerza ideológica al servicio de los
objetivos puramente políticos; un ejemplo de esta situación fue y es todavía
Venezuela, donde los grandes medios de ese país que pertenecen al sector
privado están conduciendo una campaña a base de manipulaciones, de mentiras, de
deformaciones, de desinformaciones contra el gobierno legítimo y democrático
dirigido por Hugo Chávez, elegido por su pueblo, que llegaron a hacer cosas tan
duras como el Golpe de Estado del 11 de abril del 2002. Es decir, en un
contexto en el que el gobierno democrático y legítimo respeta totalmente la
libertad de expresión, los medios, con ayuda de organismos internaciones,
pudieron dar el Golpe de Estado y se trabaja en la preparación de otros.
Este capitalismo, distinto al de fines del siglo
XVIII y principios del siglo XIX, ha creado un nuevo mundo, nuevos
enriquecimientos y por tanto nuevas injusticias. Entonces, ¿cómo interpretar el
momento actual en el mundo?, ¿qué características tiene?, ¿cómo continuará la
marcha del género humano hacia el futuro?, ¿qué vías y concepciones deben elaborar las fuerzas revolucionarias y progresistas para transformarlo?
Se está viviendo un mundo globalizado, dominado por
la ideología, las normas y los principios de la globalización neoliberal. La
globalización es un término actualmente utilizado, que refleja el proceso
objetivo de desarrollo de las fuerzas productivas a nivel de todo el orbe, los
cuales adquieren cada vez más un carácter social. El Comandante en Jefe Fidel
Castro Ruz, en su discurso pronunciado en el Aula Magna de la Universidad
Central de Venezuela el 3 de febrero de 1999 dijo:
“La
globalización no es a nuestro juicio, un capricho de nadie, no es siquiera
un invento de alguien. La globalización es una ley histórica, es una
consecuencia del desarrollo de las fuerzas productivas – y excúsenme por
emplear esa frase que todavía quizás asuste a algunos por su autor – un
producto del desarrollo de la ciencia en grado tal que aún el autor de la
frase, Carlos Marx, que tenía una gran confianza en el talento humano,
posiblemente no fue capaz de imaginar.” ¹
Muchos conciben el fenómeno de la
globalización como algo nuevo surgido recientemente, sin embargo las raíces de
esta expansión mundial de la economía y el pensamiento se encuentran en los
orígenes del capitalismo. Recuérdese el liberalismo económico, corriente
política surgida a fines del siglo XVIII que preconizó la no intervención del
Estado en la actividad económica y el libre cambio. El forjador y artífice de
esta teoría económica liberal fue el escocés Adam Smith (1723-1779),
considerado por muchos el verdadero fundador de la ciencia económica, junto con
David Ricardo (1772-1823) y Robert Malthus (1766-1834); fue el principal teórico de la denominada escuela clásica de
enorme influencia a lo largo del siglo XIX. La idea que denominaba el
pensamiento de Adam Smith es la libertad económica y donde –según él– toda
intervención del Estado es inútil, ya que el orden económico se establece por
sí mismo, siempre que se den las consideraciones de la libre competencia.
Por su parte, el Keynesianismo, una de
las corrientes principales de la economía política burguesa que surge en la
época de crisis general del capitalismo (1929-1933), ejerció especial
influencia sobre el sistema de sus concepciones, al demostrar su necesidad de
la intervención estatal en el proceso de reproducción capitalista. El
surgimiento de esta corriente está relacionada con el nombre del economista
Inglés John Maynard Keynes (1883-1946), quien en los años 30 realizó una
transformación sustancial de la economía política burguesa.
La idea que denomina la marcha de la actual globalización es la
del neoliberalismo. Sus partidarios sostienen que el libre juego de las reglas
del mercado, sin la intervención administrativa del Estado, garantiza el
equilibrio en la actuación de los factores económicos, un crecimiento sostenido
y la solución al desempleo. Según ellos, el Estado no debe intervenir en los
asuntos económicos.
Lo cierto es que el
neoliberalismo ha condenado al mundo a un incremento de la pobreza y la miseria
para la mayoría de los países, y a una concentración de las riquezas para los
menos, aumentando con ello la desigualdad entre los países y también entre la
población de un mismo país.
Estados Unidos saquea a
los países del Tercer Mundo con los intereses y las ganancias de sus
inversiones, con la fuga de capitales, el intercambio desigual, pues les compra
barato las materias primas y les vende caro sus productos, los saquea a través
de una competencia en que tienen todas las ventajas para imponer su tecnología.
Es decir, se multiplican las formas de saqueo.
¿Qué ha dejado el
capitalismo y la globalización neoliberal para los países del hemisferio?.
Pudiéramos mencionar entre otras cuestiones las siguientes:
a) Hambruna, pues el mundo cuenta hoy con más de 800
millones de hambrientos.
b) Una gran pobreza, personas que no pueden disfrutar
siquiera de los más elementales derechos humanos.
c)
Millones de
niños trabajan en condiciones infrahumanas para la subsistencia de ellos y sus
familias.
d) Otros millones sin acceso a la educación y que viven
en las calles.
e) Niños y adultos que mueren cada año por desnutrición,
enfermedades prevenibles o curables.
f)
Crecimiento
constante de la brecha entre ricos y pobres.
El capitalismo no ha
sido capaz de solucionar los problemas de la sociedad humana, muy por el contrario, sí de acelerarlos, por lo que Estados Unidos y los países que
conforman la élite de poder del sistema capitalista, tendrán que cargar sobre
sus hombros la enorme responsabilidad de las consecuencias antes mencionadas
para los países tercermundistas.
La aplicación dogmática
de la globalización neoliberal en América Latina es precisamente el ALCA. El
proyecto del ALCA es un producto histórico. En los años noventa Estados Unidos
cayó al séptimo lugar en ingreso percápita y nivel medio de vida. La tecnología
de punta ya no se generaba en ese país en diversos renglones. Surge la
necesidad imperiosa de tomar un megabloque bajo su dominio. El Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN)
fue un gran avance en ese sentido. La primera Cumbre de las Américas,
celebrada en diciembre de 1994 en Miami, constituyó el siguiente paso. En ella,
los jefes de Estados y de Gobiernos de 34 países “democráticos” del continente
y de la zona caribeña acordaron establecer el Área de Libre Comercio de las
Américas, con lo cual se eliminarían progresivamente las barreras al comercio y
la inversión en el hemisferio.
El proceso de
construcción del ALCA se ha llevado a cabo en el estilo usual de los
gobernantes burgueses, guardando las debidas formas protocolares para los
medios de comunicación y la opinión pública, pero reservándose el contenido
para sus negociaciones clandestinas. Las principales etapas del proceso están
marcadas por los siguientes hechos: finales de los ochenta, grupos de poder
económico y político condujeron al gobierno norteamericano encabezado por
George Bush, padre, a plantear en 1991 la nueva estrategia. Bajo el “período de
Clinton” se montó el escenario y se convenció a la tecnocracia liberal de los
países latinoamericanos de las “bondades” de esta iniciativa. El proceso de
construcción del ALCA empezó formalmente en 1994 y la intención era concluir
las negociaciones en enero del 2005 para su entrada en vigor en diciembre del
mismo año.
El ALCA crea una zona
de libre comercio, es una forma en que los mercados de esos países son
invadidos por los productos norteamericanos. El ALCA lo que pretende es
precisamente eso: darle a los latinoamericanos y caribeños más neoliberalismo,
hacerlo sin vuelta atrás, queriéndolos convertir en un compromiso jurídico
internacional; es como diría el compañero Osvaldo Martínez en su intervención
como presidente del II Encuentro Hemisférico de Lucha Contra el ALCA: “Lo que
se negocia ahora en el ALCA no es mas
que la codificación de los principios esenciales neoliberales para convertirlos
en normativas internacionales (…) “²
El ALCA no es un simple
Tratado de Libre Comercio; es una imposición de políticas gubernamentales por
parte de Estados Unidos y de sus principales corporaciones económicas,
especialmente en el área de las inversiones, el uso de la tierra con el
objetivo de controlar los recursos naturales claves de América Latina. Hoy se
afirma que el ALCA constituye un gran peligro, pues significa anexión; es el
asalto final contra la unidad y la independencia de los pueblos
latinoamericanos.
El gobierno de los
Estados Unidos en los últimos años ha actuado con premura por poner a prueba su
proyecto de recolonización, su interés radica en penetrar en los mercados
latinoamericanos para tratar de compensar el creciente déficit comercial que en
el año 2001 alcanzó la economía estadounidense. De manera alguna se puede
pensar que América Latina y el Caribe serán vistos como socios felices de este
proyecto; tampoco creer que quiera EE.UU. compartir los supuestos beneficios
con ellos.
América Latina no
constituye la primera región petrolera
del mundo, pero produce alrededor del 15% del crudo mundial y posee el 11% de
las reservas. La tercera parte del potencial mundial del agua utilizable, está
en América Latina; es también la región de mayor riqueza en términos de
biodiversidad, pues cuenta con el 40% de las especies de animales y vegetales
existentes. Razones como estas explican la premura estadounidense para hundir a
Latinoamérica en el ALCA.
¿Cuál es el balance
sumario de las últimas décadas en la región de América Latina y el Caribe, con el que se afronta la iniciativa
estratégica del ALCA?. Los países de la región fueron involucrados en procesos
que replanteaban su inserción en la economía internacional, adoptando el modelo
neoliberal y asumiendo los dictados del FMI, del Banco Mundial de Washington;
los gobiernos latinoamericanos y caribeños alinearon sus políticas a los
intereses del gran capital norteamericano en áreas esenciales, como las
finanzas públicas, el sistema monetario y financiero, la desregulación
económica, el gasto social, la
“administración de la pobreza” y el medio ambiente, entre otros.
Además de estos
problemas, los últimos decenios representan también la pérdida de la
autosuficiencia alimentaria y de segmentos importantes de la producción
manufacturera en numerosos países de la región. En este tiempo se desató el
narcotráfico y el lavado de dinero. Se aplicaron “políticas de ajuste” que
aumentaron el desempleo y el subempleo. Descienden los indicadores de salud,
educación y servicios básicos.
En el marco de esta
situación hay una creciente inclinación de la ciudadanía a depositar sus
esperanzas en los partidos y las alianzas del centro-izquierda, y un número
cada vez mayor del electorado está llevando a esta fuerza al poder.
Crear conciencia,
denunciar la voracidad imperialista y el riesgo que están corriendo los pueblos
de América Latina y el Caribe, son las tareas más urgente de las fuerzas de
izquierda.
En la velada política cultural por el 45
Aniversario del Triunfo de la Revolución Cubana en el teatro capitalino “Karl
Marx”, el Comandante en Jefe Fidel Castro, emitió, una vez más, sus acertados
criterios acerca de este proyecto, declarando que el ALCA arrasará con
Latinoamérica y que, de implantarse, barrería las industrias nacionales, y
convertiría el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y el Pacto Andino en apéndices
de la economía norteamericana. Agregó que tal proyecto seguiría siendo
insostenible, tanto para los pueblos de América Latina, como para el propio
pueblo de Estados Unidos, quien verá amenazados sus empleos por una abundante
mano de obra barata, pues mano de obra barata y no calificada es algo que
pueden ofrecer masivamente los oligarquías latinoamericanas.
¹ Castro
Ruz, Fidel: “Una revolución solo puede ser hija de la cultura y las
ideas”, p. 10.
² Martínez,
Osvaldo: ALCA: el convite de la “Roma americana”. Periódico Granma, 26 de noviembre de 2002, p. 5.
CASTRO RUZ,
FIDEL. Una revolución solo puede ser
hija de la cultura y las ideas. Ciudad de
La Habana, Ed. Política, 1999. 66p.
HERNÁNDEZ MARTÍNEZ,
JORGE. Hegemonía y política
latinoamericana de Estados Unidos en
la era del ALCA. En Cuba
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MARÍN,
MAGGIE. El ALCA bajo asedio. En Bohemia, (Ciudad de La Habana), No.
25, Año 95, 12 de diciembre de 2003, p.
44.
MARTÍNEZ,
OSVALDO. ALCA: el convite de la
“Roma americana”. En Periódico Granma, (Ciudad de La Habana), 26 de noviembre de
2002, p. 4-5.
RODRÍGUEZ
GARCÍA, JOSÉ LUIS.
Globalización y equidad. En Cuba Socialista, (Ciudad de La Habana), No. 25, Año 2002, p.
26-33.