Modelo
para la formación de las habilidades manuales de tornería.
Autor:
MsC.
Amaury Castañeda Velázquez
Resumen
El presente trabajo aborda el problema de cómo lograr la solidez
de las habilidades manuales de la tornería, en el proceso de formación del profesional,
en los estudiantes de las especialidades Mecánicas de la Educación
Técnica y Profesional. Se propone un modelo donde se contemplan las relaciones
que se establecen entre las dimensiones tecnológica, psicológica y didáctica en el proceso de
formación de las habilidades manuales de la tornería, de las que se derivan los
principios necesarios para lograr la
solidez de dichas habilidades.
Palabras claves: Habilidades
manuales, proceso
de formación, solidez, modelo,
principios.
Abstract
The present article deals with the problem of how to solidity
achieve the manual abilities of tourning in the profesional formation
process of the estudents of the specialty of Mechanics in the Technical and
Professional Formation. Also, a theoretical model is proposed is which
the relations among the technological, psychological and didacic dimensions are
set in the professional farmation proces in the manual abilities of tourning.
Futhermore, some necessary principles to solidity achieve these
abilities are derived.
Key words: Manual abilities, formation process, solidity, model,
principles.
Desde el año 1993 se investiga sobre el proceso de formación de habilidades. Entre
los años 1995 y el 2000 se realizaron investigaciones sobre las insuficiencias
en la formación de las habilidades profesionales de las especialidades
mecánicas en la provincia de Holguín, (Castañeda, 1998; Alonso, 2000; y
Tejeda, 2000), y se pudo constatar entre las causas de las mismas la poca
solidez de las habilidades manuales en el proceso de formación de las mismas;
por lo que en el en el presente artículo se aborda el problema de cómo
lograr solidez en las habilidades manuales de la tornería, en el proceso de
formación del profesional de las especialidades Mecánicas.
Para mejor comprensión de lo que se pretende tratar,
se necesita definir el concepto de solidez en las habilidades, el cual
se refiere al dominio de las habilidades luego de haber transcurrido un largo
tiempo sin ejercitarlas. Las afectaciones de la solidez en las habilidades
manuales de la tornería, se manifiestan al observar en las empresas de
producción, la incapacidad del recién graduado para asumir las
responsabilidades y los retos que le impone la vida laboral en cuanto a la
ejecución de las mismas.
1. Relaciones
entre las dimensiones tecnológica, didáctica y psicológica en el proceso de
formación de las habilidades manuales de tornería.
En el análisis del proceso
de formación de las habilidades manuales de tornería ha quedado evidenciado que
existen limitantes teóricas en el
establecimiento de las relaciones entre las dimensiones tecnológica, didáctica
y psicológica que generen los principios para la formación de las habilidades
manuales de tornería, sobre las cuales se puedan sustentar el modelo y la
metodología para el proceso de formación de las mismas; por lo que para lograr modelar el proceso y diseñar la metodología que
resuelva el problema que se investiga, se impone, en primer lugar, dejar bien
claras las relaciones que existen entre estas dimensiones.
Del
análisis del objeto de la investigación se toma la definición de cada una de
estas dimensiones:
1.
Tecnológica: Es la parte del proceso que
detalla lo que el estudiante necesita aprender y que luego debe permanecer
durante largo tiempo en su actuación. Se puede sintetizar en tres componentes:
equipamiento tecnológico (máquina), procesos tecnológicos y métodos
tecnológicos. Se manifiesta a través del funcionamiento de los tornos, la
utilización de herramientas y dispositivos, el procesamiento de semiproductos y
piezas, y la ejecución de métodos y procedimientos del proceso tecnológico de
tornería de que se trate.
2.
Psicológica: Es la que tiene que ver con los
mecanismos psíquicos de la personalidad del adolescente para que este aprenda;
es lo que posibilita que luego de aprender, lo aprendido permanezca por largo
tiempo en su actuación, no desaparezca a corto plazo, perdure en el tiempo. El
autor lo sintetiza en las relaciones que se establecen entre las unidades
primarias, formaciones psicológicas particulares y generalizadoras en las
esferas inductora y ejecutora de la personalidad del adolescente.
3.
Didáctica: Es la que tiene que ver con las vías a
utilizar para que lo que se necesita aprender, se aprenda, de forma tal que
perdure ese aprendizaje en la actuación del egresado a través del tiempo. Se
sintetiza en la interacción y relaciones que se establecen entre las categorías
del proceso docente educativo; es decir, entre problema, objeto,
objetivo, contenido, método y resultado.
Al interrelacionar
las dimensiones que sirven de sustento teórico a la presente investigación, se
puede observar que tomando como centro al estudiante, ser biopsicosocial, este necesita de lo tecnológico
para poder manipular el torno y ejecutar los procesos tecnológicos a través de
los métodos y procedimientos de torneado, con el fin de elaborar piezas en la
cantidad y con la calidad requerida. Estos métodos y procedimientos se
incorporan a través de los mecanismos psicológicos que el estudiante posee, en
los que intervienen las unidades primarias, tales como: las necesidades, los
motivos, las vivencias afectivas, (emociones, sentimientos, afectos, estados de
ánimo, estados de tensión, pasiones) y la voluntad, en la esfera inductora; así
como los procesos cognoscitivos, (sensaciones, percepciones, memoria,
pensamiento e imaginación), la atención y el lenguaje, en la esfera ejecutora.
Además, como formaciones psicológicas particulares: los intereses,
aspiraciones, convicciones, autovaloración, intenciones e ideales en la esfera
inductora, y los hábitos y las habilidades, en la ejecutora. De igual forma,
inciden las formaciones psicológicas generalizadoras, como son el carácter, en
la esfera inductora, y las capacidades, en la ejecutora. Todos estos elementos
conforman una interrelación compleja, en las que unos influyen y/o determinan
en otros. Se necesita de un mediador que dosifique, organice y utilice las
formas y las vías más adecuadas para que sean aprendidos y fijados estos
procedimientos tecnológicos. Este mediador no es otro que la didáctica propia
del proceso tecnológico, la cual necesita tener en cuenta lo tecnológico y lo
psicológico para adecuarse y contextualizarse a las características de lo
externo e interno.
A continuación se
analizan las relaciones entre cada una de estas dimensiones de forma
independiente y atendiendo a cada uno de los elementos y categorías que los
integran:
- Relaciones
entre las dimensiones tecnológica y didáctica.
Para la relación de
estas dos dimensiones se asume en la didáctica las categorías de la misma, se observa
que la tecnológica, como una dimensión del proceso formativo real, se refleja
en la categoría objeto de la cultura en la dimensión didáctica, y a su vez, los
métodos tecnológicos se corresponden con la categoría contenido. En ambos casos
se toma de lo tecnológico la parte que interesa abordar en las unidades
temáticas de la asignatura, constituyéndose estos en los objetivos. La
categoría método de enseñanza es utilizada por el profesor para transmitir a
los estudiantes el contenido; o sea, los métodos tecnológicos, que no son otra
cosa que acciones y operaciones de predominio manual que se pretende que los estudiantes
dominen para que queden formadas las habilidades manuales de tornería
correspondientes.
Las relaciones en la
dimensión didáctica “… tienen en
común el hecho de que ocurren en un
plano interno, es decir, en el sujeto, pero mediados por factores externos que
son los que en el proceso docente educativo deben garantizarse…” (Álvarez, V. I.,
1999); por lo que no es suficiente el establecimiento de estas relaciones entre
estas dos dimensiones, tecnológica y didáctica. Se precisa analizar qué sucede con
lo interno en el estudiante y esto solamente es posible si se interrelacionan
con la psicológica.
- Relaciones
entre las dimensiones tecnológica y psicológica.
En la dimensión
psicológica intervienen todas las unidades primarias y formaciones psicológicas
de la personalidad antes referidas. En el mismo es necesario analizar cómo
ocurre el proceso de transformaciones de las influencias externas sobre las
condiciones psíquicas internas del estudiante, en las cuales se representa lo tecnológico;
es decir, el torno, los procesos de torneado, y los métodos y procedimientos
que se ejecutan para elaborar las piezas.
El torno, los
procesos y los métodos de torneado se reflejan en la psiquis a través de los
procesos cognoscitivos; o sea, a través de las sensaciones, percepciones,
memoria, pensamiento e imaginación del
estudiante. Este reflejo, debido a la exposición directa del estudiante a lo
tecnológico, y con la condición imprescindible de la interacción física, es
decir, la manipulación del torno, la ejecución de los procesos, puede producir
una formación de habilidades manuales espontánea; “aprendizaje espontáneo”.
(Pino P., 2005). Pero muy elemental, con huellas endebles, poco sólidas, en
dependencia de otros factores, como el tiempo de exposición, las necesidades,
los motivos, las vivencias afectivas, la voluntad, los intereses, las
aspiraciones, las intenciones y los ideales del estudiante. Se ha evidenciado en
el análisis efectuado que, en determinado período, esta fue una variante de
formación que dilataba mucho el proceso, por lo que tampoco es suficiente el
establecimiento de estas relaciones; se necesita analizar qué ocurre entre la
dimensión didáctica y psicológica.
- Relaciones
entre las dimensiones didáctica y psicológica.
De igual forma que
al analizar las relaciones de las dimensiones tecnológica y psicológica, se
parte de la intervención e influencia de todos los mecanismos psicológicos en
el mismo. Se asume además, que lo tecnológico se ha llevado a lo didáctico como
objeto de la cultura. En lo que se refiere a las necesidades, motivos,
vivencias afectivas, intereses, etc., se ha profundizado en las relaciones
entre estas dos dimensiones en otras investigaciones. (Mendoza, 2001). Sin
embargo, se considera que en las relaciones con los procesos cognoscitivos,
fundamentalmente de los que depende la solidez de las habilidades a formar; o
sea, las sensaciones, percepciones y la memoria, se necesita profundizar,
particularizando en el aprendizaje motor. Se pueden apreciar las siguientes
relaciones:
1)
Se asume que “la fuente del
movimiento y la acción voluntaria no yace ni dentro del organismo ni en la
influencia directa de la experiencia pasada, sino en la historia social del
hombre;... en esa comunicación… que fue la base ontogénica del movimiento
voluntario y de la acción intencionada”. (Vigotsky, 1983). Se acepta, además,
que los trazos de los estímulos recibidos, pueden extender ampliamente su
volumen cuando se trata de estímulos visuales; por lo que vinculando ambos
criterios, se puede deducir que, a través de la comunicación en que predominen
estímulos visuales, se puede transmitir un mayor volumen de contenidos, en este
caso métodos y procedimientos tecnológicos para ejecutar operaciones y acciones
de torneado, las cuales pueden durar más en la memoria. Es decir, que desde lo
psicológico se evidencia una predisposición positiva a la obtención de un mayor
volumen de información tecnológica y a su vez, mayor solidez de esa información,
si desde lo didáctico se aplican métodos con predominio de información visual,
lo que sugiere un efecto reforzador de la
demostración.
2)
Se ha podido comprobar que la interferencia es el influjo de los hábitos ya existentes en el
individuo sobre la formación de otros nuevos. Uno de ellos es el efecto recíproco
inhibidor entre los hábitos y las habilidades. Por otro lado,
cada
individuo tiene sus patrones de aprendizaje y sus características individuales
para procesar la información que se le suministra; pero independientemente de
esto, luego de un proceso de sistematización, aprende las acciones y
operaciones que se le enseña, estén mal o bien los procedimientos y métodos
tecnológicos enseñados, siendo muy difícil por dicho efecto modificar los
hábitos y las habilidades manuales mal aprendidas; por lo que la corrección de
los errores en una fase temprana del aprendizaje, contribuye a una mayor
permanencia de las habilidades manuales de tornería correctamente aprendidas.
La reestructuración personalizada y perfeccionada de las operaciones y acciones manuales a
ejecutar; desde el punto de vista didáctico, conformarían las habilidades
manuales, vistas en
una dimensión psicológica, lo que permitiría el aprendizaje de correctos
métodos y procedimientos para alcanzar los objetivos que se persiguen con la
realización del proceso tecnológico de tornería de que se trate.
3)
Otra de las influencias es el efecto de transmisión, el cual se define
como “la extensión del efecto positivo del ejercicio de un hábito a otro”.
(Rubinstein J. L. ,1969). O sea, que el ejercicio de un hábito y por
consiguiente la formación de una habilidad, facilita la formación de otra
mediante la generalización de “los componentes”, (acciones), de la primera a la
segunda, no de los “elementos”, (operaciones). Por consiguiente, la transmisión
contribuye a la permanencia de la habilidad en la actuación del estudiante por
ser un efecto reforzador de la misma.
4)
De acuerdo con
los criterios de
clasificación de la memoria que se asumen, se acepta como una de las tipologías
por la duración de la huella: de corta duración,
(inmediata), y de larga duración, (mediata), la cual depende de la repetición de las
acciones y operaciones. Se detallan como requisitos para la formación y el
desarrollo de las habilidades, los cualitativos referidos a la periodicidad,
frecuencia y duración con que deben realizarse las operaciones y acciones
manuales, como premisas y condiciones para el logro de los niveles de dominio y
para garantizar su permanencia. Además, la proporción racional entre la
frecuencia y la distribución de las repeticiones posee un cierto significado en
el ejercicio. Dadas
estas exigencias psicológicas, se hace necesario organizar didácticamente el
tiempo de ejecución de las acciones y operaciones, a través de todo el proceso;
se delimita frecuencia, periodicidad y duración de las sesiones de repetición y
se manifiesta el efecto de la dosificación racional de las
repeticiones, con el objetivo de garantizar una sólida
formación de las habilidades manuales.
Resumiendo, se
puede afirmar que en el proceso de formación de las habilidades manuales de
tornería se establecen relaciones intra e inter dimensiones y que estas en la dimensión
tecnológica se sintetizan en los métodos tecnológicos; en la dimensión didáctica
se sintetizan en el contenido y los métodos de enseñanza; y en la psicológica, en
los procesos cognoscitivos y en las formaciones psicológicas particulares.
Las relaciones inter
dimensiones que inciden fundamentalmente en el proceso, se establecen entre la
síntesis de cada uno de ellos. Se expresan a través de la correspondencia entre
los métodos tecnológicos y el contenido de la enseñanza; la utilización de los
métodos de enseñanza, como vía para transmitir los métodos tecnológicos
expresados en el contenido, en los que se emplean los procesos cognoscitivos
para lograr la solidez de la formación de las habilidades manuales de tornería,
las cuales se deben corresponder con el contenido de la enseñanza y con los
métodos tecnológicos.
Se considera por
el autor que estas relaciones que se establecen entre las tres dimensiones del
proceso y los efectos que revelan las mismas, pueden influir positivamente en
la formación sólida de las habilidades manuales de la tornería en los
estudiantes, sólo si
intervienen de forma organizada e integrada a través de todo el proceso; por lo
que se deben convertir en las reglas fundamentales por las que se guíen
los docentes en la preparación y ejecución de dicho proceso.
2. Principios
para la formación de las habilidades manuales de tornería.
Del análisis efectuado
se infiere la necesidad de formular principios que precisen las reglas
fundamentales por las que se deben guiar los docentes de la asignatura Práctica
de Taller Mecánico de Torno, en la preparación y ejecución del proceso de
formación de las habilidades manuales de tornería, para lograr la solidez de
las mismas en los estudiantes. En la bibliografía consultada hasta ahora por el
autor, no se define una metodología específica, con bases científicas para
formular y fundamentar epistemológicamente un sistema de principios de esta
característica; por lo que, tomando criterios metodológicos aportados por
profesores de experiencia, estudiosos de los principios en la esfera
psicopedagógica y las diferentes definiciones analizadas, se ha seguido por el
autor los siguientes pasos:
1.
Análisis del grado de satisfacción de los
sistemas de principios existentes, a la solución del problema investigativo.
2.
Valoración de la consideración de los
sistemas de principios existentes en los diferentes modelos formativos.
3.
Establecimiento de los contenidos
científicos que intervienen en el proceso de formación de las habilidades
manuales.
4.
Análisis de las relaciones existentes
entre los contenidos científicos y sus elementos para determinar su esencia.
5.
Confrontación del resultado de las
relaciones analizadas con la práctica pedagógica.
6.
Formulación de los principios, basados en
las coincidencias de las relaciones establecidas, con la práctica pedagógica.
La esencia de dichos elementos y las
relaciones entre cada uno de ellos en el problema que se investiga, y la
aplicación práctica de dichas relaciones durante muchos años, las cuales se han
sometido a valoración y evaluación experimental, conducen a determinar que las
reglas, bases o razón fundamental, sobre las que se debe proceder en la
formación sólida de las habilidades manuales de tornería, son los principios
de:
1. La demostración como vía fundamental para
transmitir los métodos y procedimientos de ejecución de las acciones y
operaciones manuales.
2. La reestructuración personalizada de las
acciones y operaciones manuales, que incluya la corrección preventiva de
posibles errores a cometer, como
condición previa a la formación sólida de las habilidades manuales.
3. La generalización de acciones comunes como
vía para facilitar la formación sólida de las habilidades manuales.
4. La repetición racional y dosificada con
determinada periodicidad, frecuencia y duración de las acciones y operaciones
manuales, como requisito esencial de la formación sólida de las habilidades
manuales.
Estos principios
para la formación de las habilidades manuales, no sustituyen los sistemas
existentes, ni los relegan a un segundo plano, sino que los complementan y
enriquecen, por lo que contribuyen a un crecimiento cualitativamente superior
de la teoría sobre la formación de las habilidades.
3. Modelación del proceso de
formación de habilidades manuales de tornería.
El proceso de formación de las habilidades manuales de
tornería está compuesto por: los estudiantes, el profesor, el instructor, otros
obreros, técnicos y dirigentes del proceso productivo, los tornos, las
herramientas, los dispositivos, los semiproductos, las piezas, la documentación
tecnológica y el contenido tecnológico de la tornería. Dicho proceso tiene como
escenarios, la escuela y la empresa. Para lograr la interrelación de cada uno
de estos componentes en dichos escenarios, al tomar como protagonista principal
al estudiante, con el objetivo de formarle sólidas habilidades manuales de
tornería, es necesario modelar el proceso; es decir, configurar
o conformar el mismo de una forma lógica, fluida, funcional y objetiva. A
continuación se detalla dicho proceso:
Al transitar el estudiante
por el proceso de formación de las habilidades manuales de tornería, ha
recibido y recibe la influencia directa o indirecta de los demás procesos
formativos. Debe contar con los conocimientos y las habilidades generales y
básicas de las asignaturas de formación general y los de las asignaturas
teóricas del ejercicio de la profesión; por lo que ya está listo para comenzar
a adquirir las habilidades manuales de tornería con el fin de elaborar piezas.
La dinámica del proceso de
formación de las habilidades manuales de tornería se caracterizará por la
ejecución por parte del estudiante del sistema de operaciones y acciones de los
diferentes procesos tecnológicos de torneado, materializados en la elaboración
de piezas específicas, en cuya tecnología de elaboración se cuenta con la
operación o acción de que se trate. En cada instante del proceso, el profesor o
el instructor harán énfasis en la demostración de los métodos y procedimientos
para ejecutar las operaciones y acciones. Esta demostración, en un primer
instante, debe ser lenta, detallar los pasos, operación por operación, realizarla
cuantas veces sea necesario para que se observen detalladamente los movimientos
que se deben ejecutar. Posteriormente se incrementará el ritmo hasta demostrar
cuál debe ser el ritmo normal. Es recomendable un proceso previo de observación
del proceso tecnológico que se va a enseñar al estudiante, en el que obreros o
técnicos de experiencia, insertados en el proceso productivo, estén elaborando
piezas en las que se ejecuten las operaciones y acciones planificadas, para lo
que se debe cuidar que se realicen con una rigurosa disciplina tecnológica.
El estudiante, a partir de
la observación y la demostración, ejecutará el proceso observado por el
profesor, el cual debe señalarle los errores que comete para que rectifique los
mismos. Luego de familiarizarse con el procedimiento manual a ejecutar, se debe hacer énfasis en los posibles errores
que se pueden cometer en el proceso tecnológico que se estudia, así como en los
cometidos por el estudiante hasta ese momento, y demostrar los procedimientos
correctos para no caer en dichos errores. El profesor debe cerciorarse a través
de ejecuciones comprobatorias que realice el estudiante, que este ha aprendido
los procedimientos correctos, contribuir a una reestructuración de los mismos
en el accionar del estudiante y evitar que se ejerciten procedimientos
incorrectos.
A medida que el estudiante
va adquiriendo habilidades e incorporando en las mismas, operaciones
automatizadas, se debe cuidar que estas sirvan de base para la ejecución de
nuevas habilidades, con el fin de facilitar el proceso de formación sólida de estas
a través de su generalización.
El proceso de ejercitación
se debe realizar mediante sesiones de repetición, las cuales no deben tener una
duración de más de tres horas continuas, para evitar el cansancio y la
desmotivación que este provoca; así como una frecuencia de dos a tres veces
semanales en un período de tres a cuatro semanas seguidas, y luego no descuidar
la repetición de esas acciones y operaciones, sin que transcurran períodos
mayores de tres semanas sin ejercitarlas hasta transcurrido al menos un año de
ejercitación.
Esta dinámica del proceso
de formación de las habilidades manuales de tornería se debe dar de forma
integrada, de manera que la demostración, la reestructuración y la
generalización, tomando como centro la repetición racional y dosificada, se
constituyan en el método de enseñanza por excelencia y formen un ciclo
constante en todas las fases del proceso, y se complementen unas a otras, tanto
en la escuela, como en la empresa.
Por todo lo antes expuesto,
se
arriba a las siguientes conclusiones:
1.
Las relaciones que se establecen
entre las dimensiones del proceso de formación de las habilidades
manuales de tornería, permiten
establecer, desde una plataforma teórica, los principios sobre los cuales se
debe sustentar dicho proceso.
2.
Los principios formativos, cuya
esencia es la demostración
y la observación,
la reestructuración personalizada, la generalización y la repetición
dosificada, son la base para la modelación del proceso de formación de las
habilidades manuales de tornería.
3.
El modelo de la dinámica del proceso
formativo de las habilidades manuales de tornería, y la metodología
que este incluye, se deben aplicar de principio a fin en todo el proceso, para
garantizar la solidez en
las habilidades manuales de tornería.
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