Algunas
consideraciones acerca de las habilidades comunicativas.
Autora: Lic. Grethell Urive-Echevarría Gálvez
Resumen
El proceso de comunicación puede realizarse a través
de escuchar, hablar, leer y escribir. El logro del objetivo general de la
Educación Primaria dirigido al dominio de la Lengua Materna, se traduce en el
desarrollo de estas habilidades. En el presente trabajo, se hace un análisis de
los principales elementos teóricos que sustentan el desarrollo integrado de las
habilidades comunicativas en los escolares de este nivel de enseñanza,
partiendo de lo abordado por diferentes autores, como premisa para la elaboración
de una concepción integradora de la habilidad comunicativa.
Palabras
claves: Educación Primaria, habilidades comunicativas.
Summary
This article is about the
integrate development of the communicative skills in the Primary Education
Level. There is an analysis of the theoretical elements that provide the
integrate development of the communicative skills. It has used different point
of view of many authors to create an integrate conception of the communicative
skill.
Key words: Primary
Education Level, communicative skills.
Teniendo en cuenta los diferentes momentos del
desarrollo psicopedagógico de los escolares, dentro de los objetivos generales,
se concibe que el egresado sea capaz de evidenciar el dominio práctico de su
lengua materna al escuchar, comunicarse verbalmente y por escrito de forma
clara, coherente, emotiva, fluida y correcta, teniendo como base sus
experiencias personales y los conocimientos que ha adquirido dentro y fuera de
la escuela, así como leer de forma correcta, fluida y expresiva, e interpretar
las ideas que contienen los textos.
A nivel internacional existe un consenso en el que se
establece que el proceso de comunicación se puede realizar a través de cuatro
formas distintas: hablar, escuchar, leer y escribir,
habilidades comunicativas que se deben dominar para poder comunicarse con
eficacia en todas las situaciones posibles. Como puede apreciarse, el logro de
este objetivo general planteado anteriormente, se traduce en el desarrollo de
estas habilidades, lo cual le permitirá al egresado aplicar el lenguaje
apropiadamente en las diferentes situaciones sociales que se le presenten.
Investigaciones que se han realizado relacionadas con
el tema, abordan el mismo de forma parcial; sin embargo, en el proceso
comunicativo estas habilidades se integran, por lo que su didáctica debe ser
igualmente integradora. Para ello, se hace necesario partir del análisis de los
elementos teóricos que las sustentan.
El autor Daniel Cassany, (1998) plantea
que las habilidades comunicativas se clasifican, según el código, en orales o
escritas y según el papel que desempeñen en el proceso de comunicación, en
productivas ( o de expresión) y receptivas (o de comprensión).
|
Receptivo |
Productivo |
Oral |
Escuchar |
Hablar |
Escrito |
Leer |
Escribir |
En correspondencia con el tema de esta
investigación se abordarán las cuatro habilidades, las que integran el código
oral: escuchar y hablar,
y las que integran el código escrito: leer y escribir, sin dejar de tener en cuenta el papel que
desempeñan en el proceso de comunicación: receptivo o comprensivo, y productivo
o expresivo. Para lo cual se tendrá en consideración lo planteado por varios
autores que se han dedicado al estudio de las habilidades comunicativas, aunque
no con enfoque integrador, tanto a nivel internacional, como en nuestro país y
en el territorio.
Se pueden destacar causas que han contribuido a la pobre
atención que se le presta en algunas ocasiones al desarrollo de las habilidades
comunicativas orales y precisamente una de ellas es el nivel de superioridad
que se le ha dado a la escritura frente a la oralidad, y la falsa creencia de
que todo hablante sabe hablar su lengua materna sin necesidad de que la escuela
lo ayude a hacerlo. Ambas cuestiones han provocado que los maestros se
preocupen más por los problemas de escritura, que por las insuficiencias en las
habilidades comunicativas orales.
La necesidad de escuchar
en el acto de la comunicación es imprescindible para aprender, no solo en la
escuela, sino en la vida. Es labor de la escuela enseñar al alumno a escuchar
como parte de la conversación, pues el acto de conversar forma una unidad
dialéctica con escuchar.
Según Penny Ur (1984), se escucha con un
objetivo determinado y con expectativas concretas de lo que se va a oír, lo que
prepara al individuo para el proceso de comprensión. Mientras se escucha, se
exige que se le responda a la persona que habla, pues esta necesita saber si se
siguen sus intervenciones o si es necesario que se detenga y repita, además del
discurso verbal, otros estímulos sensoriales proporcionan información para
interpretar el texto. El lenguaje suele ser espontáneo, más coloquial,
subjetivo, redundante y con sintaxis simple.
Es necesario hacer referencia a los estudios
realizados por André Conquet (1983) el cual propone el decálogo del oyente
perfecto:
Edoardo Lugarini (1995), hace referencia a esta
habilidad y declara que la misma exige competencias diferenciadas, según se
trate de escuchar un discurso espontáneo cuya planificación por parte del
hablante es mínima, o un discurso controlado con un nivel más alto de
planificación.
a)
Competencia
técnica: concierne a los
aspectos exteriores, físicos del código y está relacionada con la fonológica,
es decir con la capacidad de identificar y reconocer los sonidos. Esta
constituye uno de los requisitos que debe alcanzar cualquier niño antes de
ingresar a la escuela primaria.
b)
Competencia
semántica: consiste en saber
captar la relación entre los significantes y los significados, esta no solo opera
en el nivel de los lexemas, sino también en el de las unidades semánticas
superiores: sintagmas, frases simples y complejas.
c)
Competencia
sintáctica y textual: captar las relaciones que se producen en el eje
sintagmático dentro de un enunciado, así como las relaciones que se dan en el
interior de un texto.
d)
Competencia pragmática: con ella se
relacionan las informaciones recibidas acerca de las características de la
situación comunicativa en la que ha sido producido el mensaje. Identificación
de la intención, de las finalidades explícitas e implícitas, comprensión de las
informaciones, realizar inferencias, distinguir idea principal y secundarias.
e)
Competencia selectiva: permite utilizar
el mensaje con una determinada finalidad a partir de diferentes tipos de
escucha: escucha en una interacción comunicativa directa. Escucha indirecta en
situaciones de interacción comunicativa con intercambio de papeles entre emisor
– receptor. Escucha indirecta en una situación que no prevé el intercambio de
papeles, esta se produce a través de los medios masivos de comunicación.
En relación con esta habilidad, Cassany (1998),
declara las siguientes operaciones.
Ø Reconocer: segmentar la cadena acústica.
Ø Seleccionar: distinguir las palabras relevantes de las que no lo
son.
Ø Interpretar: comprender el contenido del discurso, es decir,
captar el tono, detalles o ideas secundarias, ideas principales, el significado
global y la intención.
Ø Anticipar: prever el tema.
Ø Inferir: inferir datos del emisor, extraer información del
contexto comunicativo e interpretar códigos no verbales.
Ø Retener: recordar palabras, frases, ideas para
interpretarlas más adelante, retener en la memoria a largo plazo aspectos del
discurso, utilizar diferentes tipos de memoria para retener información.
Estas operaciones tienen incidencia variada según la
edad y el nivel de los alumnos. En el caso de los más pequeños, estos necesitan
trabajar en los aspectos más globales de la comprensión, de atención y
retención, que son trascendentales para su desarrollo cognitivo.
A partir de lo planteado por los autores antes
mencionados, se encuentran los siguientes puntos comunes:
No
tienen en cuenta la integridad del aparato auditivo del escolar, si tiene una
audición normal o corregida.
Se tiene
presente la capacidad de identificar y reconocer los sonidos, es decir, todo lo
que concierne a la fonología.
Se
concibe captar las relaciones que se producen entre el significante y el
significado, identificar la intención y la finalidad comunicativas, distinguir
las ideas principales y las secundarias, todo lo que propicia la comprensión
del mensaje.
No se
precisan elementos desde el punto de vista psicológico, como son la atención,
la motivación y la empatía, aspectos que estimulan al hablante para que se
exprese lo más completa y libremente posible, no interrumpirlo durante la
conversación.
Para la autora de esta investigación, la habilidad escuchar tiene un marcado carácter educativo, pues
cuando el alumno aprende a escuchar, no
interrumpe al maestro ni a los compañeros de forma general. Dentro de los
factores que se deben tener presentes para el aprendizaje de la escucha está la
capacidad auditiva de los alumnos, su medio familiar, sus características
psicológicas, se debe evitar la falta de atención expresándose en un nivel
asequible a todos. En el acto de escuchar
intervienen las más variadas operaciones: atención, memoria e imaginación.
Los criterios expuestos confirman una vez más que
esta habilidad comunicativa no debe dejarse a la espontaneidad, sino que debe
educarse y entrenarse en los alumnos desde los primeros grados.
La habilidad de la expresión oral, es decir, del habla, es otra de las que son adquiridas, formadas en
el individuo antes de su ingreso a la escuela, esto ha provocado que
erróneamente se piense que no es necesario enseñarla y que las personas la
aprenden por su cuenta. A menudo la institución escolar ha traducido las
aspiraciones de enseñar a hablar bien en un rechazo a los usos más relajados y
familiares, considerados incorrectos, sin embargo estos están presentes en el
aula y son la expresión del saber lingüístico de los alumnos y a su vez
constituyen el punto de partida desde el cual podrán acceder a otras
experiencias comunicativas.
Lugarini (1995) determina cinco grandes competencias
del hablar:
a)
Competencia
ideativa: es la que permite
planificar el contenido del mensaje, teniendo en cuenta la finalidad, el
contenido que se desea transmitir, el elemento central de la comunicación y las
informaciones relacionadas con los individuos realizando un guión, un esquema,
con lo que se desea expresar.
b)
Competencia
pragmática: propicia el
análisis de los elementos de la situación comunicativa y los adecua a la propia
producción, es decir tiene en cuenta la selección de las informaciones, la
organización del discurso, elección del léxico, entonación, componentes no
verbales, volumen de la voz, etc. El logro de las capacidades relacionadas con
esta competencia se alcanza parcialmente en el primer nivel de enseñanza.
c)
Competencia
sintáctica y textual:
permite la producción de frases aceptables sintácticamente y textos que sean
coherentes, teniendo en cuenta la concordancia, pausas, uso adecuado de
adjetivos, pronombres, etc.
d)
Competencia
semántica: selección de los
tipos de frases (interrogativas, declarativas) adecuadas para el significado
que se quiere comunicar y para la finalidad que se persigue, teniendo en cuenta
la entonación, los lexemas específicos relacionados con los significados que se
desea expresar.
e)
Competencia
técnica: esta tiene presente
la pronunciación adecuada, control del tono de la voz, el ritmo de la emisión,
etc.
Es de vital importancia que los maestros tengan
presente diferentes factores que inciden en el aprendizaje de la expresión oral,
como son la edad, los intereses y el grado de desarrollo psíquico de aquellos a
los que está dirigida la conversación. Además, se debe preguntar de forma
natural, con precisión, preparar un sistema de preguntas, no improvisar; propiciar
que todos los alumnos participen en la conversación, que contesten, que
pregunten e intercambien opiniones teniendo como base el respeto mutuo.
Cassany (1998), al abordar las operaciones de la
expresión oral, tiene en cuenta elementos como planificar el discurso,
conducirlo, negociar el significado, producir el texto y tener presente los
aspectos no verbales. Estos tendrán incidencia diversa en el currículo según la
edad y el nivel de los alumnos.
En relación con la habilidad comunicativa hablar, se pudiera hacer referencia a los siguientes
elementos dentro de los que fueron analizados.
No se
tiene en cuenta, como condición previa, la disposición de los órganos
fonoarticulatorios, aspecto que desde el punto de vista fisiológico garantiza
la posterior emisión de los sonidos.
Se
precisan elementos como la planificación del contenido del mensaje, la
entonación, el volumen de la voz, utilización de los componentes no verbales,
la finalidad y coherencia del texto, la comprensión por parte del interlocutor.
No se
tiene presente la corrección y la fluidez como elementos que evidencian el
dominio de esta habilidad, así como la empatía que debe existir entre los
interlocutores y la motivación para expresarse en relación con un tema en
particular.
La lectura es un
proceso perceptual que maneja la interpretación de símbolos a nivel visual y
auditivo, y que se juntan de diversas formas adquiriendo un significado. Es un
método para aprender y para comunicarse. El aprendizaje de la lectoescritura es
el principal objetivo de los primeros años de la escuela. En relación con la lectura, se puede plantear que es uno de los
aprendizajes más importantes. Es un instrumento potentísimo de aprendizaje,
pues mediante ella se puede aprender cualquiera de las disciplinas del saber
humano. Leer
no es una capacidad homogénea y única, sino un conjunto de destrezas que se
utilizan de una manera u otra según la situación, de acuerdo al tipo de texto,
los objetivos de la comprensión, etc.
La autora Claudia Schnurbusch (1993), hace referencia
a algunas condiciones básicas necesarias para aprender a leer: audición y visión normales o corregidas, un
sistema nervioso central maduro para poder entender los estímulos debidamente,
adaptar la enseñanza continua al ritmo de aprendizaje del niño y el método, a
las necesidades del educando, así como un profesor y ambiente adecuados.
Merece la pena destacar que los buenos lectores deben
caracterizarse por el grado de comprensión lectora que alcancen, pues se debe
partir de lo planteado por diferentes autores, referido a que leer es comprender. Varios son los recursos didácticos
para desarrollar la comprensión lectora, abarcan desde los ejercicios más
tradicionales y mecánicos, hasta las propuestas más comunicativas de captar el
significado global del texto. La enseñaza de la comprensión lectora debe ser
tarea del currículo escolar y abarcar a todos los niveles y materias.
Cassany (1998) hace alusión a las operaciones de la
comprensión lectora, agrupándolas acertadamente de la siguiente forma:
Del
sistema de escribir:
reconocer, distinguir, pronunciar y saber ordenar las diferentes letras del
alfabeto; saber cómo se pronuncian las palabras escritas y descifrar la lectura
hecha a mano.
Palabras
y frases: reconocer palabras
y frases, y recordar su significado; reconocer palabras nuevas y relacionarlas
con otras conocidas; elegir el significado según el contexto y en el
diccionario la acepción correcta.
Gramática
y sintaxis: identificar
sujeto, predicado y el resto de las partes de la oración; reconocer las
relaciones semánticas entre las diferentes partes de la frase y del texto;
entender el mensaje global del texto; determinar la idea central, las
principales, secundarias; dividir el texto en partes lógicas y leer a una
velocidad adecuada.
M. Salazar (2002)
propone invariantes de la habilidad leer, cada
una de ellas con las operaciones que la integran.
Pronunciación: es un proceso más social que la
articulación en función directa con la comunicación. En ella está presente un
conjunto de hábitos verbales-motores: respiración, articulación, voz y
acentuación. Consta de las siguientes operaciones: percepción visual, identificación
del signo gráfico con el concepto y su equivalente fonético, emisión del
equivalente fonético, fluidez y corrección.
Expresividad: se manifiesta en la lectura en silencio y
en la lectura oral. Al establecerse la comunicación entre el lector y el autor
mediante el texto y en la lectura oral, los tonos que adquieren las vibraciones
de la voz y su intensidad, la emotividad que se imprime. Incluye: tono de voz, gama
de matices intencionales, pausas y respeto de los signos de puntuación, expresión
y mímica, expresión de vivencias afectivas.
Comprensión: es el proceso mediante el cual el lector
interactúa con el texto y le atribuye significado. Presupone: capacidad de
retener los elementos significativos del texto, procesos básicos del
pensamiento: análisis, síntesis, comparación, abstracción y generalización,
para poder establecer ideas principales y secundarias; traducir: captar el
sentido de lo que refleja el autor, establecer relaciones causa-efecto; interpretar:
formarse una opinión, predecir resultados; extrapolar: utilizar las enseñanzas
del texto en otros contextos comunicativos y situaciones de la vida.
Motivación: aspecto de gran importancia para la
actividad humana y en especial para la lectura. Necesidad de realizar la
acción, deseo de hacerla; la motivación por el contenido del texto.
Se toma como referente la estructura de esta
habilidad comunicativa planteada por M. Salazar (2002). Sin embargo, se
considera por parte de la autora de esta investigación que dentro de las
operaciones de la pronunciación, el escolar debe establecer de manera correcta
la relación entre los sonidos de nuestro idioma y las diferentes grafías,
teniendo en cuenta de manera especial las inadecuaciones fónico-gráficas que se
presentan, ya sea por polivalencia o por poligrafía.
La escritura es la
otra habilidad que junto a la lectura, se
desarrolla en la escuela. Estudios realizados demuestran que el deseo por escribir aparece en el niño antes que el deseo de leer. Claudia Schnurbusch (1993), se refiere a la
siguiente periodización para demostrarlo: a partir del primer año, el niño coge
un lápiz y raya; a los 2, pinta un círculo; a los 3, reproduce una cruz; a los
4, copia un cuadrado; y a partir de los 5 – 6 años, reproduce un triángulo y un
rombo. A su vez, declara algunas condiciones para una buena escritura, como son:
tomar correctamente el lápiz, mantener una buena postura corporal, colocar el
cuaderno debidamente, entre otras.
Saber escribir es ser
capaz de comunicarse coherentemente por escrito sobre un tema. Los buenos
escritores son buenos lectores, pues la lectura es el medio principal de
adquisición del código escrito. Mientras se escribe un texto, se deben tener en
cuenta los siguientes elementos que constituyen operaciones planteadas por
Cassany (1998):
Psicomotrices: posición y movimientos corporales, rasgos
caligráficos, margen y sangría.
Cognitivas: situación de comunicación, hacer planes
(generar, organizar, formular objetivos), redactar, revisar, leer y rehacer.
Entre estas posiciones se determinan los siguientes
puntos de contacto:
La
habilidad escribir se desarrolla especialmente
en las instituciones escolares, para lo cual se emplean diferentes métodos al
igual que para la habilidad leer.
Dentro
de los elementos psicomotrices no se tiene en cuenta al trazar los rasgos de
cada grafema, la inclinación y la uniformidad, así como la motivación para escribir sobre un tema en específico.
De los
elementos cognitivos a la hora de redactar, debe incluirse la ortografía, pues
presupone el empleo correcto de las diferentes reglas ortográficas que rigen el
idioma, así como las inadecuaciones fónico-graficas, y, desde el punto de vista
gramatical, las diferentes partes de la oración y su empleo correcto.
Luego de hacer un
análisis de las diferentes posiciones teóricas acerca de las habilidades
comunicativas, la autora de esta investigación propone el siguiente conjunto de
indicadores a tener en cuenta para la formación y desarrollo de las habilidades
comunicativas en los escolares de la Educación Primaria, los que servirán de
base para su integración.
ESCUCHAR:
ü Tener
una audición normal o corregida.
ü Identificar y reconocer los sonidos.
ü Establecer relaciones entre significante y
significado.
ü Identificar la intención y finalidad
comunicativas, comprender la información, interpretar los códigos no verbales.
ü Distinguir palabras relevantes de las que no
lo son, así como la idea principal y las secundarias.
ü Utilizar el mensaje escuchado con una
finalidad.
ü Prestar atención al interlocutor.
ü Mostrar motivación por el tema, así como la
empatía que debe existir entre los interlocutores.
HABLAR:
ü Disposición de los órganos
fonoarticulatorios.
ü Mostrar motivación por el tema del cual se va
a hablar.
ü Pronunciación adecuada.
ü Planificar el contenido del mensaje que se va
a emitir de acuerdo con su finalidad.
ü Seleccionar la información, el léxico, la
entonación, los componentes no verbales y el volumen de la voz que se va a
utilizar.
ü Elaboración de frases sintácticamente
correctas, textos coherentes.
ü Selección de frases adecuadas a la finalidad.
ü Expresarse de manera correcta, fluida.
LEER:
ü
Tener una visión normal
o corregida.
ü
Establecer la
correlación fonema – grafema.
ü
Pronunciación adecuada.
ü
Reconocer y recordar el
significado de las palabras.
ü
Leer a una velocidad
adecuada.
ü
Determinar la idea
principal, las secundarias.
ü
Comprender el mensaje
global del texto, teniendo en cuenta los niveles para la comprensión:
traducción, interpretación y extrapolación.
ü
Leer con expresividad
(tono de voz, expresión de vivencias afectivas).
ESCRIBIR:
ü
Sentarse en posición
correcta.
ü
Mostrar motivación para
escribir sobre un tema.
ü
Trazar
los rasgos caligráficos de cada grafema y sus enlaces, teniendo en cuenta la
inclinación y la uniformidad.
ü
Escribir
empleando las reglas ortográficas que rigen el idioma.
ü
Emplear
correctamente las partes de la oración.
ü
Realizar un plan para
redactar teniendo en cuenta la finalidad.
ü
Construir, revisar,
leer, rehacer.
Los
principales postulados teóricos sobre el desarrollo de las habilidades
comunicativas, se presentan con un carácter independiente y en gran medida se
trabajan: leer y escribir.
El
desarrollo de las habilidades leer y escribir, suponen procedimientos que estimulan el
tratamiento a las habilidades escuchar y hablar.
Las
habilidades escuchar y hablar
no se trabajan con la suficiente profundidad, ni se le dedica el tiempo que las
mismas requieren.
El
trabajo con las habilidades comunicativas no expresa relación alguna con el
carácter integrador de la clase de Lengua Española de la escuela primaria.
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