¿El técnico medio en construcción tiene
conocimientos sobre la situación
medioambiental?
Autoras: Lic. Rosa Isabel La Rosa
Padrón
rosa@hlg.rimed.cu
Lic. Bárbara Lidia Doce Castillo
Resumen
La solución de la crisis
ambiental actual está vinculada con acciones que deberán tomarse en la esfera
social, las que conllevan a cambios en las condiciones y procesos naturales que
se adaptan de manera activa a la sociedad. Estas soluciones están relacionadas con
la idea que se tenga de la causa de la crisis y buscar nuevas formas sociales,
culturales y económicas que permitan el establecimiento de una nueva relación
entre la naturaleza y la sociedad, en las que juega un importante papel la
preparación que tengan las nuevas generaciones sobre la Educación Ambiental. Frente
al desafío ambiental, la educación debe dar forma a nuevas vías de aprendizaje,
tener como objetivo no solo comprender los distintos elementos que componen el
medio ambiente y las relaciones que se establecen entre ellos, sino también la
adquisición de valores y comportamientos necesarios en los que la creatividad y
la cooperación sean las directrices para una Educación Ambiental que prepare a
los futuros egresados en la solución de problemas ambientales engendrados por
la producción y los servicios. El presente artículo muestra la necesidad de
conocimientos sobre la situación ambiental que debe poseer el futuro técnico
medio, de la especialidad de construcción.
Palabras claves: medio ambiente,
educación ambiental, desarrollo sostenible.
Abstract
The solution of the current
environmental crisis is linked to actions in the social sphere that bear to
changes in the conditions and natural processes adapted to the society
actively. These solutions are related to peoples’ personal ideas about the
cause of the crisis looking for new social, cultural and economic forms that
allow the establishment of a new relationship between nature and society
playing an important role, the preparation the new generations have on
Environmental Education. In response to the environmental challenge the
education should provide new learning ways, having as an aim to understand not
only the different elements that compose the environment and the relationships
that are stablished among them, but also the acquisition of values and
necessary behaviors in which creativity and cooperation are to be the guidance
for an Environmental Education that prepares the future graduates for the solution
of environmental problems generated by the production and the service spheres. The
present article evidences the future tecnician’s necessary knowledge about the
enviromental situation, specifically that specilized in civil construction.
Key Words: environment, environmental
education, I develop sustainable.
En América Latina
y el Caribe la degradación ambiental ha aumentado en los últimos treinta
años. Las principales presiones sobre el medio ambiente y los recursos
naturales son el crecimiento de la población (aumento de los asentamientos
poblacionales), la desigualdad creciente de los ingresos (la polarización
terrestre) , la planificación limitada, fundamentalmente en zonas urbanas, y la
gran dependencia de muchas economías. Se han degradado más de 300 millones de
hectáreas de tierra y casi el 30% de los arrecifes del Caribe están considerados
en peligro, el 40% de más de 400 millones de hectáreas de bosques naturales de
la región están perdidos para el mundo. Los problemas ambientales, como la
contaminación atmosférica y del agua, y la
eliminación inadecuada de desechos están causando graves consecuencias para la
salud. La creciente vulnerabilidad humana frente al cambio ambiental exige
enérgicas respuestas, tanto a escala mundial como nacional.
En la actualidad, la cuestión ambiental es una
de las preocupaciones más importantes de la humanidad, la cual ha tomado un
gran auge en los últimos años, relacionándose con la intensificación de
problemas, antes mencionados a todas las escalas, que afectan la sociedad de
forma cada vez más desfavorable. Hay claras evidencias de que la situación
ambiental de la tierra, en nuestros días se ha tornado precaria; y por vez
primera en la historia, el ser humano tiene la posibilidad de destruir el
planeta. Cobra especial significación el incremento en el suministro y
accesibilidad de la información como base indispensable para la planificación,
las decisiones a tomar y la implantación de estrategias y políticas más
eficientes, fundamentalmente en Educación.
Una valoración objetiva de
las causas de la crisis ambiental ha sido analizada en varias ocasiones por el
Comandante en Jefe y otros dirigentes de la Revolución. En la Cumbre de Río de
Janeiro en 1992, expresó Fidel “…el deterioro acelerado y creciente del medio,
es hoy día, posiblemente el peligro a largo plazo más grave que enfrenta la
especie humana en su conjunto,... la peor amenaza que tiene planteada ante sí
la humanidad…”
Muchas de las acciones que realiza la humanidad
producen un daño de la superficie terrestre y por ende a la sociedad, a lo que
se asocia la naturaleza, originando situaciones adversas (terremotos, volcanes,
inundaciones, etc.). La incidencia de todos estos elementos negativos tiene
consecuencias desfavorables sobre el planeta, dentro de estas podemos
mencionar:
Cambios
climáticos y el efecto invernadero.
La
disminución de la capa de ozono.
Deforestación
y pérdida de la diversidad biológica.
La
degradación de los suelos y la desertificación.
El
efecto de la crisis urbana.
El
riesgo nuclear y los conflictos armados.
La
pobreza.
La
droga.
En junio de 1992, la
Conferencia sobre medio ambiente y desarrollo de las Naciones Unidas, también
conocida como la Cumbre de la Tierra, se reunió durante 12 días en las
cercanías de Río de Janeiro, Brasil, desarrollando y legitimando una agenda de
medidas relacionadas con el cambio medioambiental, económico y político. Los
principales temas tratados en estas convenciones incluyeron el cambio
climático, la biodiversidad, la protección forestal, la Agenda 21 (un proyecto
de desarrollo medioambiental de 900 páginas) y la Declaración de Río (un
documento de seis páginas que demandaba la integración de medio ambiente y
desarrollo económico). Entre el 26 de agosto y el 4 de septiembre de 2002, diez
años más tarde, en la ciudad de Johannesburgo se celebró la Cumbre de las
Naciones Unidas. Abordó el desarrollo sostenible y acordó un Plan de Acción que
incluía el compromiso de reducir el número de personas que no tienen acceso al
agua potable y a las redes de saneamiento de aguas residuales, la defensa de la
biodiversidad o la recuperación de las reservas pesqueras mermadas.
Las perspectivas de futuro,
en lo que al medio ambiente se refiere son poco claras.
La sugerencia de los
especialistas de la materia indica que el progreso por este lado del mundo
debía seguir un camino distinto al de los países ricos. Se trata de aplicar
patrones de producción diferentes, con un consumo menor de desechos y poniendo
en práctica tecnologías más limpias. Algo que lleva tiempo y recursos, y
depende, en mucho, de las políticas nacionales.
Cuba, ubicada en el centro
del Caribe, ha realizado grandes esfuerzos y resuelto asuntos todavía lejanos
para otras naciones, como la salud de su población. Mas, sometida a siglos de
explotación colonial y neocolonial, perdió una buena parte de sus bosques. Tal
desastre ecológico, unido al uso indiscriminado de los suelos, ha provocado que
el 14% de su área agrícola vaya camino a la desertificación. La Isla ha
aprobado leyes imprescindibles y emprende seriamente programas nacionales para
aumentar la calidad de vida de su población. Entre estas, es posible mencionar las siguientes:
La promulgación de la Ley 33 “De protección
del medio ambiente y del uso racional de los recursos naturales” , en el año
1971.
Otorgamiento del Rango Constitucional al
Medio Ambiente, en el año 1976. (Inclusión en la Constitución de la República,
Artículo 27, se modifica en el año 1992).
Creación de la Comisión Nacional para la
Protección del Medio Ambiente y Uso Racional de los Recursos Naturales, en
1976.
Decreto Ley 118 ”Estructura. Organización.
Funcionamiento del Sistema Nacional de Protección al Medio Ambiente y su órgano
rector”, en el año 1990.
El día 5 de junio de 1992, se firma en Cuba el
Convenio sobre la Diversidad Biológica y la Conservación Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático, los que serían posteriormente ratificados;
entran en vigor en el país el 9 de marzo y el 5 de abril de 1994,
respectivamente.
Resolución Ministerial No 91-95,
donde se disponen actividades docentes y extradocentes para todos los alumnos y
personal docente.
Convenio de cooperación sobre la Educación
Ambiental entre el Ministerio de Educación (MINED) y el Ministerio de Ciencia, Tecnología
y Medio Ambiente (CITMA). Aboga por el fortalecimiento de la Educación
Ambiental con bases en el desarrollo sostenible. (Rosa Elena Simeón y Luis
Ignacio Gómez Gutiérrez, 1995)
Las actuales condiciones
económicas y sociales de nuestro país han determinado que en los últimos años
se haga indispensable la búsqueda de una mayor eficiencia en los procesos
productivos y de los servicios, lo cual sería imposible de lograr sin las
fuerzas productivas necesarias y dentro de ellas su nivel de preparación, tarea
que le pertenece a la Educación Técnica y Profesional (ETP), tanto en el nivel
medio como superior, la cual debe estar impregnada de un continuo
perfeccionamiento para lograr el acercamiento necesario a la entidad
productiva, con una Educación Ambiental que dé respuesta a los problemas
ambientales actuales .
En estos procesos de cambios
y transformaciones del medio, de su construcción y reconstrucción bajo la
acción del hombre, son establecidas formas de dependencia. Al relacionarse el
hombre con la naturaleza y con otros hombres, se crea cultura, modos de pensar,
actuar y ver el mundo. Sobre esto es que la Educación Ambiental debe ejercer
alternativas que logren la acción e interacción entre la sociedad y la
naturaleza, cambiar de aspecto en dependencia de acciones y formas de
apropiación del mundo, formando
valores y comportamientos necesarios para desafiar los inconvenientes
ambientales existentes.
La Educación Ambiental tiene como objetivo comprender
los distintos elementos que componen el medio ambiente, las relaciones que se
establecen entre estos, y la adquisición de valores, actitudes y
comportamientos necesarios para afrontar los problemas ambientales actuales. No
es suficiente con la información que proporcionan los medios de comunicación,
ni una transmisión de conocimientos a la manera de la educación reglada,
tradicional. La política educacional cubana se sustenta en el reconocimiento de la
escuela como la institución a la que ha sido conferida la misión de guiar la
formación de las jóvenes generaciones, para lo cual dirige el proceso
docente-educativo y coordina el resto de las influencias educativas, y es aquí
donde se debe hacer énfasis para garantizar una adecuada conducta respecto a la
educación ambientalista.
La Educación Ambiental
siempre ha estado presente en nuestro proceso revolucionario, en el quehacer
social de nuestro país, a través de las
labores de las organizaciones de masas y políticas, vinculadas al mejoramiento
de la calidad de vida de la comunidad y centros de trabajo, en tareas de
limpieza, embellecimiento y saneamiento en general, el ahorro de agua,
electricidad y otros recursos, recuperación de materia prima, reforestación,
recuperación y mantenimiento de las áreas verdes, no respondiendo a un programa directo de protección del medio
ambiente y desarrollo sostenible.
Todo esto ha provocado la
necesidad de establecer un proyecto de recuperación y preservación del medio
ambiente, siendo una necesidad y una exigencia inevitable formar profesionales
que sean capaces de participar, activamente, en las transformaciones económicas
y sociales de nuestro país, teniendo en cuenta los tres pilares del desarrollo
sostenido: ambiental, social
y económico.
En Cuba los estudiantes de
todas los niveles educacionales están vinculados de una forma u otra a trabajos
agrícolas, ya sean huertos, parcelas, escuelas al campo o escuelas en el campo.
En la ETP, además de participar en
tareas de esta índole, están vinculados a centros de producción o de
servicios del mismo perfil de su especialidad, dándole la oportunidad de
participar en sus procesos de producción, lo que hace que incidan en la
transformación o modificación del medio ambiente.
Son innegables los logros alcanzados por el país en
la esfera de la Educación durante todos estos años; no obstante, ello no
significa que estos resultados se correspondan plenamente con las demandas que
la sociedad plantea. El interés por la protección del medio ambiente está
centrado en la salud y el bienestar del hombre, quien es el agente causante
fundamental de la continua degradación del medio y, al mismo tiempo, la víctima
principal, pero la adopción de una actitud consciente ante el medio que lo rodea,
y del cual forma parte indisoluble, depende en gran medida de la enseñanza y la
educación de la niñez y la juventud. Por esta razón, corresponde a la pedagogía
y a la escuela desempeñar un papel fundamental en este proceso.
La concepción pedagógica de
los nuevos programas de estudio se nutre del carácter instructivo y educativo
de la enseñanza como principio de la pedagogía; de esta forma, es típico y
distintivo de los actuales programas la exigencia por una cultura general e
integral, pues en la actualidad, en
el sector constructivo se está
experimentando un elevado número de transformaciones, en lo referente al
redimensionamiento de la empresa y las nuevas formas que adopta la organización de este sector, regidas por el perfeccionamiento de las
empresas o entidades, que le permitan alcanzar una producción rentable,
sostenible y competitiva, además que presupone la conservación del medio
ambiente para esta y las futuras generaciones. Desde su concepción hasta su
aplicación inciden las nuevas técnicas y tecnologías sostenibles, que ahorran
recursos materiales y humanos, así
como la producción con eficiencia de edificaciones que satisfagan las
crecientes necesidades de la población.
La educación cubana responde
a las exigencias de la sociedad, por lo que se encuentra en constante proceso
de perfeccionamiento, ejemplo de ello son las cuatro grandes reformas que han
sucedido después del triunfo revolucionario:
Una en los primeros años del proceso revolucionario,
en la que hubo necesidad de transformar el sistema heredado, ya que no se
correspondía con los fines de la nueva educación en una sociedad sin
explotación.
En el curso escolar 1975-1976 se dictó la Resolución Ministerial
No. 705/75, que dispuso la elaboración de los documentos directivos
fundamentales, con vista a la organización del perfeccionamiento del subsistema
de la ETP; obedeció a la necesidad de buscar soluciones a las dificultades que
se enfrentaban y dar respuesta a las demandas de la sociedad en la preparación
de las nuevas generaciones, ampliando el perfil de los egresados. A partir de
aquí se comienzan a dar los primeros pasos en el estudio del tema de Educación
Ambiental (I Seminario Nacional de Educación Ambiental, 1979).
Teniendo en cuenta el mismo, se efectúa el II y III
Seminarios Nacionales de Educación, 1983; Ley 33 de 1981 y Circular 42/83,
puntos de partida a tener en cuenta en el nuevo perfeccionamiento. Este se realiza en el curso 1984-1985, donde se
inicia una nueva etapa de estudio de la
estructura de especialidades y con ella los planes y programas; la nueva
especialidad daba respuesta en parte al técnico de perfil más amplio, aunque
con sus limitaciones en la esfera de proyecto.
Generado por la necesidad de continuar ampliando los
perfiles ocupacionales de los técnicos medios egresados, se promueve un nuevo
proceso de perfeccionamiento dirigido a modificar la estructura de especialidades,
puesto en vigor en el curso 1988-1989, según lo establecido por la RM 232/88, el
que garantiza que el aprendizaje se aproxime cada vez más a las condiciones
concretas de la producción y los servicios. Como consecuencia de todo lo antes
expuesto, en el año 1990 se dicta la Circular 10/90 y en 1995, la Resolución
91/95, convenio de cooperación y trabajo conjunto sobre Educación Ambiental en
el MINED y el CITMA, en 1997.
Otra reforma se está dando en
estos momentos con la implementación de un nuevo modelo educativo, teniendo en
cuenta las más recientes precisiones ministeriales para perfeccionar el trabajo
en el campo de la educación ambiental, donde tampoco se evidencia un
tratamiento sistemático, sistémico e integral a la educación medio-ambiental,
que prepare a las futuras generaciones con una cultura medio ambiental, aunque
ya aparece un programa con un tema al respecto; de esta manera resulta
insuficiente, ya que se trata de forma aislada. El objetivo de dicho tema está
encaminado solo a la caracterización de los problemas ambientales relacionados
con el mundo de la construcción, partiendo de un análisis general de estos
problemas a escala global, regional y local; con la habilidad planteada no se
logra la formación de valores,
actitudes y comportamientos necesarios para afrontar los problemas ambientales
actuales. Otra forma de tratamiento al tema es como eje transversal, pero se
realiza de forma espontánea, por lo que no satisface las necesidades del
profesional para resolver los problemas que debe enfrentar.
Las insuficiencias de los
programas anteriores no han sido totalmente resueltas; sin embargo, se han
perfeccionado algunos aspectos que aseguran una visión más científica e
integral de los procesos productivos en la construcción.
Además de lo anterior, estos
programas exigen a los docentes que se encuentren los métodos para hacer que
los estudiantes aprendan a razonar, a operar con conceptos, leyes y principios
de un mayor o menor grado de abstracción
y generalización, y a su vez, hagan un empleo más consciente del método
dialéctico-materialista en tales razonamientos, dirigido hacia la formación
científica y tecnológica de la juventud para garantizar un desarrollo
sostenible. Es decir, que los nuevos modelos metodológicos deben concebir que
el trabajo no se desarrolle totalmente en aulas, sino que se interactúe con el medio y la comunidad, y no se trabaje
con marcos conceptuales totalmente acabados.
La actitud cognoscitiva que
se debe crear y los procedimientos de pensamiento a ella asociados han de ser
expresión de una nueva motivación, de una nueva actitud hacia la asimilación de
los conocimientos. Esto depende de la capacidad y preparación del docente de
conformar alternativas metodológicas de aprendizaje que motiven al estudiante,
lo cual resulta posible con la aceleración de su aprendizaje, la independencia
y un mayor grado de implicación personal en las tareas de su aprendizaje,
colocándolo como centro de la atención a partir del cual se debe proyectar el
proceso pedagógico, cuya posibilidad la ofrece el nivel problemático del
contenido a desarrollar en las actividades de las asignaturas.
Sin embargo, las
orientaciones metodológicas que existen no logran la necesaria coherencia que
guíe a los docentes en este propósito; es insuficiente el desarrollo de la
teoría metodológica y pedagógica sobre la enseñanza de la Educación Ambiental,
a pesar de la prioridad actual que el MINED le da a esta dimensión dentro del
Plan de Estudio de la Familia de especialidad de Construcción y a la propia
familia en sí.
Para elevar la efectividad
que se debe lograr en el proceso pedagógico profesional que se lleva a cabo en
los Institutos Politécnicos de Construcción, se hace necesario conocer, desde
el punto de vista psicológico, a quién va dirigida la labor del docente,
distinguir las particularidades psicológicas que caracterizan la personalidad
de sus educandos: los adolescentes y jóvenes que estudian en estos tipos de
centros. Los docentes deben estar al tanto de los fundamentos psicológicos que
les permitan comprender y atender a sus estudiantes, a partir, entre otras
cosas, del conocimiento de la dialéctica entre lo interno y lo externo en el
aprendizaje; entre lo individual y lo social.
La manifestación del
estudiante de la Familia de especialidad
de Construcción, en cuanto a sus intereses y motivaciones, es diferente al de
otras familias y niveles de educación, ya que parte de verse como un trabajador
en formación, en desarrollo, en perfeccionamiento, y se encuentra integrado al
proceso productivo en una de las empresas constructoras, en cualquiera de las
cuatro posibles esferas de actuación: proyecto, inversión, producción o
ejecución, por lo que amplía el nivel de
interacción con sus compañeros de estudio y de trabajo (el trabajador en
formación, el profesor y el instructor o tutor); además, la profesión elegida
es para él su brújula, su guía. Por lo tanto, toda actividad pedagógica debe
guiarse en torno a este centro de interés.
La actividad social del
adolescente y del joven en el entorno socio-cultural donde se desenvuelve, está
determinada por la formación consciente de tales características; por lo que el
planteamiento de situaciones que ofrezcan al estudiante la posibilidad de
emplear los conocimientos de las asignaturas en soluciones que requieran de
análisis con un enfoque ambientalista, se convierte en un poderoso mecanismo
que estimula el pensamiento independiente del estudiante y despierta el interés
por una cultura ambiental. En esta etapa, la adquisición de conocimientos
profesionales traspasa los límites de la escuela politécnica y de los programas
de estudio, e incluye su preparación en la entidad productiva, lo que le
permite una mejor realización de la actividad intelectual y una mayor capacidad
de comprensión.
En la situación actual del país, el cuidado y
preservación del medio ambiente es una necesidad y una exigencia insoslayable
de la formación de profesionales de más alto nivel científico, que sean capaces
de participar, como promotores, en la aceleración de su desarrollo económico y
social, y que dé respuesta a un problema que constituye una preocupación tanto
política, económica, como social. En su esfera de actuación, los técnicos
profesionales de nivel medio repercuten muchas veces de manera negativa en los
recursos naturales y por consiguiente en la preservación del potencial
productivo de los ecosistemas naturales y de aquellos que la actividad humana
modifica. El técnico, en especial de Construcción, por tener un vínculo directo
con el medio ambiente y su transformación, necesita una educación ambiental que
le permita transformar este, sin resultados adversos.
“…El fin de la educación es hacer a los hombres
conscientes de su responsabilidad en la protección y mejoramiento del medio, de
manera que se comporten y actúen conforme a normas que aseguren un ambiente
sano, que promuevan y participen en actividades encaminadas a su protección e
insten a la sociedad a esforzarse por resolver estos problemas en el ámbito
local, nacional e internacional.” (Concepto y naturaleza de la educación
ambiental; retos y objetivos, Bramimir M. Jarkovic)
Hoy la educación debe dar forma a nuevas vías de
aprendizaje, en los que la creatividad y la cooperación sean las directrices
para una Educación Ambiental que prepare a los futuros egresados en la solución
de problemas ambientales engendrados por la producción y los servicios, para
proteger los trabajadores, la comunidad
vecina y el entorno.
El análisis de los resultados
arrojados por el diagnóstico realizado a profesores y alumnos para la
incorporación de la dimensión ambiental relacionada con la especialidad de Construcción en las micro universidades permite afirmar que:
Las micro universidades
objeto de estudio no cuentan con estrategias adecuadas para la incorporación de
la dimensión ambiental.
Las acciones de carácter
metodológico para la incorporación de la dimensión ambiental desarrolladas por
los profesores son escasas y espontáneas.
En lo referente a la
percepción del estado medio ambiente se pudo constatar que no existe una
apreciación del estado real de degradación del mismo, pues el 70,3 % de la
muestra lo califica como poco degradado y solo el 24,1, como considerablemente
degradado.
El mayor porciento
de profesores tiene percepciones no auto responsables ante los problemas
ambientales identificados.
Ha resultado
significativo que no todos los docentes tienen conocimiento de los documentos
rectores de la política ambiental cubana; el 57,14% no enuncia ningún documento
rector, se reconoce solo por el 27,47 % de los docentes la Ley 81 y la Agenda
21. En relación con esto se debe destacar que a la Estrategia Nacional
Ambiental y a la Estrategia Nacional de Educación Ambiental no se les concede
la importancia que realmente tienen en la educación en los centros de la ETP,
pues solo cuatro docentes mencionaron la primera y uno se refirió a la segunda,
no representativo respecto a los docentes encuestados.
Para lograr una Educación Ambiental con los elementos
antes planteados se necesita partir de reformulaciones conceptuales y
metodológicas, que permitan un acercamiento al menos a la solución de los
principales problemas que aquejan la educación ambiental en la ETP, evidenciados en:
No contar con una metodología que permita
implementar un trabajo coherente, sistemático e integrado que fortalezca la
educación ambiental.
El tema en las clases se
aborda de forma espontánea a partir de las condiciones con que cuenta el
docente.
En la planificación de las
actividades docentes no siempre se evidencia la explotación de las
potencialidades de estas para el tratamiento del medio ambiente como eje
transversal.
La ausencia de conocimiento
y de una conciencia ambiental por parte de docentes y directivos del impacto de
decisiones y acciones sobre los procesos de desarrollo sostenible, para
transmitírselo a sus educandos.
La necesidad del vínculo entre la educación y
la actividad económica, en los últimos años se ha convertido en una condición
evidente para todo proceso educativo relacionado con la formación de
profesionales con una concepción de sostenibilidad, determinado ello por los
cambios tecnológicos, la demanda social en educación, los cambios
socio-económicos y la protección del entorno. Entonces podría afirmarse que la
escuela está ante un gran reto, lograr una educación vinculada con formas de
trabajo ligadas a la permanente innovación tecnológica, resultado del
desarrollo de la ciencia.
Para garantizar las
transformaciones de la ETP, se requiere de un sólido trabajo metodológico,
centrado por los niveles de dirección y concretado en el departamento docente,
que garantice la adecuada preparación de toda la diversidad de docentes a
través de actividades y entrenamientos metodológicos con carácter ambientalista,
y la vinculación con las entidades productivas a las que tributan, para dar
respuesta a las necesidades de los profesores que imparten las asignaturas de
la especialidad y explotar las potencialidades que estas brindan para tratar
temas ambientales.
Es por eso que las autoras de este trabajo consideran
que el tema ambiental resulta relativamente novedoso; la amplitud de la
concepción ambiental implica que en su estudio se hace necesario la integración
de una multitud de disciplinas, con un
trabajo sistémico y sistemático, y deje de ser espontáneo y sin coordinación.
BIBLIOGRAFÍA:
ACEBEDO RODRÍGUEZ, PEDRO [ET AL.]. Principales problemas
ambientales de carácter global. Tabloide. Universidad para todos. Curso de
geografía universal. Ciudad de La Habana, Edit. Juventud Rebelde [s.a.]
AGUILERA, ANTONIO. Estrategia metodológica para el desarrollo de la
educación ambiental en la carrera Licenciatura
en Educación, especialidad Mecánica del ISP “José de la Luz y Caballero” de la
provincia Holguín. Tesis en opción al título de Máster en Didáctica de la
Educación Superior. Holguín, ISP “José de la Luz y Caballero”, 2001.
CITMA. Situación
Ambiental Cubana 2002. 2003. Ciudad de La Habana, 2003.
-----. UNESCO.
Estrategia Nacional de Educación Ambiental.
Ciudad de La Habana, 1997.
LASO MACHADO, ANDRÉS, ISABEL M. VALDIVIA FERNÁNDEZ Y ATURO RÚA DE CABO. Medio
habitado: recursos y problemas. Tabloide. Universidad para todos. Curso de
geografía universal. Ciudad de La Habana, Edit. Juventud Rebelde [s.a.]
NÚÑEZ COBA, NELSON. La educación de actitudes medioambientales en
estudiantes de la especialidad de Química Industrial de la Educación Técnica y Profesional.
Tesis presentada en opción al grado científico de Doctor en Ciencias
Pedagógicas. Holguín, ISP “ José de La
Luz y Caballero’’, 2003.
ONE. AGENCIA DE
MEDIO AMBIENTE. Medio Ambiente en Cifras. Cuba, 2003.
PRADAS, TONY. Huele a peligro. Revista Bohemia, Ciudad de La Habana,
No. 6, marzo 2004, p.24-25.
ROQUE MOLINA, MARTA. La educación ambiental en el contexto cubano. I
convención internacional sobre medio ambiente y desarrollo; memorias. Ciudad de La Habana, Ed. Academia, 1997.
UNESCO. Tendencias
de la educación ambiental. París, 1977.