La
concepción contemporánea de la Educación Superior en Cuba, a la luz del
pensamiento pedagógico de Enrique José Varona.
Autor:
Lic. René Suárez Cabrera.
rene.j@isphlg.rimed.cu
Resumen.
El presente trabajo trata
sobre la relación existente entre el pensamiento pedagógico de Enrique José
Varona y la nueva concepción de la Educación Superior que hoy se lleva a cabo en nuestro país con el objetivo
de desarrollar un nuevo modelo revolucionario de la formación docente cubana para
un adecuado desempeño profesional en las condiciones de una educación masiva.
Summary
This work deals with the existing relation between the pedagogical the
pedagogical thought of Enrique José Varona, and the new conception of the
higher education, which is being carried out in our country today, with the
purpose of developing a new revolutionary model in the Cuban leaching formation for an adequate
professional lack facing the conditions of a massive education.
Una de las prioridades actuales de nuestro proyecto
social humanista y revolucionario es la universalización de la educación
superior pedagógica, en particular los
de los centros docentes que cumplen la función de microuniversidades en el
proceso de formación de los educadores, y los que, en calidad de adjuntos de
los Institutos Superiores Pedagógicos,
desempeñan funciones como tutores o como profesores de las sedes universitarias
municipales. Ello ha constituido lo que pudiera considerarse el nuevo modelo
revolucionario de la formación docente cubana, en que solo en la práctica
directa es posible adquirir, con la mayor celeridad y calidad posibles, las
habilidades requeridas para un adecuado desempeño profesional en las
condiciones de una educación masiva.
Pero ¿qué relación habrá entre esta nueva concepción
de la educación superior que hoy se lleva a cabo en nuestro país con el
pensamiento pedagógico de Enrique José Varona?
Pasemos al tratamiento de tan importante cuestión.
Es frecuente, y así se ha visto, referirse a Enrique
José Varona (1849-1933) como educador, psicólogo, filósofo, periodista y
crítico literario. Es inobjetable que estas fueron las más destacadas entre las
muchas actividades que desarrolló en su
fecunda vida intelectual.
Varona concede importancia capital a la educación,
tanto es así, que al respecto destacó. “El hombre no es un autómata, más
para no serlo necesita cultivar tanto la inteligencia como el sentimiento. La
educación se su verdadera redentora” (1)
Para él la educación es un proceso eminentemente
social, en el que la obra suprema que cada sociedad debe realizar es la
formación y desarrollo de las conciencias, de ahí su reiterada advertencia de
que:
“No se educa con preceptos, sino con ejemplos”
(2)
El sistema pedagógico de Varona responde a una
particular concepción del hombre, la sociedad y el mundo, que trata de llevarse
al plano de la realidad, a través de la educación, donde el pedagogo cubano
tenía plena conciencia de la situación crítica existente en Cuba tras una
guerra devastadora, tratando de suministrar al pueblo los indispensables
elementos formativos que, adaptados a las circunstancias del país, le permitieron satisfacer sus
necesidades, superando progresivamente la mala herencia colonial, para sentar
las bases de una Patria nueva, próspera y digna de sus heroicos esfuerzos para
alcanzar la independencia y la libertad.
A la Universidad, Varona le otorga un importante
papel en el desarrollo intelectual, económico y cultural de la naciente
república. Llamado al cargo de la Secretaria de Instrucción Pública en abril
del año 1900 bajo el gobierno Norteamericano de Ocupación, tuvo Varona la
oportunidad de plasmar sus ideas reformadoras en las Ordenes Militares No.
266-267, por las cuales se decreta la reorganización de la Universidad y la
reforma de la segunda enseñanza, respectivamente, las cuales fueron promulgadas
el 30 de junio del año 1900. Ese plan
es el producto de una larga preocupación de Varona por el atraso
cultural de la sociedad cubana de entonces y sobre todo, del sistema oficial de
enseñanza. El mismo expone, de forma condensada, los objetivos y orientaciones
para eliminar del sistema de
enseñanza su naturaleza esquemática y dogmática, y para cuya consecución se
requería un cambio radical de métodos y procedimientos didácticos, así como una
nueva actitud profesional por parte de los educadores, con una nueva concepción
acerca de la enseñanza.
La reforma de
Varona es una renovación y actualización de conceptos pedagógicos,
métodos de enseñanza y contenido de las disciplinas que eran objeto de estudio
en los niveles medio y superior, creando los componentes principales de una
teoría pedagógica en consecuencia con la época y la sociedad en que vivió,
posibilitando un cambio radical en el desarrollo de la educación en Cuba.
Varona, como maestro, consideró que la educación y la
enseñanza en los niveles medio y superior tenían que regenerar, y la reforma
que planteó perseguía ese objetivo, destacando: “Ambos forman partes
coordinadas de un plan general inspirado principalmente en el designio de atender
las nuevas necesidades de Cuba en el orden de la instrucción. A mi juicio estas
demandan que se haga descansar toda la obra de nuestra enseñanza sobre una base
estrictamente científica, para que sea objetiva, experimental y práctica. Hacer
que el adolescente adquiera conocimientos del mundo, del hombre y la sociedad
de un modo principalmente directo, y no de la manera refleja que dan los libros y las lecciones puramente verbales,
es preparar hombres para la activa competencia a que obliga la multiplicidad de
relaciones de la vida moderna, no espíritus para la especulación fantástica”
(3) .
Para Varona es bien claro el hecho de que el problema de la educación, la
manera, los métodos y procedimientos, el contenido y el fin de la educación han
de cambiar forzosamente, ya que rotos los vínculos de Cuba con su antigua
metrópolis, se imponían un cambio de orientación de la enseñanza pública,
cambio que tenía que tener presente a la Universidad, porque como el decía “a
ella corresponde la difusión de las ideas rectoras en la masa social, que es
precisamente por donde se mide la cultura pública y no por las excepciones individuales, pues lo que importa es el
nivel material, intelectual y moral de la generalidad. 4)
Esto significa transformar la Universidad Colonial en
una Universidad Moderna, con funciones variadas de orden intelectual, cívico y
moral, es decir, social, no verlas solo como centro de la más refinada vida
intelectual, sino centros de cultura que fecundan y eleven los dominios de aplicación
de las ciencias y las necesidades del hombre, y en el que su gran fin sea
fomentar, dirigir y hacer más eficaz el trabajo social por medio de la ciencia.
Para transformar aquella Universidad hasta entonces
encerrada en un círculo demasiado estrecho, y de la que salían abogados,
médicos y farmacéuticos, Varona se propone la introducción de nuevas carreras
que respondieran a las exigencias de la vida moderna. Para ello funda la
Escuela de Pedagogía, para fomentar los educadores y directores pedagógicos,
que consideraba muy necesario sen el país, Crea también las escuelas de
Ingeniería Civil, Ingeniería Eléctrica, Arquitectura y sienta las bases para la
ulterior organización de la Agronomía
y Medicina Veterinaria, en correspondencia con las necesidades
apremiantes de Cuba, y al respecto destaca: “abrir caminos, caminos nuevos,
canalizar ríos, construir presas, alcantarillar poblaciones, limpiar puertos,
encender faros, desmontar bosques, explotar minas, mejorar en todos los
sentidos nuestras condiciones de vida material para que mejoren nuestras
costumbres e ilustre la gran masa inerte de nuestra población que es lo que
necesitamos antes de sentarnos a
saborear a Virgilio o a descifrar a Horacio. Los problemas que tenemos delante
son vitales, no es con la imaginación y el buen gusto con los que se abordan
victoriosamente, sino, con el cálculo, la previsión, el manejo de los
instrumentos, la aplicación de las
máquinas y la consulta de las tablas estadísticas”. 5
Agrupa en tres facultades las escuelas de nueva
creación con las que subsisten, que son: Letras y Filosofía; Ciencias, Medicina
y Farmacia y Derecho Civil y del Notariado, introdujo en los planes de estudio
la Psicología y la Sociología y mandó a
crear bibliotecas, laboratorios y gabinetes de Física, Química, Astronomía,
Biología y Antropología, así como Museos, pero ante todo, se precisa un cambio
radical en la manera de enseñar y aprender: “He pensado- dice Varona- que
nuestra enseñanza debe cesar de ser verbal y retórica, para convertirse en
objetiva y científica- He pensado que a nuestros escolares convendría leer
menos y observar más, modelar más, experimentar más; en una palabra interrogar
más a la naturaleza que oír al
maestro. He pensado que nuestros profesores debían ser solamente profesores, y
serlo en el sentido moderno: hombres dedicados a enseñar cómo se aprende, cómo
se consulta, cómo se investiga; hombres que provoquen y ayuden al trabajo del
estudiante; no hombres que den recetas y fórmulas al que quiere aprender en el
menor tiempo la menor cantidad de ciencia, con tal que sea la más aparatosa.
Hoy un colegio, un instituto, una Universidad deben ser talleres donde se
trabaja, no teatros donde se declama” (6)
En sus trabajos, divulga y defiende la teoría
evolucionista de Charles Darwin, la investigación experimental en las ciencias
pues era enemigo del dogmatismo y del academismo en la enseñanza. Habiendo
llegado a su madurez intelectual
aceptó como línea fundamental de enfoque para todo quehacer científico el
positivismo filosófico, corriente filosófica a la cual se adhirió desde 1880,
pero, como continuador de la tendencia creadora iniciada por José Agustín
Caballero y desarrollada por Félix Varela y José de la Luz y Caballero,
demostró una visión personal del positivismo, fundamentándose para ello, en las
condiciones concretas de la
sociedad cubana de entonces. Varona
tomó del positivismo el afianzamiento a los hechos y la experimentación,
consideró a la realidad y al hombre como fenómenos factibles de conocer y
transformar, en que la juventud a través de la experimentación en los
laboratorios aprenderá a dominar la naturaleza, a conocerse y a conocer a sus
semejantes; sobre esta base filosófica,
y con este espíritu liberal y crítico, fue que emprendió su gran labor
pedagógica, muy realista en sus fines básicos que respondía a las
exigencias del desarrollo del país,
lo que sentó las bases para una teoría pedagógica en consonancia con la
exigencia de la época y la sociedad en
que vivió.
Si bien no pudo realizarse la total transformación
que Varona quería, debido a que no dejó de existir la enseñanza verbal y el
aprendizaje memorístico, y si por largo
tiempo la experimentación y la investigación estuvieron reducidas a casos
excepcionales, no cabe dudar, en
cambio, de que la Universidad de Varona dejó muy atrás a la Universidad Colonial, barriendo los rezagos escolásticos y absolutitas que
quedaban en ella, abriendo ancha senda a la inquietud juvenil y al pensamiento
progresista, sentando las bases de un cambio radical en el desarrollo de la
educación universitaria en Cuba, colocándola a la altura de la alta misión que
le corresponde en la sociedad, en la formación de hombres y mujeres de
pensamiento y acción, de encendido amor a la patria y en el anhelo del bien de
la Humanidad.
1) ANTUÑA TABIO, VICENTINA. Varona y la Universidad
-- La
Habana: Ed. Bohemia, 11 de mayo, 1979--p. 82.
2) ANTUÑA TABIO, VICENTINA. . Varona y la
Universidad--La
Habana: Ed. Bohemia, 11 de mayo, 1979 --p. 82.
3) ANTUÑA TABIO, VICENTINA. . Varona y la
Universidad--La
Habana: Ed. Bohemia, 11 de mayo, 1979 -- p. 82.
4) ANTUÑA TABIO, VICENTINA. . Varona y la
Universidad--La
Habana: Ed. Bohemia, 11 de mayo, 1979 -- p. 86.
5) MEZA, JOSEFINA Y RODRIGUEZ, PEDRO PABLO, Enrique
José Varona. Política y Sociedad. Las Reformas en la
enseñanza Superior -- La Habana: Ed. Ciencias Sociales,
1999.--p. 123.
6) MEZA, JOSEFINA Y RODRIGUEZ, PEDRO PABLO, Enrique
José Varona. Política y Sociedad. Las Reformas en la
enseñanza Superior -- La Habana: Ed. Ciencias Sociales,
1999.--p. 209.
BIBLIOGRAFIA
1) ANTUÑA TABIO, VICENTINA. Varona y la Universidad
-- La
Habana: Ed. Bohemia, 11 de mayo, 1979.
2) GUADARRAMA, PABLO Y TUSSEL O, EDEL. El pensamiento
filosófico de Enrique José Varona.--La Habana: Ed.
Ciencias Sociales, 1987.
3) LA ROSA CORZO, GAVINO. Varona y la Pedagogía en
Cuba.--
La
Habana Ed. Bohemia, 11 de mayo de 1979.
4) MEZA, JOSEFINA y RODRIGUEZ, PEDRO PABLO, Enrique
José
Varona. Política y Sociedad. Las Reformas en la
enseñanza Superior.--La Habana: Ed. Ciencias Sociales,
1999.
5) RODRIGUEZ, PEDRO PABLO. El periodista Enrique José
Varona.--La Habana. Ed. Bohemia, 18 de mayo de 1979.
6) VARONA, ENRIQUE JOSE. Discurso leído en la
apertura del
curso académico de 1903- 1904 en la Universidad de La
Habana.--La Habana: Ed. Imprenta El siglo XX, 1918.
7) VARONA, ENRIQUE JOSE. De la Colonia a la República
--
La
Habana: Ed. Cuba Contemporánea, 1919.
8) VARONA, ENRIQUE JOSE. Jamás Cuba fue servil.--La
Habana: Ed. Publicaciones del Ministerio de Educación,
1959.
9) VITIER GUANCHE, MEDARDO. Las Ideas en Cuba. La
Filosofía
en
Cuba. --La Habana: Ed. Ciencias Sociales, 2002.