Autor: M. Sc. Arabel Moráguez Iglesias.
Summary
The work has as purpose to make a historical-logic analysis of how
electricity and electronics evolved in the humanity's scientific chore. For
this work, the author divides his study in four big stages, and through them he
makes the analysis on how the scientific thought of those remarkable scientists
evolved. They made possible the development of these two specialties of Physics
and its current validity in all the spheres of science, technology, as well as
in social life.
Key words:
PHYSICS, ELECTROMAGNETISM, ELECTRICITY, DEVELOPMENT, REPERCUSSION
SOCIAL.
Resumen
El trabajo tiene como finalidad hacer un análisis histórico-lógico de
cómo la electricidad y la electrónica evolucionaron en el quehacer científico
de la humanidad. Para el mismo, el autor divide su estudio en cuatro grandes
etapas, y de ellas hace el análisis de cómo ha evolucionando el pensamiento
científico de estos notables científicos, que hicieron posible el desarrollo de
estas dos especialidades de la Física y su validez actual en todas las esferas
de la ciencia, la tecnología, así como en la vida social.
Palabras claves: FÍSICA, ELECTROMAGNETISMO, ELECTRICIDAD, DESARROLLO,
REPERCUSIÓN SOCIAL.
Para todos resulta fácil sentarnos frente a un televisor, coger su
mando, encenderlo y cambiar de canal, entre otras operaciones; de igual forma
que a un obrero de un taller le resultaría familiar encender cualquier equipo o
máquina herramienta, o, ¿quién, no ha tenido que grabar información en un
disquete o en un disco duro de una computadora?; sin embargo, ¡qué lejos
estamos de imaginarnos cuántos científicos e inventores han invertido infinidad
de horas en investigaciones sobre estas ramas de la Física que son la
electricidad y el electromagnetismo, sobre los que se sustentan los principios
de funcionamiento de determinados dispositivos eléctricos y electrónicos que
posibilitan las operaciones antes enunciadas!
El objetivo del presente trabajo es analizar cómo fue evolucionando el
desarrollo de la electricidad y el electromagnetismo y su repercusión social
hasta llegar a nuestros días.
1. Génesis
del electromagnetismo
1.1 Edad
Antigua
Para hablar del electromagnetismo se consideran importantes
dos cuestiones: que su historia está ligada al desarrollo de la electricidad,
ya que el electromagnetismo no es más que el campo magnético que se produce por
efecto de la corriente eléctrica: Las fuerzas magnéticas son producidas por el
movimiento de partículas cargadas, que son los electrones, lo que indica la
estrecha relación entre la electricidad y el magnetismo; y lo segundo, es que
para hablar de su historia hay que remontarse a su génesis: que es el fenómeno
del magnetismo.
Este fenómeno del electromagnetismo se conoce desde tiempos antiguos.
La piedra imán o magnetita es un óxido de hierro que tiene la propiedad de
atraer los objetos de hierro, que ya era conocida por los griegos, los romanos
y los chinos.
Cuando se pasa una piedra imán por un pedazo de hierro, éste adquiere a
su vez la capacidad de atraer otros pedazos de hierro. Los imanes así
producidos están ‘polarizados’; es decir, cada uno de ellos tiene dos partes o
extremos llamados polos: norte y sur. Los polos iguales se repelen, y los polos
opuestos se atraen.
De las distintas obras consultadas al respecto se constató que la
palabra magnetismo y el descubrimiento del imán, en la Edad Antigua, proviene
del nombre del pastor Magnes, o según la leyenda en la ciudad de Magnesia,
donde se encontraban grandes yacimientos de imanes naturales (ferrita).
En esta época se descubrió la propiedad que tenía el imán
para atraer a ciertos cuerpos y la persona que comenzó a realizar determinados
estudios sobre dichas propiedades, que se tenga noticia, fue Tales de Mileto
(625 a.C. - 546 a.C.). Es posible que este filósofo griego ya supiera que el
ámbar adquiere la propiedad de atraer objetos ligeros al ser frotado. Otro
filósofo griego, Teofrasto afirmaba, en un tratado escrito tres siglos después,
que otras sustancias poseen esa propiedad (Biblioteca de consulta Microsoft ®
Encarta ® 2004), (Daniushenkov, V. 1991), (Moltó, E. 2003).
El aporte científico acerca del estudio de las propiedades
del imán estuvo dado en:
·
Que era una propiedad de determinadas
sustancias.
·
Que al ser dividido un imán se convertía
en un nuevo imán.
Es importante apreciar cómo en esta etapa de la historia de
la humanidad, la ciencia de lo que es hoy llamada Electricidad y
Electromagnetismo estuvo supeditada a simples estudio empíricos acerca de las
propiedades del imán. Por lo que se puede decir que su estudio se basaba de
forma empírica y simple.
1.2 Edad Media
hasta la Revolución Francesa (Siglo V hasta 1799)
El término Edad Media, que según distintos historiadores, fue empleado
por vez primera por el historiador Flavio Biondo de Forlì, en su obra
Historiarum ab inclinatione romanorun imperii decades (Décadas de historia
desde la decadencia del Imperio romano) (Diccionario Enciclopédico Encarta
2004), publicada en 1438, se refiere a un período de la historia europea que
transcurrió desde la desintegración del Imperio romano de Occidente, en el
siglo V, hasta el siglo XV. Aunque se aclara que no se pueden tomar como fechas
de referencias fijas, ya que en la Ciencias Sociales no se puede establecer una
ruptura brusca entre una etapa históricamente determinada y otra.
En el siglo X, según fuentes registradas, los iniciales
navegantes chinos y europeos empleaban brújulas magnéticas (ENCARTA © 1993-2003
Microsoft Corporation). De aquí que la
repercusión social que tuvieron los trabajos precedentes sobre el magnetismo
devino el empleo de la brújula.
En el siglo XIII, el francés Petrus Peregrinus realizó
reveladoras investigaciones sobre los imanes. Sus descubrimientos no se
superaron en casi 300 años, hasta que el físico y médico británico William
Gilbert revolucionó las investigaciones de su antecesor Petrus.
A partir de los estudios teóricos del inglés Williams Gilbert
(1540-1603), quien aplicó el término ‘eléctrico’ (del griego elektron, ‘ámbar’)
a la fuerza que ejercen esas sustancias después de ser frotadas. De este
científico aparece un Tratado ´Magnete´ publicado en 1600 y cuyo fundamento
está dado en la experimentación y lo más importante es que él planteó que las
agujas de las brújulas se orientaban debido al magnetismo terrestre, que contradecía
una opinión generalizada que ésta se orientaba hacia un punto celeste; la otra
cuestión importante que planteó fue, que las propiedades eléctricas las produce
la fricción, y las magnéticas son inherentes a determinados cuerpos (establece
diferencias entre unas y otras); que las acciones magnéticas son de dos tipos:
atracción y repulsión y que las eléctricas son solas de atracción; que las
atracciones eléctricas son más débiles que las magnéticas y que las primeras
pueden ser destruidas por la humedad y las magnéticas no.
Ya aquí se puede apreciar cómo el pensamiento científico va
evolucionando y no se limitan al hecho de explicar cómo ocurre el fenómeno,
sino que trata de explicar el por qué ocurre.
La primera máquina para producir una carga eléctrica fue descrita en
1672 por el físico alemán Otto Von Guericke. Estaba formada por una esfera de
azufre movida por una manivela, sobre la que se inducía una carga cuando se
apoyaba la mano sobre ella.
En 1729 el también inglés Etephen Gray (1670-1736) descubrió la
conductibilidad eléctrica de los cuerpos y mostró que para conservar la
electricidad un cuerpo debía de estar aislado; sus experimentos atrajeron la
atención de otro científico francés: Charles Du Fay
El francés Charles François de Cisternay Du Fay (1698-1739), hizo sus
estudios y demostró la electrización por contacto, fue quien creó la primera
teoría de los fenómenos eléctricos y planteó la necesidad de los aisladores
como soporte de hilo conductor y la existencia de dos electricidades: la vítrea
y la resinosa.
En 1745, se inventa por los físicos la botella de Leyden: el holandés
Pieter van Musschenbroek, de la Universidad de Leyden, y el físico alemán Ewald
Georg von Kleist que de, forma independiente, inventan la botella de Leyden. La
misma está formada por una botella de vidrio recubierta por dos láminas de
papel de estaño, una en el interior y otra en el exterior, la cual es
considerada en la historia de la electricidad como el primer condensador
eléctrico.
Resulta inobjetable que para hablar de electricidad, no debemos de
dejar de mencionar los trabajos empírico y experimentos llevados a cabo por uno
de los inventores más fecundo de la historia: Benjamín Franklin.
Benjamin Franklin (1747–1752). Este filósofo, político y científico
estadounidense inicia sus experimentos sobre la electricidad. Adelanta una
posible teoría de la botella de Leyden, defiende la hipótesis de que las
tormentas son un fenómeno eléctrico y propone un método efectivo para
demostrarlo. A él se debe el invento del pararrayo.
En 1750, el geólogo británico John Michell inventó una balanza que
utilizó para estudiar las fuerzas magnéticas. Este científico demostró empíricamente (Observe que no lo fundamenta
matemáticamente) que la atracción o repulsión entre dos polos magnéticos
disminuye a medida que aumenta el cuadrado de la distancia entre ellos.
El físico francés Charles de Coulomb (1736-1806), considerado como
pionero en la teoría eléctrica, realizó investigaciones en magnetismo, rozamiento y electricidad. Éste
en 1777, inventó la balanza de torsión para medir la fuerza de atracción
magnética y eléctrica; verificó posteriormente la observación de Michell con
una gran precisión. Con este invento, Coulomb pudo establecer el principio,
conocido ahora como Ley de Coulomb, que rige la interacción entre las cargas eléctricas: ley que
actualmente se aplica.
En 1791 Luis Galvani (1737-1798), estudió el efecto de las fuerzas
eléctricas (como él le llamó) en las ranas y postuló que este movimiento
muscular en las ancas de las mismas era atribuido a la electricidad animal
(Moltó, 2003).
Es importante analizar cómo en este período ya el estudio de la
electricidad y del electromagnetismo no sólo se sustenta en las observaciones
experimentales, sino que se comienzan a establecer consideraciones teóricas más profundas y leyes científicas, que están aparejadas con el desarrollo del intelecto humano. Es bueno
apuntar, que en este período se había inventado la imprenta (1450), la máquina
de vapor por Dennis Papin (1647-1714) y perfeccionada o mejorada por Jaime Watt
(1764) y el invento de un telar mecánico accionado por una máquina de vapor
(1785), por el británico Richard Arkwright: Tres elementos, que evidentemente
sustentaban las bases tecnológicas para el ulterior desarrollo de la electricidad
y el electromagnetismo en el período siguiente.
1.3 Posterior
a la Revolución Francesa hasta el siglo XIX (1799 hasta 1899)
En este período se puede decir que se desarrolla la teoría
electromagnética, fundamentalmente a finales del siglo XVIII y a principios del
XIX.
Son numerosos los científicos que trabajaron en esta línea durante este
período, por lo que sólo se mencionarán algunos de los más renombrados, por
razones obvias de espacio en este trabajo.
Los planteamientos de Galvani fueron rebatidos con posterioridad por
Alejandro Volta (1745-1827), quien postuló que lo que producía las
contracciones del animal no era debido a lo que planteaba Galvani; sino debido
a la corriente eléctrica que se producía al unir dos metales diferentes, y con
esta teoría Volta construyó la primera batería, a la cual le llamó columna de
Volta.
“En 1800, Volta construyó la primera pila, según su
propia descripción, preparando cierto número de discos de cobre y de cinc junto
con discos de cartón empapados en una disolución de agua salada. Después apiló
estos discos comenzando por cualquiera de los metálicos, por ejemplo uno de
cobre, y sobre éste uno de cinc, sobre el cual colocó uno de los discos mojados
y después uno de cobre, y así sucesivamente hasta formar una columna o ´pila´.
Al conectar unas tiras metálicas a ambos extremas consiguió obtener chispas” (© 1993-2003 Microsoft Encarta 2003).
Ya en 1812, el francés Poisson (1781-1840), hizo un aporte
fundamental para la electrostática sobre los trabajos de su antecesor, el químico
inglés Davy (1778-1829), quien estudió los efectos químicos de la electricidad,
en particular la electrólisis. Poisson planteó la ecuación fundamental de la
electrostática, con su función potencial; donde:.
Este autor considera que el padre del electromagnetismo fue el danés
Hans Christian Oersted (1777-1851), quien en 1819 llevó a cabo un experimento
que revolucionó este campo de la Física, al observar la desviación producida
por una aguja magnética al acercarse a un conductor por el cual pasaba
corriente eléctrica. Con este descubrimiento se demostró la interrelación entre
la electricidad y el magnetismo. Oersted demostró que una corriente eléctrica
crea un campo magnético; principio por el cual se sustenta en la actualidad los
distintos desconectivos magnéticos (para accionar grandes equipos eléctricos:
motores, máquinas herramienta…), electroimanes, entre otros.
Este descubrimiento fue desarrollado por el científico
francés André Marie Ampère (1775-1836), conocido por sus importantes aportes al
estudio de la electrodinámica, que estudió las fuerzas entre cables por los que
circulan corrientes eléctricas, y por el físico y astrónomo francés Dominique
François Arago (1786-1853), que descubrió el fenómeno conocido como magnetismo
de rotación y demostró la relación entre la aurora boreal y las variaciones en
el magnetismo terrestre. Éste magnetizó un pedazo de hierro colocándolo cerca
de un cable recorrido por una corriente (© 1993-2003 Microsoft Encarta 2003).
En 1831, el científico británico Michael Faraday (1791-1867), hizo otro
descubrimiento trascendental: que el movimiento de un imán en las proximidades
de un cable induce en éste una corriente eléctrica; este efecto era inverso al
hallado por Oersted.
Si analizamos bien las consecuencias de ambos descubrimientos, es a
través de los mismos que se fundamenta el principio del motor eléctrico y de
los generadores de corriente: de aquí su trascendencia para nuestra vida
moderna.
Así, Oersted demostró que una corriente eléctrica crea un campo
magnético, mientras que Faraday demostró que puede emplearse un campo magnético
para crear una corriente eléctrica (principio de inducción de la corriente
eléctrica). A este insigne científico se debe además, el estudio de la
electricidad y la luz, denominado: “Efecto Faraday” (1838), que consiste en el
plano de polarización de la luz en presencia de un imán y fue el creador de las
líneas de inducción magnéticas, entre otras.
El 27 de octubre de 1864, en la Royal Society, el físico británico James
Clerk Maxwell presentó un trabajo en el que unificó las teorías de la
electricidad y el magnetismo: “Teoría dinámica del campo electromagnético”; en
él, Maxwell introduce la corriente de desplazamiento, mediante el cual un campo
eléctrico, variable en el tiempo, da lugar a un campo magnético no solamente en
un conductor, sino en una sustancia cualquiera, incluso el vacío. Este
científico predijo la existencia de ondas electromagnéticas e identificó la luz
como un fenómeno electromagnético.
Fueron muchos los científicos que continuaron las investigaciones en
esta etapa, entre los que se pueden citar a: Herz (1854-1897), hoy todavía a la
ondas de radio se les llama hertzianas, y fue el descubridor del efecto
fotoeléctrico –formación y liberación de partículas eléctricamente cargadas que
se produce en la materia cuando es irradiada con luz u otra radiación
electromagnética-, principio muy utilizado en las baterías solares de los
vuelos espaciales.
Poyting (1884) realizó estudios acerca de la energía luminosa; Lebedev
(1866-1912), logró obtener ondas electromagnéticas de 6 mm. de longitud de onda
y midió la presión luminosa; Tesla y Popov (1874-1937), aplicaron la onda de
radio a la telegrafía sin hilo: madre de las comunicaciones en la actualidad.
Los estudios de Plinkers (Alemán. 1869), Crookes (Inglés, 1874), quienes
descubrieron que la corriente eléctrica pasa libremente por un tubo de cristal
al cual se le ha extraído aire, estudiado por el primero; y que dentro del tubo
aparecían rayos invisibles que salían del cátodo, estudiado por el segundo:
rayos catódicos. Muy usados hoy en los equipos de rayos X con fines
medicinales.
Otro científico que revolucionó el desarrollo de la electricidad y la
electrónica fue el croata Nikola Tesla (1856-1943), quien en 1888 diseñó el
primer sistema práctico para generar y transmitir corriente alterna para
sistemas de energía eléctrica, cuyos derechos fueron comprados por el inventor
estadounidense George Westinghouse. Este revolucionario sistema de transmitir
la corriente eléctrica -que compitió y triunfó sobre el método tradicional por
corriente directa propuesto por Edison-, fue mostrado en la práctica en Chicago
en la World's Columbian Exposition (1893). Dos años más tarde los motores de
corriente alterna de Tesla se instalaron en el diseño de energía eléctrica de
las cataratas del Niágara. Dentro de los muchos inventos de Tesla se encuentran
los generadores de alta frecuencia (1890) y la bobina de Tesla (1891), un
transformador con importantes aplicaciones en el campo de las comunicaciones
por radio.
Es importante apreciar que a partir de la propuesta de Tesla se ha
abaratado la transmisión de la corriente eléctrica, lo que ha posibilitado el
enorme desarrollo de ambas esferas: la electricidad y el electromagnetismo.
En esta etapa de las investigaciones sobre este campo, se puede
observar cómo en la medida que se han ido desarrollando la ciencia y la
tecnología, ambas traen aparejado un incremento más profundo de su
autodesarrollo; ya no sólo los científicos e inventores se limitan a la
observación y explicación de los fenómenos, sino que se formulan leyes
prominentes basadas en leyes físico-matemáticas.
Otro aspecto muy importante es cómo ya la electricidad y
electromagnetismo se interrelacionaron, en esta etapa, con la química y la luz.
Aquí surgen los principios fundamentales para un salto cualitativo, a partir de
los cambios cuantitativos que han ido evolucionando en este período, pero que a
su vez toma de sustento toda la experiencia científica acumulada en estos dos
grandes períodos de la historia del electromagnetismo y la electricidad.
Se puede resumir que este período sirvió de base a la
revolución científico-técnica de lo que es hoy la industria moderna, ya que se
construyeron y perfeccionaron los sistemas de transmisión de energía eléctrica
(por corriente alterna), se construyeron los grandes generadores y motores de
corriente eléctrica con sus correspondientes dispositivos electromagnéticos
para su correcto y óptimo funcionamiento y se establecieron las leyes y
postulados más reveladores en el desarrollo de estas dos ciencias.
1.4 Posterior
al siglo XIX hasta la actualidad (1900
hasta 2005)
Después del siglo XIX, siguieron un sinnúmero de científicos que
ampliaron y descubrieron nuevas leyes en este mundo fascinante, entre los que
se pueden citar: al físico francés Paul Langevin (1905), el cual desarrolló una
teoría sobre la variación con la temperatura de las propiedades magnéticas de
las sustancias paramagnéticas, basada en la estructura
atómica de la materia; el físico francés Pierre
Ernst Weiss (también de esta década), que postuló la existencia de un campo magnético interno, molecular, en los
materiales como el hierro. Este concepto, combinado con la teoría de Langevin,
sirvió para explicar las propiedades de los materiales fuertemente magnéticos
como la piedra imán; el físico danés Niels Bohr (Premio Nobel de Física en
1922), que trabajó sobre la estructura atómica, el cual hizo que se comprendiera la tabla periódica y mostró por qué
el magnetismo aparece en los elementos de transición, como el hierro, en los
lantánidos, o en compuestos que incluyen estos elementos. Los físicos
estadounidenses Samuel Abraham Goudsmit y George Eugene Uhlenbeck demostraron
(1925), que los electrones tienen espín y se comportan como pequeños imanes con un ‘momento
magnético’ definido. El momento magnético de un objeto es una magnitud
vectorial que expresa la intensidad y orientación del campo magnético del
objeto. El físico alemán Werner Heisenberg, dio una explicación detallada del campo
molecular de Weiss en 1927, basada en la recientemente desarrollada mecánica cuántica. Más tarde, otros científicos
predijeron muchas estructuras atómicas del momento magnético más complejas, con
diferentes propiedades magnéticas (Encarta op. Cit.).
La superconductividad fue descubierta en 1911, por el físico holandés
Heike Kamerlingh Onnes, que observó que el mercurio no presentaba resistencia
eléctrica por debajo de 4,2 K (-269 °C).
Ya en 1957, los físicos estadounidenses John Bardeen, Leon N. Cooper y
John R. Schrieffer proponen una teoría -teoría BCS, por las iniciales de sus
apellidos- y por la que sus autores merecieron el Premio Nobel de Física
(1972). Esta teoría describe la superconductividad como un fenómeno cuántico,
en el que los electrones de conducción se desplazan en pares, que no muestran
resistencia eléctrica. La misma explicaba satisfactoriamente la superconducción
a altas temperaturas en los metales, pero no en los materiales cerámicos;
teoría que en 1962, el físico británico Brian Josephson estudió la naturaleza
cuántica de la superconductividad y predijo la existencia de oscilaciones en la
corriente eléctrica, que fluye a través de dos superconductores separados por
una delgada capa aislante, en un campo eléctrico o magnético. Este fenómeno,
conocido como efecto Josephson, fue posteriormente confirmado experimentalmente
(Encarta op. Cit.).
Como se puede apreciar en esta etapa,
los estudios posteriores acerca del magnetismo se centraron cada vez
más en la comprensión del origen atómico y molecular de las propiedades
magnéticas de la materia, se establece una teoría profunda sobre los que se
apoyan los nuevos estudios, los cuales se encaminan al microcosmos y el estudio
de las partículas.
Ya se ha visto, en las diferentes etapas analizadas, las distintas
aplicaciones de la electricidad y el electromagnetismo en la actualidad. No se
puede pensar en explorar el Universo e ir a otros planetas, si no contamos con
todos los aportes que ha traído aparejado el desarrollo del electromagnetismo, que
es hablar del desarrollo propio de la electricidad; pero no sólo en estos
campos de la ciencia tan sofisticados se pueden encontrar aplicaciones de los
usos de ambas, sino en la vida cotidiana, entre los que se pueden enumerar:
·
El electroimán, los imanes grandes y potentes
son cruciales en muchas tecnologías modernas (aplican superconductores que
generan campos magnéticos intensos sin pérdidas de energía).
·
Los trenes de levitación magnética, que
utilizan poderosos imanes para elevarse por encima de los raíles y evitar el
rozamiento (aplican superconductores que generan campos magnéticos intensos sin
pérdidas de energía).
·
En la exploración del cuerpo humano,
mediante resonancia magnética nuclear, una importante herramienta de
diagnóstico empleada en medicina, se utilizan campos magnéticos de gran
intensidad (aplican superconductores que generan campos magnéticos intensos sin
pérdidas de energía); equipos de rayos X, entre otros.
·
Los imanes superconductores, que se
emplean en los aceleradores de partículas más potentes para mantener las
partículas aceleradas en una trayectoria curva y enfocarlas, muy empleados en
la física de las partículas y atómica.
·
Los motores eléctricos y los grandes
generadores de corriente, transformadores y diversos dispositivos electromagnéticos…
·
Cojinetes magnéticos para motores de
ultra velocidades.
·
El desarrollo de nuevos materiales
magnéticos ha influido notablemente en la revolución de los ordenadores o
computadoras. Es posible fabricar memorias de computadora utilizando ‘dominios
burbuja’. Estos dominios son pequeñas regiones de magnetización, paralelas o
antiparalelas a la magnetización global del material. Según que el sentido sea
uno u otro, la burbuja indica un uno o un cero, por lo que actúa como dígito en
el sistema binario empleado por los ordenadores. Los materiales magnéticos
también son componentes importantes de las cintas y discos para almacenar
datos.
·
Los cables superconductores, para
trasmitir corriente eléctrica sin pérdida de energía...
Resultaría interminable el listado del uso científico, tecnológico y
social que se le confiere al desarrollo de la electricidad y electrónica.
Lo que resulta inobjetable es que en estas cuatro grandes etapas
analizadas, se observó cómo se fue incrementando el nivel y la profundidad del
pensamiento científico, que transitó desde la simple observación, en su
génesis, hasta la formulación de teorías físicas y matemáticas más profundas,
con sus correspondientes demostraciones empíricas en laboratorios; que en la
medida que la propia ciencia y tecnología fue desarrollándose, fueron
propiciando la posibilidad de hacer avanzar a la propia ciencia de la Física, y
aquí se demuestra cómo, a través de este análisis histórico-lógico, se cumple
la espiral de la teoría dialéctica del conocimiento.
¡Qué lejos estaban de imaginarse estos insignes científicos, orgullo
del intelecto humano, de la gran aplicabilidad de sus leyes y descubrimientos,
que van desde la atracción de un simple pedazo de ámbar frotado, las
computadoras, hasta los equipos de resonancia magnética utilizados para salvar
vidas humanas, entre otras tantas aplicaciones!
En este Año Internacional de la Física, declarado por la UNESCO, se
quiere recordar, con este modesto trabajo, el quehacer científico de todas
estas genialidades orgullo de la humanidad.
Bibliografía
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BIBLIOTECA
DE CONSULTA MICROSOFT ® ENCARTA ® 2004. © 1993-2003 Microsoft Corporation.
Reservados todos los derechos.
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