Las
concepciones de A. V. Petrovski acerca del aprendizaje
Autor: Dr C Carlos Ezequiel Pino Pupo
Resumen
Para
trabajar la dirección del aprendizaje es necesario conocer, ante todo, los
fundamentos teóricos del mismo en los sujetos. Resulta de gran importancia
tener dominio de las posiciones teóricas de los clásicos de la Psicología
respecto a la temática. Es por ello que una tarea del Proyecto de Investigación
“Dirección del aprendizaje de los estudiantes de la Educación Técnica y
Profesional de nivel medio y superior”, radica en abordar los postulados
fundamentales de la Psicología Soviética. Este trabajo pretende divulgar las
posiciones teóricas de A. V. Petrovski acerca del concepto de aprendizaje en el
hombre y la clasificación que este autor ofrece sobre el término.
To deal with the direction of learning means,
first of all, to know the theoretical foundation of this process in the
learners. It is very important to know the theoretical positions of the
classical scientists of Psychology in reference to this topic. That is why, one
of the tasks of the research project “Direction of the learning process in
students of junior and senior high levels from
Technical and Professional Education” deals with the study of Soviet
Psychology. This work is an attempt to publish A. V. Petrovski´s theorical
positions about the concept of learning as a human process as well as the
clasification which this author offers about this term.
En estos tiempos una de las
mayores preocupaciones de los sistemas educativos de diferentes países radica
en el aprendizaje. En Cuba constituye, a partir del curso escolar 2004-
2005, la primera prioridad del Ministerio
de Educación. Sería iluso pensar que por el hecho de ser esta problemática una
cuestión de primer orden en la actualidad, no se ha hablado y escrito bastante
al respecto durante décadas. Los autores de la Psicología Soviética, a veces
ignorados por muchos, trabajaron las bases psicológicas del aprendizaje desde
diferentes puntos de vista. Uno de ellos fue Petrovski (1985a) que en su libro
Psicología Evolutiva y Pedagógica aborda la esencia del aprendizaje y sus
tipos.
Petrovski (1985a) elabora su
teoría sobre el aprendizaje a partir del proceso evolutivo de la Personalidad.
Por tanto, sus concepciones pueden ser aplicadas a adolescentes, a adolescentes
tardíos (hasta los 20 años de edad) y a jóvenes. Es por ello que en el proceso de formación de profesionales
universitarios, cuando se aborde el tema del aprendizaje, deben tenerse en
cuenta sus preceptos.
El mencionado autor expone un concepto
general de aprendizaje: “Todas
las modificaciones básicas de la conducta y la actividad del niño en el proceso
de su desarrollo evolutivo son hechos de aprendizaje” (Petrovski, 1985a, p.
205) Se pregunta sobre la esencia de los procesos de aprendizaje y en qué se
basan. Ejemplifica con procesos sencillos:
a)
Un
alumno no sabe por qué existen las mareas, se lo explican. Después lo repasa, y
luego cuando lo sabe, se dice que el escolar ha aprendido el tema
correspondiente.
b)
Un
hombre no sabe andar en patines. Se adiestra y entonces puede hacerlo. Ha
aprendido.
c)
Un
estudiante universitario de primer año no puede resolver ecuaciones
diferenciales, sin embargo en tercer año puede hacerlo. Ha aprendido los
procedimientos para resolver este tipo de ecuaciones.
A partir de estos ejemplos
Petrovski (1985a) explica que el aprendizaje presupone una modificación externa
(física) e interna (psíquica) de la actividad o la conducta, que permite lograr
determinado objetivo. Sintetiza el concepto general, enunciándolo de
otro modo: “el aprendizaje se expresa en
una modificación adecuada de la actividad externa e interior (o de la
conducta)” (Petrovski, 1985a, p. 205).
Es necesario además tener en cuenta que a pesar de que se habla de la conducta,
al referirse a esta, no se hace desde el punto de vista de los conductistas, en
que se ve el aprendizaje del hombre como combinaciones de estímulos y
reacciones. Él aclara que no todas las modificaciones de la actividad o la
conducta, incluso algunas muy adecuadas, constituyen aprendizaje.
Si se analiza el ejemplo de un
hombre que entra a una habitación oscura, al principio no ve nada; pero al cabo
de determinado tiempo puede diferenciar los contornos de los objetos. Esta
modificación de la actividad del ojo no puede ser denominada aprendizaje porque
el hombre no aprende la adaptación visual, esta es una propiedad fisiológica
innata del sistema visual.
Entonces vale preguntarse:
¿Cuándo una modificación adecuada de la actividad o la conducta tiene carácter
de aprendizaje? Petrovski (1985a) responde: “(...)
para que una modificación adecuada de la actividad o la conducta tenga el
carácter de aprendizaje, esa modificación debe ser provocada no por cualquier
propiedad innata del organismo, sino por determinada actividad precedente”(p.
206) y asegura que no están relacionados con el aprendizaje los cambios de la
conducta provocados directamente por el cansancio, los traumatismos, las influencias
mecánicas de exterior, el hambre, la sed, el dolor, sentimientos intensos,
acciones de preparados químicos, ni la maduración fisiológica. Tampoco hay
aprendizaje en los casos en que las modificaciones de la actividad o la
conducta tengan un carácter efímero.
A raíz de estas últimas
consideraciones el mencionado psicólogo soviético ofrece un concepto más
acabado del aprendizaje al considerar que “el
aprendizaje es una modificación adecuada y estable de la actividad que surge
gracias a una actividad precedente y no es provocada directamente por
reacciones fisiológicas innatas del organismo” (Petrovski, 1985a, p. 206).
Este es el concepto de
aprendizaje que más se adecua al proceso pedagógico porque en la formación
profesional de los estudiantes se pretende lograr estos tipos de modificaciones
adecuadas y estables de la actividad, que inevitablemente devienen en
transformaciones en su comportamiento. Teniendo en cuenta este último concepto,
en el caso del aprendizaje de los conocimientos, a esa actividad precedente se
le puede considerar como proceso de sistematización de los mismos. Esto está
estrechamente relacionado con lo aprendido para aprobar un determinado examen,
que como es solo para aprobar, no perdura. Provoca modificaciones de la actividad
o la conducta de carácter efímero y por
tanto no es aprendizaje.
Petrovski (1985, p. 207) hace
una valoración de las particularidades de los mecanismos del
aprendizaje en el hombre. Ante todo declara que el organismo no asimila
los estímulos ni las reacciones como tal. Lo que se asimila no es el estímulo
en sí, sino su reflejo psíquico. Plantea su definición de la esencia
fisiológica del aprendizaje: “El
aprendizaje consiste en la formación, por el sistema nervioso central, del
reflejo de determinados estímulos, así como de las situaciones estimuladoras de
los programas de determinadas reacciones a las mismas” (Petrovski, 1985a,
p. 208). Ratifica además que los programas de conducta en el hombre
no son iguales que en los animales. En estos últimos son respuestas automáticas
del organismo a determinadas excitaciones, dirigidas por las necesidades
biológicas, se trata de reflejos. En el hombre “se trata de
actos conscientes, orientados a un fin, que son dirigidos por las necesidades
sociales y regulados por la práctica social” (Petrovski, 1985a, p. 208).
Para Petrovski (1985a) los conocimientos son “los reflejos de las propiedades de
las cosas reelaborados en categorías de la experiencia social objetiva” (p.
208), es decir, la calidad, el destino, la estructura, el valor, el origen de
la cosa. Denomina reacción a “las respuestas automáticas reflejas del organismo”
(p. 209) Considera como acciones “los actos conscientes y
definitivamente orientados de la actividad” (p. 209) y a los actos conscientes
y definitivamente orientados de la conducta les llama comportamientos. Define
la esencia
del aprendizaje en el hombre de la siguiente forma: “el aprendizaje consiste en la asimilación
por el hombre de determinados conocimientos y de determinadas acciones y
comportamientos condicionados por ellos en determinadas situaciones” (p.
209) Al parecer falta claridad en la
traducción, al menos, porque no se entiende claramente lo referente a
“condicionados por ellos”. De las definiciones anteriores sobre conocimientos,
acciones y comportamientos, aquí se refiere a: “condicionados por los
conocimientos.”
Para Petrovski (1985a) hay que
entender el aprendizaje en el hombre como un proceso complejo y escalonado que
transcurre en los niveles:
·
Nivel reflejo del aprendizaje, y
·
Nivel cognitivo del aprendizaje.
En el nivel
reflejo el proceso de aprendizaje se lleva a cabo en forma inconsciente
y automática y se expresa en la asimilación de determinadas reacciones. Los
mecanismos de aprendizaje en este nivel tienen una enorme importancia en la
infancia, cuando se va acumulando el fondo básico de:
·
diferenciaciones sensoriales tales como: diferencia de color, de formas,
de sonidos del lenguaje, etc.
·
operaciones motrices como: marcha, pronunciación de sonidos, escritura.
·
coordinaciones sensomotrices como: alcanzar y trasladar
objetos, salvar obstáculos durante la marcha, leer en voz alta.
En efecto, estos
procesos se llevan a cabo de forma inconsciente y automática, sin embargo estos
aprendizajes no desaparecen durante la vida del hombre. Por ejemplo, rara vez
se es consciente de cuáles son los músculos y cómo son utilizados al cumplir determinada actividad,
sin embargo se utilizan. La anterior afirmación evidencia que los procesos
reflejos de la diferenciación sensorial y motriz, de la generalización y
sistematización participan activamente en la formación de las percepciones, las
representaciones y diversos programas motores. En el nivel reflejo, el proceso
de aprendizaje se basa en la generalización, la diferenciación y la
sistematización de las señales sensoriales de los movimientos y las acciones a
través del esfuerzo y la recompensa. En este caso el aprendizaje transcurre a
través de búsquedas, pruebas y errores; está dirigido por las necesidades y las
emociones. Este nivel incluye dos tipos de aprendizaje:
1.
Aprendizaje sensorial: a través de este se forman la
diferenciación de las señales y percepciones sensoriales y los procesos de
observación, reconocimiento e identificación.
2.
Aprendizaje motor: en el curso de este aprendizaje se realizan la elección y unión de los
modos de cumplir los movimientos, la asimilación de los programas motrices, su
diferenciación, generalización y sistematización.
La síntesis de
ambos tipos de aprendizaje es el sensomotor que consiste en la formación de modos automatizados de cumplir las
acciones convenientes bajo el control de las percepciones y las
representaciones. Los resultados de estos tipos de aprendizaje se manifiestan
en forma de hábitos sensoriales, motores y sensomotores. En este aprendizaje
hay que situar la formación de determinadas habilidades y hábitos con
predominio manual en algunas profesiones en la Educación Técnica y Profesional.
Un buen ejemplo es el tornero, que realiza en el trabajo con el torno
coordinaciones sensomotrices que en la medida en que este sistematiza sus
habilidades, dichas coordinaciones se realizan cada vez de una manera menos
consciente, como es el caso de la manipulación de las palancas que controlan el
desplazamiento de la cuchilla.
El nivel
cognitivo del aprendizaje por su carácter, contenido y resultado se
distingue esencialmente del aprendizaje de los animales. Se expresa en la asimilación de
determinados conocimientos y determinadas acciones y comportamientos.
Se caracteriza por el descubrimiento consciente, el análisis, la selección, la
generalización y fijación de las propiedades y vínculos esenciales de la
realidad, así como de los modos de acción y utilización convenientes de estas
propiedades y vínculos. En este nivel el aprendizaje pasa por el experimento y
la observación, la comprensión y el razonamiento, el ejercicio y el autocontrol
y lo dirigen los fines y las tareas conscientemente planteados.
En este nivel
cognitivo el carácter de las condiciones de aprendizaje se modifica
cualitativamente. La primera de estas modificaciones fue planteada por I. P.
Pávlov (citado por Petrovski, 1985a), fisiólogo ruso, fundador de la doctrina
de la actividad nerviosa superior. Esta radica en que además de las señales
reales dadas por las propias cosas, sobre el sistema nervioso superior del
hombre influyen señales de segundo tipo
que son las palabras. Estas influyen en los reflejos condicionados. Tal es
el caso de asociar retirar el dedo ante una señal de luz, acompañado esto con
una descarga de corriente. Con la mera pronunciación de la palabra luz, el
hombre retira el dedo involuntariamente.
Sucede que en
lugar de las cosas y sus propiedades, pueden trabajar como señales
condicionadas las palabras que designan esas cosas y propiedades. En el curso
del aprendizaje surgen, además del vínculo cosa - cosa, palabra - cosa, cosa -
palabra y palabra – palabra. Las palabras, asevera Petrovski (1985a), comienzan
a dirigir el aprendizaje y las acciones del hombre junto con las influencias
del mundo exterior.
Se modifica
también la naturaleza del refuerzo. Este en los animales tiene
un carácter biológico que radica en la satisfacción de determinadas necesidades
orgánicas. En el hombre surge una gran cantidad de necesidades socialmente
condicionadas que van desde un televisor, un buen traje, la estima social, la
bondad, la belleza, etc. Cualquier señal, ya sea palabra, cosa o
acontecimiento, vinculada con acciones o comportamientos que satisfagan estas
necesidades puede convertirse en refuerzo.
De igual manera,
plantea Petrovski (1985a) se modifica de modo radical el carácter de la
actividad mediante la cual se buscan y forman nuevos programas de acciones:
·
Primero:
la finalidad de la actividad existe en el hombre como imagen consciente del
futuro que desea.
·
Segundo:
la formación del programa de acciones se expresa en él no como reacciones
automáticas anticipadas. La corrección de las mismas no ocurre mediante pruebas
y errores, sino como planificación consciente de las acciones y la
representación de sus resultados.
·
Tercero:
puede servir como recompensa que genera el aprendizaje no solo la satisfacción
de cualquier necesidad, aunque esta sea secundaria, sino la sola conciencia de
que se ha logrado el objetivo.
En el nivel
cognitivo se ponen de manifiesto dos subniveles de aprendizaje:
1.
Aprendizaje práctico: este transcurre sobre la base de la experiencia sensorial e incluye:
-
aprendizaje de conocimientos fácticos, y el
-
aprendizaje de las operaciones y acciones prácticas necesarias
para resolver determinadas clases de tareas.
En este subnivel
se forman las representaciones y las
aptitudes prácticas. Este subnivel también se relaciona con el tornero
porque él además de las coordinaciones sensomotoras, mencionadas cuando se
abordaba el aprendizaje motor, desarrolla acciones no ya de forma automática,
pero que requieren de un aprendizaje de acciones prácticas y de la formación de
aptitudes prácticas.
2.
Aprendizaje intelectual: es un subnivel más elevado, se da cuando el
hombre asimila conocimientos teóricos
generalizados sobre las propiedades objetivas de la realidad y los sistemas de operaciones y acciones
ideales, necesarios para poner de manifiesto y asimismo utilizar estas
propiedades de la realidad al resolver determinadas clases de tareas. A
diferencia de los animales el hombre es capaz de descubrir y asimilar
relaciones lógicas, así como las relaciones funcionales.
Petrovski (1985a) designa con el término de aprendizaje intelectual
al subnivel del aprendizaje cognitivo en el cual se reflejan no algunas
relaciones sensoriales concretas de las cosas y las acciones, sino los vínculos
objetivos más generales, la estructura y relaciones de la realidad o la
actividad. Este subnivel incluye:
-
Aprendizaje de conceptos. Los conceptos auténticamente científicos
reflejan las relaciones objetivas esenciales y las estructuras de las cosas y
fenómenos. En este subnivel los conocimientos aparecen como conceptos y vínculos de conceptos,
fijados en las palabras y en combinados de palabras. Aquí el aprendizaje de conocimientos es el aprendizaje de conceptos.
-
Aprendizaje del pensar (aprender a pensar) El hombre descubre los
vínculos objetivos entre las cosas a través de la práctica, por medio de su
actividad. Este realiza operaciones con las cosas y con el contenido de su
psiquis, es decir, con las representaciones y conceptos de estas cosas. Esas
acciones ideales, que son diferentes de las acciones prácticas con los objetos,
se denominan acciones u operaciones
mentales. ”La traslación de las operaciones al plano ideal y la operación
en este con representaciones y conceptos es realizada por el pensamiento” (Petrovski, 1985a, p.
212). Por tanto, para que se formen en el estudiante los conceptos y pueda
operar exitosamente con ellos hace falta el aprendizaje
del pensamiento.
-
Aprendizaje de aptitudes. Este aprendizaje implica aplicar los
conocimientos a la actividad que se realiza, utilizarlos para resolver tareas
concretas, es decir, asimilar aptitudes teóricas.
El aprendizaje
intelectual es inherente a la formación de cualquier tipo de profesional e
incluso al tránsito de los estudiantes por los niveles de las diferentes
educaciones.
Como resultado
del análisis de las concepciones de Petrovski (1985a) acerca del aprendizaje es
posible destacar lo siguiente:
-
Para
que una modificación adecuada de la actividad o de la conducta tenga carácter
de aprendizaje, esa modificación debe ser provocada por determinada actividad
precedente y no por cualquier propiedad innata del organismo. La modificación
no debe tener un carácter efímero. En otras palabras, el aprendizaje es el resultado
de la sistematización.
-
La
esencia del aprendizaje en el hombre consiste en la asimilación por este de
conocimientos, acciones y comportamientos en determinadas situaciones.
-
El
aprendizaje en el hombre es un proceso complejo que transcurre en dos niveles:
el nivel reflejo y el nivel cognitivo.
-
En
el nivel reflejo se dan dos tipos de aprendizaje: el aprendizaje sensorial y el
motor. La síntesis de ambos es el aprendizaje sensomotor.
-
En
el nivel cognitivo se ponen de manifiesto dos subniveles de aprendizaje:
a)
El
aprendizaje práctico que incluye el aprendizaje de conocimientos fácticos y el
aprendizaje de las operaciones y acciones prácticas necesarias para resolver
determinadas tareas.
b)
El
aprendizaje intelectual, como subnivel más elevado. Este incluye:
-
aprendizaje
de conceptos
-
aprendizaje
del pensar
-
aprendizaje
de aptitudes
Es necesario
tener presente que independientemente de esta clasificación, durante el
aprendizaje humano todos ellos están estrechamente interconectados, aunque cada
uno tenga sus particularidades.
Según Petrovski
(1985a) estos niveles aparecen también como estadios genéticos del aprendizaje.
Cuanto más pequeño sea el niño, más frecuentemente predominan en él los niveles
y tipos inferiores del aprendizaje. Cuanto mayor sea, entonces predominan los
niveles superiores. Los niveles precedentes no desaparecen, sino que se
reestructuran y se subordinan al aprendizaje más elevado y comienzan a integrar
su estructura.
A partir de lo
expuesto por este psicólogo soviético, si alguien se preguntara: ¿Qué puede
aprender el hombre? Podría responderse que el hombre puede aprender:
·
hábitos
sensoriales, motores y sensomotores
·
conocimientos
(incluye conocimientos teóricos, conocimientos fácticos, conceptos y vínculo de
conceptos)
·
operaciones
prácticas y mentales
·
acciones
prácticas y mentales
·
comportamientos
·
aptitudes
teóricas
Bibliografía
Petrovski, A. V. (1979). Psicología
general. La Habana: Editorial Libros para la Educación.
Petrovski, A. V. (1985a). Psicología
evolutiva y Pedagógica. Moscú: Editorial Progreso.
Petrovski, A. V. (1985b). Psicología
general: manual didáctico para los Institutos Superiores Pedagógicos.
Moscú: Editorial Progreso.