El proceso actual de la construcción socialista en Cuba, a la luz del  Pensamiento  económico del Comandante Ernesto Che Guevara

Autores: Lic. René Suárez Cabrera

               Lic. David Aguilera Leyva

 

 

A finales de los años 80 e inicio de los 90 del pasado siglo se produce el derrumbe del modelo de Socialismo existente en los países de la Europa del Este y de la desintegración de la URSS. Una de las causas de este fenómeno radicó en el descuido  de la labor político- ideológica, que se alejó de los ideales y valores del Socialismo, lo que implica el menosprecio de la espiritualidad del hombre, de sus concepciones, valores y principios ético-revolucionarios,  otorgándosele cada vez más importancia a los valores materiales de la sociedad. Con ello, cambió la correlación de fuerzas entre el movimiento progresista mundial y el capitalismo, y dio un carácter más dramático a la sociedad contemporánea actual, caracterizada por una pérdida de valores, un hegemonismo económico, político, científico, financiero y cultural del primer mundo capitalista desarrollado, cada vez más agresivo y militarizado, de esta manera el mundo subdesarrollado y dependiente tiene dos caminos: o la continuidad de la barbarie capitalista;  o la búsqueda de alternativas a ese sistema de esclavitud asalariada y enajenación total de la esencia humana.

Para nosotros, los cubanos, la alternativa sigue siendo el Socialismo, en el que el pensamiento del Comandante Ernesto Che Guevara constituye uno de los fundamentos de nuestra axiología humana, altuísta y revolucionario. Destacar su vigencia en las actuales condiciones de la construcción del Socialismo en nuestro país, es el objetivo de nuestro trabajo.

 

A partir de las responsabilidades desempeñadas  por el Conmandante Ernesto Che Guevara al inico del triunfo revolucionario en enero de 1959, él sin proponérselo fue conformando una auténtica concepción del llamado período del tránsito  al socialismo destacado por los clásicos del marxismo-leninismo, y que el Che prefirió llamar período de la construcción socialista en Cuba.

Lo primero que él enfatiza, a la hora de tratar el complejo proceso de la edificación de la nueva sociedad, es que hay que pensar con cabeza propia, teniendo en cuenta nuestra identidad nacional como expresara el luchador marxista peruano José Carlos Mariátequi:

“No queremos, ciertamente, que el Socialismo se en América ni calco ni copia. Debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al Socialismo indoamericano” (1).

Esto es, enfrentar y emprender la construcción del Socialismo a partir de las condiciones hist+orico-concretas de Cuba. Teniendo conocimiento de su historia, sus tradiciones de lucha; y así elaborar una estrategia creadora, auténtica en consonancia con nuestro proceso social.

Es por esto que el Che, desde el Ministerio de Industrias, en vez de asumir de forma acrítica el modelo económico soviético llamado “Cálculo Económico” que constituía una generalización de la experiencia de aquella sociedad; propone introducir en el sector industrial cubano el Sistema de Financiamiento Presupuestario, basado en un conjunto de principios más acordes con nuestro nivel de desarrollo que expresaba entre otros criterios de valor: que la construcción del Socialismo no hera sólo un hecho económico, sino además, un hecho de conciencia y auto-conciencia. Es decir, el hombre con sus virtudes y defectos heredados de la vieja sociedad capitalista tercermundista es el centro de nuestra atención, en que la conciencia, el factor espiritual adquiere un papel protagónico en el curso de los acontecimientos.

A diferencia de las ideas generalizadoras por los teóricos del marxismo europeo, que pecaron de un excesivo economicismo, convirtiendo el marxismo en un dogma, tergiversando sus postulados esenciales, pues como dijera Federico Engels “...toda concepción de Marx no es una doctrina, sino, un método. No ofrece dogmas hechos, sino puntos de partidas para la ulterior investigación...”  (2). El Che reclama que conjuntamente con la creación de la Base Técnico Material del Socialismo, había que crear una nueva conciencia social, una nueva espiritualidad humana “... La revolución-expresada-se hace a través del hombre, pero el hombre tiene que forjar, día a día, su espíritu revolucionario”    (3).

Esta es una idea modular que conforma la concepción del Che sobre la construcción del Socialismo. Lo importante-decía-es que los  hombre adquieran cada día más conciencia de la necesidad de su incorporación a la sociedad, y al mismo tiemepo, de su importancia como motores de la misma...  (4)   

Ante el incompresible abandono en los años 70 y parte de los 80 de las ideas del Che acerca de la conducción de la economía cubana, se produce como resultado del Tercer Congreso del Partido Comunista de Cuba  en 1985, a partir de 1986, un proceso que nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz llamó Rectificación de Errores y Eliminación de Tendencias Negativas, en las que se destacaban: la producción a un elevado costo por el grado de ineficiencia; falta de control y exigencia del proceso productivo; irracionalidad en el uso de la fuerza de trabajo; existencia de plantillas infladas; burocratismo; y un desequilibrio entre el salario medio y la productividad del trabajo.

Uno de los objetivos de este proceso fue el de reformar aquellas concepciones del Che impulsadas por él en los años 60, acerca del trabajo con el hombre, crear y desarrollar nuevos valores en su espiritualidad. Se produce  así  un necesario proceso de estudio y reflexión acerca del pensamiento del Che, con el firme propósito  de articular aquellas concepciones con la idea de buscar y desarrollar un  nuevo proceso de  Perfeccionamiento Empresarial que se inició por un grupo de empresas del MINFAR que probaron y desarrollaron el conjunto de iniciativas de organización y dirección empresarial que constituye la piedra angular del sistema que hoy se extiende a otras entidades del país cuyo objetivo es lograr una empresa socialista eficiente  con un riguroso sistema de control  financiero y rentabilidad  económica, pero en el que el hombre es el centro de dicho proceso, así como de su desarrollo cualitativo, de una nueva actitud ante el trabajo, poniéndose de manifiesto aquella idea del Che de que;  La revolución técnica debe tener un contenido de clase, un contenido socialista... no se puede pensar en la revolución técnica sin pensar al mismo tiempo en una actitud comunista ante el trabajo. Si no hay una actitud comunista frente al trabajo, no puede hablarse de revolución técnica socialista” (5).  Es decir, no dejar la primacía a los mecanismos económicos; alertándonos que la primera transformación hay que tenerla en la conciencia del hombre, en su actitud ante el trabajo, en su capacidad de comprender que el trabajo en el Socialismo es, ante todo, un deber social, de ahí la importancia de la concientización del trabajo voluntario para impulsar el desarrollo del país.

El Che nos plantea la necesidad de formar un hombre nuevo, como resultado de un colosal esfuerzo, tanto en la esfera económica, como en la creación y desarrollo de una nueva axiología, en la que la crítica y la autocrítica constituyen el arma ideológica esencial del trabajo político-ideológico. Debemos trabajar- destacaba el Che- por nuestro perfeccionamiento interno, espiritual, como una obsesión, como una impulsión constante; cada día analizar honestamente lo que hemos hecho, y sobre la base de la crítica y la auto-crítica constante, corregir nuestros errores, superarlos y eliminarlos, ya que para el revolucionario no es un pecado cometer errores, el pecado es volver a cometerlos, ocultarlos y no analizarlos. Cada vez que hay un error resolverlo, de manera de nunca tapar los errores, sino reconociéndolo, y tratar de que no se produzcan más, para cumplir las metas fundamentales de muestra Revolución, que es la dignificación del hombre, que es lograr que el ciudadano tenga todas las ventajas de la cultura, de la asistencia social de todo tipo, y todos los bienes materiales necesarios para una vida digna y feliz...   (6) 

Esto es elevar la eficiencia al nivel de rasgo de la personalidad del constructor del Socialismo, es decir, la exigencia y la auto-exigencia debemos convertirlas en realización cotidiana del trabajador y de todo el pueblo. Hay que explicar y educar a cada cual  que si ético es que la sociedad se preocupe y aporte al individuo, también lo es que el individuo se preocupe y aporte a la sociedad.

Así mismo son de extraordinaria vigencia, las ideas del Che acerca de cómo debe ser la conducta de los dirigentes y la vanguardia en la dirección de la Revolución, en el valor que tiene el ejemplo personal en los cuadros y dirigentes, de sus consideraciones, de que una de las cualidades más significativas de un cuadro, de un dirigente revolucionario, es su capacidad de sacrificio, su modestia, su sencillez, su humanismo y vinculación con las masas;  “ ...los dirigentes, señalaba el Che- tienen que cumplir su papel de vanguardia ; y hay que decirlo con toda  sinceridad en una revolución verdadera a la que se le da todo, de la cual no se espera ninguna retribución material, la tarea del revolucionario de vanguardia es a la vez magnífica y angustiosa... el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de sacrificio y amor... hay que tener una gran dosis de humanidad, una gran dosis de sentido de la justicia y de la verdad para no caer en extremos dogmáticos, en escolasticismos fríos, en aislamiento de las masas... ”

En nuestro caso, hemos mantenido que nuestros hijos deben tener y carecer de lo que tienen y de lo que carecen los hijos del hombre común, y nuestra familia debe comprenderlo y luchar  por ello”.  Sabemos que hay sacrificios delante nuestro y que debemos pagar un precio por el hecho heróico de construir una vanguardia como nación ... “  (7)

Como podemos apreciar, en el actual proceso de la construcción de nuestro proyecto social socialista, no se puede dejar de tener presente estas ideas del Che, ellas constituyen una concepción fresca y creadora que destaca el papel fundamental que juega la espiritualidad  humana en nuestro devenir social.

En las actuales condiciones históricas, marcadas por la hegemonía unipolar del capitalismo desarrollado lidereado por los Estados Unidos de Norteamérica; el predominio de la globalización neoliberal que ha traído un aumento de la tercer mundialización de la mayoría de los pueblos del planeta, y con ello, una pérdida de valores; tiene hoy más vigencia que nunca el pensamiento económico guevariano; que es expresión creadora del Marxismo como filosofía de la proxis. Su pensamiento está presente en todas las transformaciones de nuestro sistema social, enriquecido por la práctica revolucionario de las enseñanzas derivadas del período especial, para desarrollar nuestra obra social, y que nos ha permitido apreciar que el Socialismo no es una variedad de beneficios, sino,  un  compromiso ético del hombre, que el Socialismo se defiende como ideas, concepciones y principios revolucionarios.

REFERENCIAS  BIBLIOGRAFICAS

 

 

 

1)    MARIATEQUI, J.C. Tomado del libro de Néstor Kohan: Marx en su tercer Mundo.—La Habana: Ed. Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello, 2003 – p. 245.

 

 

2)    ENGELS, F. Carta a Werner Sombard. Obras Escogidas de Carlos Marx  y Feferico Engels. Tomo III.—La Habana: Ed. Ciencias Sociales, 1961.-- pp.633-534.

 

3)    GUEVARA.E. el socialismo y el Hombre en Cuba.—La Habana: Ed. Política, 1968 - - p. 28.

 

4)    GUEVARA.E. el socialismo y el Hombre en Cuba.—La Habana: Ed. Política, 1988 - - p. 12.

 

5)    GUEVARA.E. La juventud y la Revolución. En Obra, 1957-67 II. - - La Habana: Ed. Política . - -  p. 334.

 

6)    GUEVARA.E. Primera Reunión Nacional de Producción en agosto de 1981. - - La Habana: Ed. Granma, lunes 4 de mayo de 1987. - - p 3.

 

  BIBLIOGRAFIA

 

1) CHAVIANO SALDAÑA, U. El Perfeccionamiento Empresarial. Sus Principios. - - La Habana: Ed. Revista Cuba Socialista. No 11, 1998.

 

2)    ENGELS, F. Carta a Werner Sombard. Obras Escogidas de Carlos Marx  y Feferico Engels. Tomo III.—La Habana: Ed. Ciencias Sociales, 1961.

 

3)    GUEVARA.E. el socialismo y el Hombre en Cuba.—La Habana: Ed. Política, 1968 - - p. 28.

 

4)    GUEVARA.E. Primera Reunión Nacional de Producción en agosto de 1981. - - La Habana: Ed. Granma, lunes 4 de mayo de 1987. - - p 3.

 

5)    GUEVARA.E. La juventud y la Revolución. En Obra, 1957-67 II. - - La Habana: Ed. Política . - -  p. 334.

 

6)    MACHADO RODRIGUEZ, D. El Aspecto Ideológico del Perfeccionamiento Empresarial. - - La Habana: Ed. Ciencias Sociales, 1983.

 

7)    MARTINEZ PUNENTES, S. Cuba más allá de los sueños . - - La Habana: Ed. José Martí, 2002.

 

8)    RODRIGUEZ, C.R. Letra con Filo. Tomo II. - -  La Habana: Ed. Ciencias Sociales, 1983.

 

9)    KOHAN, N. Marx en su Tercer Mundo.  - - La Habana: Ed. Centro de Investigaciones y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello, 2003.

 

10)SALINA, LOPEZ. I.M. La democracia cristiana como corriente política contemporánea: algunos elementos  puntuales de su discurso y de su proyección en los años noventa. - - La Habana: Ed. Pueblo y Educación, 2002.

 

11)VILLA BLANCO, D. Las reformas y su lugar en la transición al socialismo. - - La Habana: Ed. Pueblo y Educación, 2002.