El
bibliotecario como orientador al profesor universitario para el uso de los
recursos informativos
The librarian work when orienting the
university professor in the use of the information resources
**Roberto Pérez-Almaguer
***María
Alexandra García-Loor
*Universidad
de Holguín. Cuba. Licenciada en Educación, Especialidad Marxismo-leninismo e
Historia. Master en Orientación Educativa.
Profesora Asistente. tamara@uho.edu.cu ORCID: https://orcid.org/0000-0002-5370-9211
**Universidad
de Holguín. Cuba. Licenciado en Educación, Especialidad Geografía. Doctor en
Ciencias Pedagógicas. Profesor Titular. robertopa@uho.edu.cu ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2641-0214
***Universidad Laica Eloy Alfaro
de Manabí. Facultad de Psicología. Manabí, Manta. Ecuador. Docente de Ciencias
Sociales. lexa22gal@gmail.com ORCID: https://orcid.org/0000-0002-9359-7883
Resumen En
el ámbito de la educación superior, las exigencias de la formación de los
profesionales demandan la superación permanente de los docentes. En este
empeño, el rol esencial del bibliotecario es garantizar un servicio
especializado en función de proporcionar la orientación que necesita el
docente, para acceder de manera más eficaz a la información. Esta ayuda
profesional le permitirá cumplir con las expectativas que impone la educación
actual de desarrollar competencias para aprender a aprender. Sin embargo, el
bibliotecario no siempre posee las herramientas necesarias para desempeñar
con mayor eficacia su labor orientadora. Para lograr tal propósito se elabora
una estrategia de preparación a este profesional de la información, de manera
que adquiera saberes necesarios para guiar el trabajo de los docentes en el
complejo entramado de información. La eficacia de la viabilidad de la
estrategia se corrobora mediante criterio de expertos. Palabras
clave: formación de
profesionales; orientación; información; profesionales de la información |
Abstract In the field of higher
education, the requirements of the training of professionals demand the
permanent improvement of teachers. In this endeavor, the essential role of
the librarian is to ensure a specialized service in order to provide the
guidance needed by the professor in order to access more effectively to
information. This professional help will allow meeting the expectations
imposed by current education to develop skills to “learn to learn”. However,
the librarian does not always have the necessary tools to perform his or her
guidance more effectively. To achieve this purpose, a preparation strategy is
developed for this information professional, so that he may acquire the knowledge
necessary to guide the work of professors in the complex information
framework. The effectiveness and viability of the strategy is corroborated by
expert criteria. Key words: Professional training; orientation; information; information
professional |
Introducción
Las universidades, a la vez que forman a las nuevas generaciones, son instituciones de investigación científica, sin esta no es posible hablar de una verdadera formación profesional. Es en ella que se sustentan, en buena medida, los procesos de pregrado y posgrado.
Desarrollar la cultura es una condición indispensable para la universidad moderna y el modo más integral de desarrollarla es la investigación científica, por eso, a la universidad moderna le es igualmente consustancial el quehacer investigativo.
En esta nueva era, la biblioteca debe ser depositaria del conocimiento humano, incidir en su transformación, dinamización e innovación y debe convertirse en un eslabón importante en la cadena de desarrollo del conocimiento.
La actuación del bibliotecario en las
instituciones educativas debe contemplar acciones para la integración de las
actividades de la biblioteca a la labor docente y el desarrollo del
autoaprendizaje de los estudiantes, de manera que permita acceder y hacer
productiva la información. Ello requiere de la atención directa e
integración de influencias de profesores y directivos para impulsar el buen uso
de la biblioteca e integrarla a la práctica en el orden científico, esta se
concibe como un eslabón esencial en la búsqueda de información, al apoyar la
labor docente y la formación de doctores, máster y especialistas.
Los retos que impone la sociedad de la información y el conocimiento a los docentes implican desarrollar y fomentar la utilización de la biblioteca no solo en sus funciones de promotora de lectura, sino como lugar en el que se desarrollen programas de influencia educativa sobre los docentes investigadores con el fin de gestionar la información pertinente para su formación científica y académica utilizando diferentes recursos informativos. En este sentido, se reconoce el aporte de diferentes investigaciones sobre el tema, entre las que se encuentran, Augier (2007), Monfasani (2012), Sant-Geronikolou(2013), Maigua (2014), Gamboa (2015), Calderón & Febles (2017).
Los resultados de las investigaciones de estos autores en los trabajos sobre la temática argumentan las diferentes funciones que han desempeñado los bibliotecarios desde que surgió esta labor, las que han ido transformándose en la medida en que han cambiado los contextos. Los usuarios y los bibliotecarios enfrentan una verdadera revolución informativa que se refleja en la forma de ofrecer y demandar productos y servicios.
Las Tics han modificado el comportamiento de ambos, pues acompañan los flujos de generación, consumo y retroalimentación de conocimientos. Tanto uno como otro se encuentran frente a un caos informativo para poder encontrar lo que necesitan. Deben buscar en las publicaciones impresas que posee la biblioteca, billones de sitios que se localizan en internet, en la gran cantidad de documentos digitales que allí se encuentran y en los que se adquieren a terceros.
La
ciencia y la tecnología se han desarrollado lo que contribuye a cambios en la
manera que el trabajador de la información realiza su labor. Sin embargo, los
fundamentos teóricos que sustentan las funciones del bibliotecario no revelan
argumentos sobre la función orientadora de este profesional para la prestación
de los servicios. Ello conlleva a la necesaria profundización del
papel orientador que le corresponde al bibliotecario de las universidades en la
asesoría a los docentes investigadores para el manejo de la información.
Esta realidad requiere una nueva mirada a la orientación, pues resulta un recurso que demanda una profundización psicopedagógica que favorezca el trabajo con las fuentes bibliográficas con las que cuenta la biblioteca, de ahí que se pretende como objetivo: elaboración de una estrategia de preparación al bibliotecario para la orientación al profesor universitario en el uso de los recursos informativos.
Materiales
y métodos
Para
la solución del problema de investigación se combinan métodos y técnicas de
investigación científica del nivel teórico y empírico. De este modo la lógica
de la investigación está determinada por la propia secuencia de las tareas
antes relacionadas, y los principales métodos empleados en cada una de esas
etapas.
Para interpretar los datos empíricos obtenidos
en las diferentes fases de investigación se apoya en los siguientes métodos teóricos:análisis-síntesis, inducción deducción, en todas las fases del proceso investigativo,
en el diagnóstico contextual, y la interpretación de los resultados alcanzados.
Posibilitó determinar, a partir de la revisión bibliográfica, los aspectos más
significativos de la orientación educativa como función profesional en el
desempeño de la labor del bibliotecario en la prestación de servicios a los
usuarios.
La modelación fue utilizada para la elaboración de una estrategia de preparación al bibliotecario para la orientación al profesor universitario en el uso de los recursos informativos.
El estudio se dirigió a la profundización de las necesidades educativas de los bibliotecarios para el desarrollo de su labor orientadora, así como los aciertos y deficiencias en el desarrollo de esta tarea en la orientación en el uso de los recursos informativos, para lo cual se seleccionó una muestra intencional no probabilística, en la que aparecen representados 29 bibliotecarios. El criterio de selección respondió a la representatividad de docentes de las cuatro sedes que conforman la Universidad de Holguín, estuvieron representadas todas las salas y tipos de servicios que se prestan a los docentes que son usuarios de los recursos informativos con los que se cuenta.
Para concebir, aplicar y comprobar la factibilidad de la estrategia de preparación a los bibliotecarios para la orientación al profesorado universitario en el trabajo de búsqueda, se contó con la experiencia de los investigadores en procesos orientacionales y, de manera puntual, con la pericia de la autora principal del trabajo en la biblioteca universitaria, específicamente en una sala especializada para investigadores.
Se organiza el trabajo en sesiones de
intercambio con bibliotecarios e investigadores de manera que unos y otros se
retroalimenten de necesidades básicas de aprendizaje en el campo de la
información para poder desenvolverse con eficiencia.
Resultado y discusión
La estrategia que se presenta tiene como punto de partida un análisis de las funciones que han cumplido los diferentes tipos de bibliotecas: públicas, escolares, especializadas, las cuales han tenido siempre tres funciones: educativa, cultural e informativa y sus funciones convencionales han sido reunir, procesar, difundir y almacenar la información documental para dar mejores servicios a la sociedad.
En la nueva era de la información y el conocimiento esta debe:
Ø Ser depositaria del conocimiento humano, eslabón importante en la cadena de desarrollo del conocimiento.
Ø Brindar atención diferenciada a la selección, preparación y motivación, formación valoral y ética profesional del personal. Desarrollo sistemático en las nuevas tecnologías, la educación a distancia, el uso de redes.
Ø Formar parte activa y directa en el proceso de la investigación científica, prestando atención especial a los procesos de recopilación, divulgación y conversión del conocimiento en bienes generadores de cambio en el plano económico, productivo, de servicios y social.
Ø Ser instancias de estudios científicos de los problemas inherentes a su actividad.
Ø Ser puente activo en la búsqueda, entrega, desarrollo de información y conocimiento de la organización y del entorno
Ø Ser el centro de su actividad el usuario y, en particular, aquel que genera nuevos conocimientos que incidan en el bien económico y social
Ø Brindar atención y control diferenciado a los recursos informativos generados en la organización, pero además estimular a los que lo han producido.
Ø Desempeñar el rol de centro movilizador del conocimiento, que se convierte nuevamente en información
Ø En esta etapa, por las bondades que nos brindan las redes de información rápidas, esta se debe digitalizar.
Ø Perfeccionar su labor de dirección
Ø Los bibliotecarios tienen entre sus funciones:
Ø Procesar toda la información, generar nuevos instrumentos de recuperación de la misma para que la comunidad educativa pueda aprovechar los recursos de estos centros.
Ø Docente, ya que debe educar y formar a sus usuarios (comunidad educativa) en buscar y recuperar mediante estrategias la información necesaria para sus actividades, que permitan el desarrollo integral del educando.
Ø Promoción de la lectura.
Ø Incentivar la formación continua de los docentes, poniendo a disposición y dando difusión a todo el material nuevo y actualizado que llega a la biblioteca.
Ø La búsqueda de información, independientemente del soporte en donde se encuentre, agregando la real importancia de la difusión de los servicios que realiza la biblioteca, para que sus usuarios saquen el mayor provecho de la misma y la relación con otras instituciones y organismos.
El análisis crítico de estas funciones ubica al bibliotecario como una figura dentro de la institución educativa encargada del manejo de los recursos informativos, pero aun cuando se declara el incentivo para la formación del docente no se expone la ayuda que este debe ofrecer como parte de su desempeño para lograrlo. Con ello se abren caminos hacia la necesidad de fundamentar las mismas, en la que la labor orientadora se convierta en función transversal que conduzca al bibliotecario en el camino de lograrlo. En el caso de las bibliotecas universitarias este reto adquiere matices particulares.
La estrategia que se diseña tiene como punto de partida la concepción sobre formación permanente, entendiéndose como un proceso que se encamina a la actualización, así como a la atención de insuficiencias en la formación, o a completar conocimientos y habilidades no adquiridos anteriormente y necesarios para el desempeño (Añorga, 2014).
Sobre la base de estos referentes se considera
necesario delimitar la singularidad de una estrategia de preparación del bibliotecario en función de la
orientación al profesor universitario para el uso de los recursos informativos.
En tal sentido se contextualizan los rasgos generales que caracterizan esta
estrategia como: el sistema de acciones que guían la relación de ayuda,
mediante la integración del bibliotecario al accionar formativo del profesor, a
partir del diagnóstico, para dinamizar su función educativa y elevar la
preparación en el trabajo con los recursos informativos a su alcance en el
cumplimiento de su función profesional.
Desde
esta perspectiva, se asume la estrategia como un proceso de interrelación
teoría práctica que se retroalimenta constantemente y del cual se derivan los
referentes teóricos que se asumen como base y un diagnóstico real de la
situación del profesor universitario que enriquece la teoría asumida o conlleva
a considerar otras afines.
Entre las características fundamentales que se destacan en la propuesta de la estrategia se encuentran:
Ø Está estructurada en cuatro etapas, relacionadas a través de las acciones que se proponen, en función de lograr la preparación del bibliotecario para la orientación educativa al profesor en el uso de los recursos informativos.
Ø Es irrepetible y contextualizada porque responde a las necesidades específicas de los bibliotecarios y los docentes que demandan de orientación en el uso de los recursos informativos.
Ø Tiene un carácter flexible, el cual se manifiesta en el ordenamiento y secuenciación del contenido seleccionado para la superación, atendiendo a las particularidades de cada bibliotecario que participa.
La estrategia desde la lógica de su
estructuración está dirigida a provocar los cambios necesarios para garantizar
la preparación del bibliotecario universitario como resultado de un proceso
participativo de sus actores en la transformación del proceso de formación del
profesional, a partir de la preparación que reciba y que garanticen el uso
óptimo de los recursos informativos con los que se cuenta en la biblioteca
universitaria.
El objetivo
general de la estrategia se dirige a promover la preparación del
bibliotecario para la orientación al
profesor universitario en el uso de los recursos informativos con los que se
cuenta en la universidad para la formación del profesional.
En consecuencia, se propone una estrategia de preparación al bibliotecario para la orientación al profesor, la cual se fundamenta a través de fases por las que transcurre su implementación para lograr el objetivo propuesto:
1- Fase de diagnóstico, centrada en la identificación de las necesidades del bibliotecario para el desempeño de su función orientadora.
2- Fase de proyección de la preparación.
3- Fase de dinámica de la preparación.
4-Fase de evaluación de la influencia de las acciones de preparación
Se precisan los
contenidos de la preparación que son necesarios incorporar en los
bibliotecarios para la orientación al profesor en el uso de los recursos
informativos con los que cuenta la biblioteca universitaria. Estos contenidos
son:
Ø La búsqueda de recursos informativos desde las potencialidades de las salas de la biblioteca universitaria
Ø La conducción del docente en las búsquedas de información en Internet
Ø Selección de la información
Ø El trabajo de asentamiento bibliográfico en las investigaciones
Ø Uso de la información
Estos contenidos
se articulan con las necesidades de superación de los bibliotecarios por lo que
se imbrican con las demandas y exigencias del sistema educativo. Los contenidos de preparación se
precisan y adquieren un mayor nivel de concreción con las diferentes
modalidades que se desarrollan, fundamentalmente en las actividades
metodológicas y el entrenamiento. Estas modalidades se entrelazan alrededor de las demandas de los
bibliotecarios, precisadas en la etapa de diagnóstico, que en cada momento
guían el proceso de preparación.
En el caso
del trabajo metodológico como modalidad de preparación de los bibliotecarios se corresponde con
lo que establece la Resolución Ministerial 210/2007 y se concreta atendiendo a los objetivos generales y particulares del plan de trabajo
metodológico del área.
Como se ha revelado, el trabajo metodológico debe ser planificado y se
enriquece a partir de las experiencias que se van desarrollando en la práctica.
El estudio desarrollado sugiere la utilización de las siguientes
formas de trabajo docente-metodológico: reunión metodológica y taller
metodológico. Por su importancia, se ofrece información detallada sobre las
particularidades de cada una de estas actividades.
Reunión metodológica: se selecciona esta forma de trabajo
metodológico por su efectividad para el análisis, debate y toma de decisiones
sobre temas relacionados con el proceso pedagógico, en este caso particular,
con la preparación del bibliotecario para la orientación al profesor en el uso
de los recursos informativos. Su realización permite no solo la reflexión y
discusión científica del tema previamente declarado, sino la toma de decisiones
colectivas que conduzcan al cambio en el accionar de los bibliotecarios, lo que
repercutirá directamente en los resultados del proceso de formación del
profesional.
Taller metodológico: se sugiere esta forma de trabajo metodológico atendiendo a las posibilidades que ofrece para el debate de problemáticas relacionadas con el proceso pedagógico. Es un espacio de diálogo, de reflexión científica, que posibilita la proyección de las alternativas de solución a dicho problema a partir del conocimiento y la experiencia de los participantes.
Los presupuestos
anteriores sirven de soporte para la utilización del taller metodológico en
este nivel. Su objetivo es promover una sistematización de las funciones del
bibliotecario y su proyección hacia la orientación del profesor. El taller posibilita,
además, la planificación colectiva de tareas que integren las acciones
orientacionales que puede desarrollar el bibliotecario, que también propicien
el desarrollo de las habilidades profesionales.
El entrenamiento, como modalidad de
preparación constituye una posibilidad de contribuir al desarrollo profesional
del bibliotecario, entendido este como un proceso dirigido a potenciar el
crecimiento profesional y humano. El objetivo final es la mejora de la calidad
docente e investigativa del profesor universitario, a partir de recibir una
orientación precisa para el uso de los recursos informativos con los que
dispone en la biblioteca universitaria.
La concepción del desarrollo profesional en
el entrenamiento tiene en cuenta los componentes cognitivo, afectivo, el
perfeccionamiento de la práctica, los resultados y logros del desempeño del
bibliotecario conforme a su encargo social desde una concepción integradora. Añorga
(2014) señala que el entrenamiento es una forma que favorece la actualización y
el perfeccionamiento de aquellos conocimientos y habilidades que son
imprescindibles para desempeñarse en determinada esfera del trabajo, a la vez
que conduce al mejoramiento humano por la manera en que se instrumenta y se
organiza su contenido, contribuye a la formación integral de la personalidad.
El entrenamiento se diseña a partir de cuatro
fases fundamentales teniendo en cuenta los objetivos que persiguen el mismo y
los criterios e indicadores que comprende el desarrollo profesional del
bibliotecario:
1-Sensibilización y comprensión de las
necesidades de aprendizaje en los sujetos participantes.
Este primer momento constituye un espacio
decisivo para el buen desarrollo de las diferentes sesiones del entrenamiento
por cuanto en este se sientan las bases para dar respuesta a las verdaderas
necesidades de los bibliotecarios. Mediante el análisis de las interpretaciones
y percepciones de los sujetos se indaga en la realidad de las acciones que
estos ejecutan respecto de la problemática que se investiga.
2-Definición de objetivos.
Las necesidades de los bibliotecarios se
convierten en intenciones que determinan los objetivos del entrenamiento, se
modelan aquellos conocimientos, habilidades y actitudes que deberá adoptar y
que garantizan un perfeccionamiento de su desempeño.
Estos objetivos se formulan a partir de los
aspectos que integran el desarrollo profesional y los aprendizajes que deben
ocurrir en los bibliotecarios desde el punto de vista teórico y de las
habilidades profesionales necesarias en esta dirección.
3-Diseño de la metodología a seguir en las
sesiones del entrenamiento
El cambio en las proyecciones y actuaciones
de los bibliotecarios se produce mediante el intercambio de ideas con los
otros, en la medida en que sea capaz de aportar nuevas experiencias y nuevos
conocimientos teniendo en cuenta lo aprendido, por lo que el desarrollo
individual de cada sujeto condiciona al desarrollo del resto de los sujetos con
los que interactúa y se comunica.
4-Establecimiento de las situaciones
evaluativas
La evaluación en esta concepción constituye
un espacio de investigación que permite perfeccionar el proceso educativo a
partir del análisis de los datos que se obtienen de la práctica, es un proceso
sistémico y sistemático que incluye tanto le evaluación de los aprendizajes
como todo lo que tiene que ver con el andamiaje del entrenamiento en general.
Se evalúa lo que está diseñado, concebido, ejecutado, incluyendo el propio proceso
de evaluación, de ahí que la evaluación comience desde el mismo instante en que
se modela o planifica la estrategia a seguir a partir de los problemas
detectados.
Estas modalidades de preparación se armonizan
en la dinámica del trabajo con repercusión en el ejercicio de la función
orientadora del bibliotecario en la ayuda al profesor universitario en el uso
de los recursos informativos.
Para facilitarle la labor a las bibliotecarias que formaron parte del entrenamiento se confeccionó el Folleto orientador desde la biblioteca universitaria para el acceso a la información en el camino a la excelencia cuyo contenido recoge: Los recursos informativos y las fuentes de información; La Sala Especializada: sus servicios; Las estrategias de búsqueda en internet: recurso vital para la localización de una información actualizada y El uso correcto de las normas bibliográficas: elemento esencial en una investigación. Además de: Definiciones y un Glosario de términos.
La valoración de la estrategia se realiza atendiendo a la lógica de relación teoría – práctica, de lo general a lo particular. Para ser consecuente con la sistematización del proceso de valoración de la estrategia, se utilizaron diferentes tipos de juicios valorativos.
La finalidad es corroborar en la práctica la factibilidad de la estrategia para precisar su objetividad como conocimiento científico. La introducción práctica de las acciones de preparación prevista como parte de la propuesta se desarrolló atendiendo a dos momentos:
1. Momento inicial: es un encuentro de intercambio entre la investigadora y los bibliotecarios de las diferentes salas. Este momento de introducción de las acciones de preparación tuvo como propósito un primer acercamiento de los bibliotecarios a las exigencias y particularidades del proceso de orientación educativa.
2. Momento final: en este momento se aplicaron en el sistema de trabajo las acciones de preparación del bibliotecario para la labor orientadora al profesor universitario.
En cada sesión del entrenamiento se estableció un control sistemático de la participación de los bibliotecarios, el cual aportó las siguientes valoraciones:
Como parte inicial del entrenamiento, mediante el seguimiento de las acciones orientacionales ejecutadas por los bibliotecarios, se logró una modificación de su labor y se propició un compromiso de apertura al cambio y al perfeccionamiento. Se elevó el nivel de motivación, tanto por el contenido de las diferentes sesiones, como por la necesidad de adoptar nuevas conductas en su desempeño como orientadores en el trabajo con el profesor universitario.
Sin embargo, durante el tránsito por el entrenamiento se enfrentaron obstáculos que estaban presentes en los bibliotecarios, los cuales fueron venciéndose paulatinamente una vez que fueron adentrándose en las sesiones y logrando mayor empatía e interrelación con las acciones orientacionales que debían incorporar a su cotidiana labor en la atención al profesor.
El nivel de reflexión teórico-metodológica logrado fue muy bueno. En un primer momento se pudieron detectar aquellas insuficiencias que estaban entorpeciendo la labor de los bibliotecarios en el desempeño de su función orientadora, las cuales fundamentalmente se relacionaban con el poco conocimiento sobre esta función profesional y el cómo desempeñarla.
En la propia dinámica del entrenamiento se produjo el reconocimiento de las verdaderas necesidades para dirigir la orientación al profesor universitario en el uso de los recursos informativos. A partir del reconocimiento de estas se fue provocando el cambio de actitudes en los bibliotecarios a través de un proceso de construcción y reconstrucción del conocimiento y de la solución del déficit que tenían, lo que facilitó el desarrollo de destrezas como orientadores, a partir de los nuevos significados y experiencias que fueron adquiriendo a través de los contenidos del entrenamiento.
La incursión, luego de varias sesiones en el entrenamiento desde el puesto de trabajo, constituyó un momento muy importante pues situó a los bibliotecarios ante una situación de reflexión sobre los aprendizajes logrados, los cambios experimentados y las mejoras introducidas en su desempeño, lo que lógicamente permitió evaluar en qué medida estos fueron transitando de un nivel de desarrollo profesional a otro superior.
La estrategia de preparación del bibliotecario para la orientación al profesor universitario emerge como vía de concreción de la función orientadora de este profesional, en las diferentes salas de lectura, que prestan servicios a las demandas del profesor. Se revela un enriquecimiento de la corriente integrativa al aportar un recurso metodológico que sustenta la función orientadora del bibliotecario en la medida en que permite la generación de situaciones orientacionales en su desempeño profesional.
Conclusiones
El análisis realizado favoreció una profundización de la orientación como proceso, y reafirmó el valor de la misma como presupuesto básico para la orientación al profesor universitario desde la función profesional del bibliotecario.
La estrategia, al ser puesta en práctica, permite reconocer su factibilidad en la medida en que se comprueba su influencia en los bibliotecarios, así como la incidencia en los docentes de la Universidad de Holguín donde se implementó.
Referencias bibliográficas
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Sant-Geronikolou, S. (2013). Bibliotecario 2.0: Roles y Competencias en el Nuevo Escenario Informacional del siglo XXI. (Tesis de maestría). Universidad Carlos III de Madrid, España.